La pelea del “silencio” en el Gobierno detrás del decreto de exploración petrolera en Mar del Plata
Juan Manzur ofició de árbitro y ordenador: sentó, uno al lado del otro, al ministro de Ambiente Juan Cabandie y al secretario de Energía Darío Martínez, para tratar de administrar el efecto tóxico de un anuncio que el gobierno considera clave pero que arrancó a los tumbos.
Con delay y en medio de tensiones cruzadas, tras cuatro días de ruido público desde la publicación del decreto que dio vía verde a la exploración petrolera y gasífera en la llamada Cuenca Norte, a 307 kilómetros de la costa bonaerense, la Casa Rosada activó para tratar de ordenar ese frente crítico todavía abierto y que puede convertirse en una batalla política dura para el gobierno de Alberto Fernández.
El jefe de Gabinete tuvo, como tarea inicial, sentar en la misma mesa a Cabandié y Martínez para aplacar la tensión entre los responsables de las dos áreas involucradas, de lleno, en el proceso. Una porque dio el OK ambiental; la otra por el factor energético.
Manzur los convocó y los reunió el miércoles, en el que fue el primer mensaje político del gobierno desde que arrancó, el jueves 30, la polémica pública sobre la autorización de la exploración hidro carburífera en la plataforma marina por parte de tres empresas: Equinor, Shell e YPF.
Hasta ahí, ni Martínez ni Cabandié habían hablado. Según reconstruyó elDIarioAR, cada funcionario planteaba que era el otro el que debía salir a explicar el tema.
“Se manejó mal: se debió dar información clara y precisa, contar lo que significa, la importancia estratégica y que actualmente hay explotación off shore en el país. Pero casi que tratamos de que pase desapercibido”, lamentó una fuente oficial involucrada en el proceso.
Aun con el hecho consumado, y la polémica abierta cuando trascendió el decreto, la reacción oficial fue “lenta y sin dimensionar la gravedad”, se apuntó.
El debate se instaló en las redes, entre los alertas ambientalistas y las explicaciones de los que defendían la medida aunque, entre estos últimos, no había funcionarios de primera línea. En rigor, Cabandié rompió el silencio este jueves, una semana después de la publicación del decreto. La semana pasada, este medio consultó a Ambiente para conocer si habría alguna respuesta o alguna explicación sobre la decisión. La respuesta fue que por el momento no dirían nada.
Scrum
Recién luego de la reunión con Manzur, Martínez habló del tema y desde ahí se armó un scrum político y de gestión. Luego de las declaraciones del secretario de Energía, que difundió Jefatura de Gabinete, también intervino Matías Kulfas, el ministro de Desarrollo Productivo –el área que aparece como promotor de las inversiones- y, como por efecto dominó, también hablaron el Ministro de Producción bonaerense, Augusto Costa y, horas más tarde, se involucró Axel Kicillof. El jueves, lo hizo la portavoz Gabriela Cerruti.
El comité de crisis que armó Manzur detectó, además, otros ruidos. Uno, que circuló en el Frente de Todos (FdT), apuntó a que el Movimiento Evita de Emilio Pérscio y Fernando “Chino” Navarro, ambos funcionarios nacionales, apareció como convocante a la marcha de esta semana contra la autorización de la exploración del lecho marino.
“¿Y esto?: acá cada uno hace lo que quiere”, se quejó una voz oficial y mostró un flyer virtual de convocatoria al “Atlanticazo” donde aparece como convocante el Movimiento Evita de Mar del Plata. “En muchos de estas movidas, aparecen sectores nuestros. Lo mismo pasó con lo de Chubut”, apuntó.
Todo, asume un funcionario, responde a la misma lógica: la falta de estrategia. “Ni siquiera era necesario que se hable de Mar del Plata en el decreto. Es una autorización de exploración, no de explotación, en la Cuenca Norte, que es amplia y que está muy lejos de la playa”, explicó el funcionario. La molestia en el Gobierno sigue más allá de que pareció ordenarse el frente interno en las últimas horas.
Otro planteo, también referido a un mal manejo de la táctica política, apunta a la explicación sobre todo el proceso y apunta a que dirigentes de Juntos por el Cambio (JxC), entre ellos el intendente de Mar del Plata, el macrista Guillermo Montenegro, objetó la autorización cuando –recuerdan en el gobierno– son consecuencia de licitaciones que se hicieron durante el gobierno de Mauricio Macri sin que, afirman, hayan existido objeciones del entonces oficialismo en aquel momento.
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