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Informe

Melchor Rodrigo, el médico que insistía en que el Lyme existe en la Argentina y lo desmentían una y otra vez

Melchor Rodrigo.

Victoria De Masi

28 de mayo de 2022 01:01 h

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“Es un amigo con el que compartía una cena”, dicen que dijo Felipe Pettinato a la policía mientras lo trasladaban a un hospital público por “intoxicación por monóxido de carbono”. Los bomberos ya habían apagado las llamas que envolvieron el departamento 22° F, de la calle Aguilar al 2300, en Belgrano. Hay fotos del lugar. Todo está teñido de hollín, pero entre el negro puede verse la estructura del sillón de dos cuerpos contra la pared, las patas de caño de una mesa, la persiana a media asta, exhibida como un costillar. Salvo un ambiente -la habitación- el resto del departamento es una mancha oscura. Era la noche del lunes 16 de mayo

El cuerpo del amigo de Felipe estaba tendido en medio del living. Calcinado, boca abajo. Al día siguiente del incendio tuvo un nombre, Melchor Rodrigo, y una historia: 44 años, nacido en los Estados Unidos y repatriado cuando era un niño, nacionalizado argentino en la adultez, hace muy poco, en 2016. “Era una tarea pendiente. Mi idiosincrasia es argentina y es más lindo mostrar mis logros siendo argentino”, dicen que solía decir Rodrigo.

Se recibió de médico en la Universidad de El Salvador, en Buenos Aires, y volvió a los Estados Unidos para revalidar su título. Allí estudió Imágenes  e hizo una residencia en Anestesiología. Entonces se decidió por la Neurología, especializado en enfermedades degenerativas, como esclerosis múltiple. De acuerdo a su página web, se especializó en el Hospital Fernández y trabajó en el Evita, de Lanús. Había logrado publicar en revistas científicas, al parecer, importantes. Su biografía pública destaca demasiados logros en muy poco tiempo. Unos días después del fuego, la autopsia indicará que murió ahogado por el humo y a causa de las quemaduras. Y habrá, también, un dato: Melchor Rodrigo estaba untado en un acelerador de combustible.

Era un médico que dedicó gran parte de su tiempo a probar la existencia de la enfermedad de Lyme, una infección transmitida por garrapatas. Hay famosos que la padecen: Justin Bieber, Thalía, Bella Hadid, Richard Gere, Avril Lavigne. Melchor Rodrigo insistía en que el Lyme ya estaba en la Argentina. De hecho aseguraba haberlo probado, “después de cuatro años, cuando los diagnósticos fueron avalados por uno de los centros más prestigiosos del mundo especializados en esa enfermedad: el Laboratorio de Patología de Naples, Florida”.

En 2020, en la sección Buena Vida del diario Clarín, a Rodrigo lo presentaron como “el médico que afirma que hay Lyme en Argentina”. Hablaba con convicción: “El haber trabajado allá te da una visión de la medicina un poco distinta, por ejemplo el hecho de que hay enfermedades que están y se asume que no están, pero simplemente porque no se buscan. De lo que sí estoy seguro es de que hay Lyme en el país, y mucho. Y los pacientes no son diagnosticados porque se les dice que tienen fibromialgia, que tienen depresión, que tienen artralgias”. El año pasado, lo entrevistaron en el programa que conduce Antonio Laje, en América TV. 

Pero el Instituto Malbrán cerró el tema en septiembre con un comunicado en el que afirma que la enfermedad de Lyme no existe en la Argentina. “Ante la denuncia mediática de un especialista (N. de la R.: en referencia a Rodrigo), que dijo haber constatado varios casos de esta extraña infección, el organismo nacional aclaró que se trataba de positivos con métodos no validados en Estados Unidos y en Argentina”, dice este artículo publicado en Página/12. Rodrigo era perseverante. Unas semanas más tarde compartió en sus redes sociales una Carta de Lectores publicada en La Nación, firmada por personas que aseguran padecer la enfermedad. “Es una vergüenza que entidades de ‘renombre’ hagan oídos sordos a esta verdad!”, escribió el médico.

“Lo genético es lo más importante. De fábrica venimos, no sé si predeterminados, pero casi. Nuestra emociones dependen del cableado que traes de tu familia”, decía Rodrigo. Su padre se llama Tomás y su madre, Beatriz. Tuvieron tres hijos. Alejandro, hermano de Melchor, fue periodista. Era corresponsal para la agencia de noticias ANSA, con oficina propia en el edificio del Club Nacional de Prensa. La madre, de 83 años y entregada a la fe católica, se quedó con el rosario de cuentas blancas y remate de cruz que usaba su hijo. Dicen que fue ella la que rechazó la corona enviada por la familia Pettinato el día del velatorio, que fue el en Olivos. 

El abogado designado por la familia del médico dice que Rodrigo y Felipe Pettinato no eran amigos. La familia Pettinato asegura lo contrario. Los hermanos, Tamara y Homero, y Roberto, el padre, cada uno desde el programa de radio en el que trabajan, envió condolencias a la familia de Melchor. Tamara Pettinato aseguró que los unía una gran amistad y que Felipe seguía, una semana después del incendió, a salvo pero en shock.

elDiarioAR pudo saber que Melchor Rodrigo mantuvo una relación de médico-paciente, aunque de mucha cercanía con Felipe, al punto de alojarlo en su casa para acompañarlo en el tratamiento que Pettinato seguía por adicción al alcohol. “Melchor era como un ‘científico loco’ -dirá una amiga-, él se abocaba a sus pacientes y a sus investigaciones, iba a buscar las causas de las enfermedades y resolver los casos que le tocaban”. La familia espero conocer en los próximos días las circunstancias de su muerte. Felipe, único testigo, aún no declaró.

VDM/SH

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