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Bomberos privados: la última bala de los ricos para salvarse cuando todo arde en Los Ángeles

Un grupo de personas observa las llamas en Palisades

Javier Biosca Azcoiti

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“Otra cosa que la gente puede hacer para salvar sus casas, y no es barato, es la protección privada contra incendios”, decía el presentador de la televisión de San Francisco KRON 4 mientras daba paso a uno de esos bomberos privados. Los peores incendios de la historia de Los Ángeles mataron a 24 personas, desplazaron a 150.000 y devoraron o dañaron 12.000 edificios. Ante el avance imparable de las llamas, los más ricos están empezando a recurrir a brigadas de bomberos privados para salvar sus propiedades mientras el resto arde. 

Uno de esos multimillonarios es Rick Caruso, exrepublicano convertido en demócrata y quien perdió las elecciones frente a la actual alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, pese a haber gastado 11 veces más que ella durante la campaña.

Mientras Caruso denuncia en la televisión que Los Ángeles parece “un país del tercer mundo” por la falta de recursos y mientras anuncia una donación de 5 millones de dólares a la Fundación del Departamento de Bomberos de la ciudad, el empresario contrató un servicio privado de bomberos para proteger su centro comercial en Palisades y su casa.

“Nuestra propiedad se mantiene en pie. Todo lo de alrededor ha desaparecido. Es como una zona de guerra”, declaraba en una entrevista a The New York Times. Entre las calles de su centro comercial al aire libre se pueden ver varios camiones cisterna con agua listos para proteger el perímetro. Otras mansiones de la zona también tienen vehículos de este tipo de contratistas defendiendo a sus clientes. Todo ello generó un fuerte debate sobre el funcionamiento de un sistema en el que por momentos incluso las bocas de incendios que utilizan los bomberos públicos se quedaban sin agua.

El empresario Keith Wasserman, quien previamente había pedido a Trump en redes sociales reducir a la mitad los impuestos, hizo una petición a sus seguidores en X: “¿Alguien tiene acceso a bomberos privados para proteger nuestra casa en Pacific Palisades? Necesitamos actuar rápido. Todas las casas de los vecinos se están quemando. Pagaré lo que sea. Gracias”.

Por su parte, las denuncias de Caruso, que fue comisario de la junta de agua y electricidad de Los Ángeles, lo convirtieron en uno de los protegidos de Elon Musk por sus críticas a la actual alcaldesa, apoyada por Barack Obama. “Debido al déficit presupuestario del Cuerpo de Bomberos de Los Ángeles, que les dejó sin recursos suficientes, lo inconcebible se ha hecho realidad”, decía el rico empresario en su comunicado sobre la donación de 5 millones de euros.

Lo cierto es que la alcaldesa aprobó un recorte al Departamento de Bomberos en el último presupuesto, aunque posteriormente firmó un contrato con ellos que les proporcionaba nuevos fondos para subir salarios y beneficios sanitarios. Sin embargo, esos recortes iniciales sí supusieron limitaciones operativas, tal y como denunció el departamento pocas semanas antes del incendio.

El servicio de bomberos se vio totalmente sobrepasado ante un desastre de una magnitud sin precedentes.  “No hay suficientes bomberos en todo el condado de Los Ángeles para abordar incendios de esta magnitud”, dijo directamente el jefe de bomberos del condado, Anthony Marrone, la semana pasada. Y el sistema genera soluciones a cualquier necesidad con posibilidades comerciales.

Un equipo de dos bomberos privados con un vehículo pequeño puede costar 3.000 dólares al día y un equipo de 20 personas con cuatro camiones cuesta 10.000 al día, explicaba a The New York Times el vicepresidente de una de estas compañías.

Tradicionalmente, las compañías privadas de bomberos dieron servicio a entidades públicas y a empresas aseguradoras, que son el grueso de sus clientes, pero cada vez son más los casos de protección personal cuando ocurre un desastre como el actual. 

El negocio empezó a emerger en EEUU en los años 80, “una época de reducción de los presupuestos de las agencias y de aumento de la incidencia de los incendios forestales. Antes de eso, casi 30 años del periodo más húmedo y frío de los últimos 100 años llevaron al Servicio Forestal de EEUU a reducir su capacidad de extinción de incendios de 1.200 a 500 cuadrillas”, señala la National Wildfire Supression Association, que reúne a más de 250 de estas compañías privadas en todo el país.

“Desde 1980, la sequía y la expansión de la interfaz urbano-forestal han afectado drásticamente a la frecuencia, el tamaño y la intensidad de los incendios. Esta situación se ha visto agravada por la reducción presupuestaria de los efectivos de agencias [públicas] en los últimos 18 años”, añade.

Empresas privadas que “van por libres”

La asociación calcula que actualmente el 40% de todos los recursos en EEUU los proporcionan estas empresas. Lo cierto es que el sistema público de bomberos en EEUU depende notablemente de voluntarios. El 65% de todos los bomberos en el país son voluntarios. Solo el 14,7% de los departamentos de bomberos del país se componen en su totalidad o en su mayoría de bomberos profesionales. Por su parte, el Departamento de Bomberos de Los Ángeles confirmó a elDiario.es que no utiliza voluntarios. Según datos de Marrone, en total hay alrededor de 9.000 bomberos entre el Departamento de Bomberos de la ciudad y otras 29 agencias.

Al margen de las cuestiones morales y las necesidades de mercado en un sistema público insuficiente, la actuación de los bomberos privados en ocasiones también fue criticada. En 2020 la policía detuvo durante horas a una de estas unidades acusada de no abandonar una zona de evacuación y de comenzar fuegos controlados —para proteger determinadas zonas—. “Pero hemos salvado una montaña entera que los bomberos de California creían desaparecida. Quieren ser sólo ellos. Si pueden sentar precedente echándonos, entonces pueden decirle a cualquiera que se vaya”, dijo entonces el dueño de la empresa en cuestión, que negó haber iniciado fuegos controlados.

Paseándose por los restos de ese incendio de 2020 para un documental de Vice, el empresario en cuestión, Ryan Bellanca, decía: “Desafortunadamente, la casa de esta gente se quemó. No eran clientes. Si hubiesen tenido un camión ahí, la casa se podría haber salvado”. 

“Los bomberos privados protegen tu casa o tu propiedad, pero no están ahí para todo el barrio como están los bomberos. Pueden no estar en el mismo plan que tienen los bomberos desplegados en el incidente y ello trae todo un conjunto de problemas”, sostenía Brian Rice, presidente de la asociación de bomberos profesionales de California. “Van por libre, no son formados con los mismos estándares… No son un activo, sino un pasivo. Están aquí solo para ganar dinero”, añadía.

Bellanca sostenía entonces que “es imposible que el Departamento de Bomberos de California sea capaz de parar, controlar o ayudar a cada persona en el estado”. “Si no llegas a esa gente, ¿no tienen el derecho de protegerse ellos mismos o contratar a alguien para ello?”.

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