A partir de agosto las prepagas aumentarán cada dos meses, regidas por un índice oficial
El Ministerio de Salud habilitó un nuevo aumento, del 22%, para las empresas de medicina prepaga, que estará repartido en las cuotas de mayo (8%), junio (10%) y julio (4%). Será el último ajuste derivado de una negociación directa entre las empresas del sector y la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS). De acuerdo con la resolución 867/2022, a fin de este mes debería estar constituído un índice que arrojará un porcentaje de ajuste bimestral para las tarifas.
El sector ya había sido autorizada para aplicar un ajuste de 21% repartido en enero, marzo y abril, por lo que acumula en 2022 una suba de 43%. Sin embargo, fuentes del sector aseguraron a elDiarioAR que las tres cuotas anteriores fueron destinadas a cubrir los aumentos salariales de las paritarias 2021 y a actualizar los aranceles de los prestadores.
Desde hace años que las empresas de medicina privada agremiadas en la Unión Argentina de Salud (UAS) denuncian una situación de “falta de sustentabilidad” del sistema, derivado de un supuesto atraso en las actualizaciones. Cabe recordar que el Estado interviene en la definición de las cuotas desde 2011, año en que se sancionó el “Marco Regulatorio de la Medicina Prepaga” vigente. Hasta ese momento, se trataba de un mercado regido por la oferta y la demanda.
“Veníamos advirtiendo que los aumentos otorgados llegaban tarde, con una incidencia muy baja en el año calendario”, dicen en el sector. “Muchos de los aumentos que se autorizaron fueron directamente a saldar los aumentos salariales del año previo, dado que es un sector de mano de obra muy intensiva. Además, los insumos, especialmente aquellos medicamentos de uso intensivo para casos graves de Covid-19, tuvieron aumentos del 500% en el último año”, agregaron.
El año pasado los prestadores amenazaron con institucionalizar un “copago” a cargo de los pacientes, dado que las prepagas no estaban garantizando los valores retributivos adecuados por sus prestaciones. El copago es una práctica ilegal, pero que actualmente existe bajo la forma de un acuerdo entre particulares. Es un “plus” de dinero que fija el profesional por su atención y que el paciente puede aceptar o no.
El Gobierno definió que, a fin de contar con una referencia para la autorización de aumentos a partir de agosto de 2022, “se construirá un índice en el que se reflejen adecuadamente las variaciones en la estructura de costos y determine los límites máximos de aumento que podrán aplicarse en forma periódica por las entidades del sector”.
El diseño del Indice de Costos de Salud está a cargo de la SSS y la Dirección de Economía de la Salud, y contemplará la evolución de los rubros de recursos humanos, medicamentos, insumos médicos y gastos generales que resulten significativos para el sector. De acuerdo con la normativa publicada, hay plazo hasta el 29 de mayo para publicarlo. A partir de agosto, las subas serán cada dos meses y tendrán como tope el número que arroje esa fórmula.
“Esto es bueno porque le da previsibilidad al sector, pero también al cliente que nunca sabe cuándo le aumentan. Aunque vamos a quedar con un atraso, creemos que va a ir ayudando a achicar la brecha”, apuntaron en el sector. Pese a las consultas de este diario, en la SSS no sumaron precisiones al respecto.
El precio de los medicamentos es un punto sensible en esta discusión. Según Rubén Sajem, director del Centro de Profesionales Farmacéuticos Argentinos (Ceprofar) en los primeros cuatro meses del año la canasta de fármacos más usados aumentó 23%. Desde enero de 2022 el Ministerio de Salud de la Nación implementó los precios de referencia para algunos medicamentos esenciales de uso crónico, pero Sajem considera que esta medida resultó “de poca aplicación y utilidad para la regulación de precios”.
Según precisa, los precios indicados como referencia estuvieron cercanos al precio del medicamento más caro en cada grupo terapéutico y los relevamientos muestran que permanece una gran diferencia de precios entre distintas marcas de medicamentos con igual principio activo genérico; diferencias que llegan hasta el 500% en medicamentos muy usados. “Tampoco se incentivó por parte de la autoridad sanitaria la prescripción por nombre genérico, verificándose que los médicos y odontólogos siguen incluyendo marcas comerciales en las recetas, que en general suelen ser las marcas más publicitadas y las más costosas”, sumó.
DT
0