Causa Próvolo: absolvieron a la monja Kumiko Kosaka y a otras ocho imputadas
Nueve mujeres que estaban acudas por el delito de abuso sexual contra niños hipoacúsicos o por omitir denunciar esos hechos, ocurridos en el Instituto Próvolo de Mendoza, fueron absueltas hoy al término del juicio oral que se les siguió en el ámbito del Tribunal Penal Colegiado 2 de esa provincia durante dos años. Se trata de las monjas Kumiko Kosaka y Asunción Martínez, así como exdirectoras y empleadas del Instituto: Graciela Pascual, Gladys Pinacca, la cocinera Noemí Paz, Valeska Quintana, Laura Gateán, Cristina Leguiza y la psicóloga Cecilia Raffo.
Las juezas Gabriela Urciuolo, Belén Salido y Belén Renna dieron a conocer su veredicto luego de más de dos años de debate, más de 100 testigos y unas 300 audiencias.
Durante la etapa de alegatos de cierre, los defensores habían solicitado la absolución de las religiosas y de las otras imputadas, en tanto la fiscalía y la querella habían solicitado penas de 3 a 18 años de prisión.
La audiencia se desarrolló en las instalaciones del juzgado ubicado en el Polo Judicial Penal, de la ciudad de Mendoza, donde se desarrolló este tercer juicio por el llamado “Caso Próvolo”, que comenzó el 3 de mayo de 2021.
El Tribunal Penal Colegiado 2 mendocino dio a conocer su decisión luego de que las imputadas hicieran uso de su derecho a decir sus últimas palabras antes de darse a conocer el fallo.
Las primeras denuncias, en 1982
Hace 41 años se hicieron las primeras denuncias contra un grupo de sacerdotes de La Plata, entre ellos Nicola Corradi que había arribado a la capital bonaerense en 1972 proveniente de Verona, presumiblemente como parte de la política de traslados dado que su nombre aparece luego integrando a la lista de 26 curas pederastas elaborada por sobrevivientes de Verona, publicó tiempo atrás elDiarioAR. El sacerdote permaneció en La Plata hasta 1998, cuando fue enviado al recién fundado colegio Próvolo de Luján de Cuyo como su director.
En 2006, 50 integrantes de la asociación de ex alumnos del Próvolo de Verona se reunieron con el superior general del Instituto para solicitarle -sin éxito- que se separara de la institución a 26 sacerdotes acusados de pederastia.
Pero el caso italiano irrumpió con fuerza en la agenda pública recién en 2009, cuando el semanario L’Espresso de Milano publicó los testimonios de 15 ex alumnos que aseguran haber sufrido abusos entre 1954 y 1984.
Entonces, el Vaticano ordenó la creación de una comisión investigadora independiente que terminará condenando a solo uno de los sacerdotes inculpados, cuya pena consiste en la obligación de llevar una vida dedicada a la plegaria y a la penitencia, teniendo prohibido el contacto con menores.
MM con información de Agencia Télam
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