En los primeros siete meses de Milei se perdieron en el país más de 182.000 puestos de trabajo formal
Un informe del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires revela una preocupante tendencia en el mercado laboral argentino: durante los primeros siete meses del actual gobierno, de Javier Milei (La Libertad Avanza), se han perdido más de 182.000 puestos de trabajo formal.
El cálculo surge de comparar la cantidad de asalariados registrados de junio de 2024 (10.138 millones de personas), último dato disponible de la Secretaría de Trabajo de la Nación, con la de noviembre de 2023 (10.320 millones), el último mes del gobierno del Frente de Todos, ya que Milei asumió el 10 de diciembre.
La caída en el empleo formal había empezado unos meses antes, en el gobierno de Alberto Fernández, con Sergio Massa de ministro de Economía. Pero ha sido constante desde octubre de 2023, acumulando nueve meses consecutivos de disminuciones. En total, el número de asalariados formales se ha reducido en más de 200.000, de acuerdo con el informe académico, lo que representa una disminución de casi el 2% en comparación con septiembre del año pasado.
El informe, coordinado por los investigadores Roxana Maurizio y Luis Beccaria, del Área de Empleo, Distribución e Instituciones Laborales (EDIL) del IIEP, destaca que en junio de 2024 había 10.138 millones de trabajadores asalariados registrados en la seguridad social, según datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA). Esta cifra incluye a empleados del sector privado, sector público y trabajadores en casas particulares.
En junio último, el número de ocupados formales se redujo un 0,1% respecto del mes anterior, lo que equivale a una pérdida de aproximadamente 12.000 trabajadores en tan solo 30 días.
Alrededor de la caída del 35% de los puestos de trabajo formal se produjo entre diciembre de 2023 y enero de 2024, con una pérdida de aproximadamente 73.000 puestos formales (-0,7%). Aunque las caídas en los meses siguientes fueron significativas, su intensidad disminuyó, con contracciones del 0,3% en marzo, 0,2% en abril y mayo, y 0,1% en junio.
Los investigadores señalan que este retroceso sitúa el número de asalariados formales en niveles similares a los observados a finales de 2022, siendo inferiores a todos los valores mensuales de 2023. Además, el informe detalla que la caída del empleo asalariado formal total en junio fue menos intensa que la observada en el empleo asalariado privado, debido a la estabilidad del empleo público y un leve crecimiento del empleo formal en casas particulares.
El informe también subraya que el salario mínimo continuó perdiendo poder adquisitivo en agosto, situándose entre los valores más bajos desde enero de 1991. Asimismo, el salario promedio de los trabajadores formales del sector privado no ha logrado recuperar los niveles de noviembre de 2023.
El empleo formal del sector público experimentó cuatro fases bien marcadas desde fines del año pasado. Entre diciembre de 2023 y enero de 2024 se produjo una abrupta contracción de casi 34.000 puestos (equivalente a -1%). En febrero se produjo un muy leve rebote, mientras que entre marzo y mayo se observó una nueva fase decreciente. En junio no se registró un cambio significativo.
El total del empleo formal público del mes de junio (casi 3,5 millones) fue 0,2% inferior al valor de igual mes de 2023. Es decir, la tendencia negativa durante este año más que compensó la evolución alcista verificada durante 2023.
Más datos del informe
• En junio de 2024, 6,24 millones de trabajadores eran asalariados formales en empresas privadas (excluyendo el empleo en casas particulares). Esta categoría de empleo registró en el mes de junio su décima caída consecutiva, comenzando su evolución decreciente un mes antes que el empleo asalariado total.
• La mirada de largo plazo permite dimensionar la magnitud de la caída de estos puestos de trabajo: la variación porcentual en enero del corriente año solo fue superada —a lo largo de los últimos 15 años— en los meses de marzo y abril de 2020 cuando se registraron los impactos económicos y laborales más significativos de la pandemia por COVID-19.
• Durante el mes de junio, la caída del empleo asalariado privado fue casi generalizada en términos sectoriales: en 9 de los 13 sectores considerados se observó una variación negativa.
• Los sectores con mayores contracciones de empleo fueron Construcción (-0,8%), Suministro de Electricidad, Agua y Energía (-0,8%) e Industria Manufacturera (-0,4%).
• La contracción en la Industria se suma a las que venía experimentando el sector desde septiembre de 2023. Durante este período se perdieron alrededor de 31.000 puestos formales, representando una caída del 2,6% respecto del nivel de agosto.
• La Construcción ha sido expulsora de empleo desde mediados de 2023. A junio de 2024 acumulaba 13 meses consecutivos de caída. La contracción del empleo en este sector se fue intensificando sistemáticamente desde junio de 2023 hasta alcanzar la máxima caída mensual, del orden del 4,5%, en enero de 2024. Posteriormente, las tasas de caída fueron inferiores a ese registro, pero continuaron siendo elevadas en términos históricos.
• Los únicos tres sectores que aumentaron el número de ocupados durante junio fueron Intermediación Financiera (+0,3%), Minería (+0,2%) y Servicios Personales (+0,1%). Al igual que en el mes anterior, Comercio mantuvo el volumen de empleo sin cambios.
• Si se toman las provincias, la reducción del empleo en junio fue casi generalizada geográficamente. Las excepciones fueron Neuquén (+0,8%) y Río Negro (+0,7%), que registraron aumentos, y Mendoza que no mostró variaciones.
• Las provincias que experimentaron las mayores reducciones fueron La Rioja, Formosa y San Juan, con caídas de entre 1% y 1,9%.
• Sin embargo, han sido la provincia de Buenos Aires, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y la provincia de Córdoba las que explicaron durante el mes de junio la mayor parte de la variación negativa del empleo formal privado total. Sus contribuciones fueron 33%, 26% y 7%, respectivamente. En los dos primeros casos, estas contribuciones fueron levemente superiores al peso del empleo provincial en el empleo asalariado privado total (32% y 24%, respectivamente). Lo contrario sucedió en Córdoba, que da cuenta del 8,4% de este total.
El Salario mínimo, vital y móvil
• Siguiendo la tendencia iniciada en 2011, el poder adquisitivo del salario mínimo, vital y móvil (SMVM) continuó deteriorándose. Sin embargo, la pérdida real se intensificó en los últimos meses.
• De la mano de la aceleración inflacionaria, en diciembre de 2023 se contrajo un 15%, seguido por una caída aún mayor, del 17%, en enero de este año.
• Entre febrero y mayo, el incremento nominal acompañó la inflación, por lo cual no se observaron reducciones adicionales. En el mes de junio se produjo una nueva caída, seguida por cierta recuperación en julio y una nueva contracción en agosto.
• Desde noviembre de 2023 hasta agosto de 2024, el salario mínimo real acumuló una caída de 26,5%.
• La tendencia decreciente previa, conjuntamente con la fuerte contracción de estos meses, ubica al salario mínimo entre los valores más bajos de la serie, a excepción de los primeros años de la convertibilidad y luego de su colapso en 2002/2003. Asimismo, implica una erosión del 59% respecto del valor máximo de la serie, en septiembre de 2011.
JJD
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