En medio de la negociación con el FMI y un déficit primario arriba de los $ 600.000 millones, el Gobierno piensa en un dólar agro más alto
Las cuentas públicas registraron en junio un déficit primario de $ 611.743 millones, lo cual implica que el segundo trimestre cerró con un desvío de unos $ 700.000 millones respecto a la pauta establecida en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Para fortalecer la recaudación debilitada por la sequía que afectó los ingresos provenientes de los tributos al campo, el Gobierno estableció un adelanto de 15% del impuesto a las empresas con facturación superior al $ 600 millones de pesos.
Según informó el ministerio de Economía, el pago de intereses de la deuda pública durante el mes pasado fue de $ 96.861 millones, con lo cual el déficit financiero trepó a $ 708.603 millones.
De esta manera se acumuló un déficit primario de $1.880.694 millones durante la primera mitad del año.
Según precisó el economista Sebastián Vitelli del estudio Romano Group, este resultado implica un incumplimiento de la meta con el FMI para el segundo trimestre de unos $ 700.000 millones.
El tamaño del desvío y las medidas que se deben tomar resultan la principal traba para cerrar la reformulación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que exige medidas más duras incompatibles con la condición de pre candidato a presidente del actual ministro de Economía, Sergio Massa.
En junio, los ingresos totales ascendieron a $2.584.204,1 millones, (+115,0%). Mientras que el gasto primario alcanzó los $3.195.946,6 millones y presentó una suba de +109,8%.
Entre enero y junio la suba de los ingresos totales alcanzó el 89,1% afectado principalmente por el impacto de la sequía en la recaudación de los tributos vinculados al comercio exterior. En el mismo periodo, el gasto primario exhibió un crecimiento de 95,5% interanual.
Economía atribuyó los desequilibrios a los efectos provocados por la sequía sobre el comercio de granos.
En ese sentido precisó que “la caída en derechos de exportación durante el primer semestre respecto a lo proyectado en el presupuesto fue de $740.000 millones”.
“De no haberse producido esta merma producto de la sequía, el déficit primario del sector público nacional acumulado al primer semestre de este año presentaría una mejora del 0,4% del PBI.
¿Un nuevo dólar para la soja?
El Fondo Monetario Internacional (FMI) informó que continúa discutiendo con funcionarios argentinos cómo mejorar las reservas y la sostenibilidad fiscal. “Nuestros equipos continúan trabajando constructivamente, en persona, con el objetivo de llegar a un acuerdo sobre la quinta revisión del programa de Argentina respaldado por el Fondo”, indicó. Señaló que “las discusiones continúan enfocadas en las políticas para fortalecer las reservas y mejorar la sostenibilidad fiscal. Continuaremos comunicándonos sobre el progreso de estas discusiones”, señaló el organismo.
En el tramo final de las negociaciones, se especula con que el ministro de Economía, Sergio Massa, lance un nuevo dólar más alto para el agro.
Además, se estima que encarecerá con un impuesto las importaciones, al tiempo que mantendría la meta fiscal en torno al 2%, 0,1 puntos mayor a la del acuerdo original.
La intención oficial es enviar señales al mercado de que buscará acumular reservas -para evitar un salto cambiario en elecciones- y mantener cierto “orden fiscal” en las cuentas públicas, según especula el mercado.
Se prevé que habrá un nuevo valor para el llamado dólar agro para las economías regionales, el girasol y el sorgo. Serían US$ 2.000 millones al 31 de julio. Para la soja, en tanto, habría que esperar, quizás, hasta agosto.
El dólar agro cuatro no sólo llevaría dólares para las alicaídas reservas del Banco Central, sino que sumaría más impuestos vía retenciones, una variable que se desplomó por el impacto de la sequía de este año.
El miércoles hubo una conversación entre Massa y Kristalina Georgieva, la directora gerente del FMI.
En un informe global, el organismo multilateral indicó que para el país en 2022 el tipo de cambio real ideal debería haber sido entre un 15% y un 20% mayor, y los instó a avanzar hacia un “régimen cambiario simplificado”.
Además, propuso la eliminación gradual y con condiciones del cepo. Justamente, en los últimos meses, en el Palacio de Hacienda advirtieron que no aceptarían una devaluación del dólar oficial por el riesgo que implica en el actual proceso inflacionario.
Por otra parte, surgieron versiones de que Massa propone un impuesto nuevo para algunos bienes importados, lo que lo ayudaría a “cuidar” los dólares del Fondo y también a mejorar las cuentas públicas.
Economía pretendía que se adelantaran todos los giros entre junio y diciembre, unos US$ 10.600 millones en dos tramos.
En algún momento, incluso, se había especulado con un adelanto de US$ 1.800 millones más de 2024. El 31 de julio hay vencimientos por US$ 2.700 millones con el FMI.
Con información de Roberto Pico y José Calero, para la agencia NA.
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