![EN OTRO ORDEN DE COSAS](https://static.eldiario.es/eldiario/public/file/2023/0830/00/bandera-trans-9984ee6.png)
Detrás del humo, el fuego
![En Corrientes se estima que hay más de 200.000 hectáreas quemadas.](https://static.eldiario.es/clip/10998438-7117-455b-852e-27c430084437_16-9-discover-aspect-ratio_default_0.jpg)
Durante estos últimos días, justo después de una marcha antifascista multitudinaria convocada por la comunidad LGTBIQ+ a la cual se adhirieron otros muchos sectores de la sociedad, el Presidente modificó por decreto la Ley de Identidad de Género. También planea –y también por decreto– eliminar la vigencia del DNI no binario. Somos el chivo expiatorio: la Presidencia vende humo con noticias y decretos distractores que continúan atacando nuestra existencia como diversidad, mientras el humo es en realidad el del fuego que está incendiando los bosques de al menos cuatro provincias de nuestro país.
Las llamas ya han quemado cerca de 20.000 hectáreas en las provincias patagónicas de Río Negro, Neuquén y Chubut. Y también está bajo fuego Corrientes, con más de 200.000 hectáreas arrasadas. En zonas como Aluminé, Epuyén, El Bolsón, Bariloche, Puerto Madryn, está confirmado que prácticamente todos los focos ígneos responden a un accionar intencional, en varios casos pudieron incluso encontrarse sus orígenes: fogatas destinadas a quemarlo todo. También se han reiniciado fuegos que ya habían logrado apagarse.
El equipamiento para apagar el fuego no es suficiente, los recursos tampoco. ¿Cómo es posible que no tengamos lo necesario para poder equipar a bomberos y brigadistas, en un país con un territorio tan extenso y que se sabe tan propenso a incendiarse? En lugar de comprar aviones hidrantes, y sabiendo que muchas veces —como ahora mismo—, los caminos están bloqueados para los camiones, se ha elegido invertir en aviones de guerra inútiles, desechos de otros países. Asimismo, las políticas de desfinanciamiento del gobierno actual no solo han afectado a jubiladxs, Espacios de Memoria, espacios de salud pública, ministerios, museos; el vaciamiento llegó también a brigadistas, bomberos y guardaparques del sur argentino. Los Parques Nacionales fueron vaciados y abandonados. Sin mencionar que el mismo Presidente, en uno de sus discursos, prometió dejar sin efecto la Ley de Manejo del Fuego, aquella que protege ecosistemas y prohíbe que las áreas afectadas por incendios forestales sean destinadas a emprendimientos tanto inmobiliarios como agropecuarios. Una vez más, las palabras de lxs dirigentes se ven reflejadas en las acciones de quienes ambicionan un éxito personal a costa de la destrucción de existencias ajenas y, en este caso, de nuestro planeta.
La comunidad entera de cada zona está acudiendo a contener e intentar apagar los incendios. Lxs patagónicxs, aquellas personas que como nadie sienten el dolor de ver su casa en llamas, sus casas construidas y también el bosque, los lagos, los ríos que habitan, dejan su corazón en todo lo que pueda ayudar. Rezan por la lluvia, trabajan sin descanso. Ante esto, las fuerzas de seguridad deciden detenerlxs: concretamente, detuvieron a un grupo de brigadistas voluntarios, acusándolos falsamente de iniciar un fuego. Lxs vecinxs que los conocían pidieron por su liberación. Esto no es solo un detalle, ninguna acción que atrase el cese del fuego es inocente. Mientras tanto, la ministra de seguridad de la Nación, de viaje en Disney.
Los medios de comunicación no se quedan atrás en la negligencia. Mientras que los incendios sucedidos en los Estados Unidos durante el mes de enero fueron televisados las 24 horas del día en nuestras pantallas, los fuegos nacionales no horrorizan a nadie y no reciben ni un cuarto de esa atención.
Estamos frente a un claro mecanismo para poder vender el país; estos incendios no hacen más que preparar el terreno, limpiarlo para “armar” esa zona, aún virgen, y casualmente tan turística. Es a partir de esta reflexión que pienso en cómo los incendios nunca llegan, por ejemplo, a la estancia Lago Escondido, en la ciudad de Río Negro: un territorio de 12.000 hectáreas que el británico Joe Lewis compró en los años 90 para luego comenzar a impedir el acceso. Los grandes millonarios, tanto de Argentina como de otros países, no sufren las consecuencias de estos fuegos, y esto no es una casualidad. Así es como funciona el nuevo colonialismo, guiado por transacciones de tierra por falsa riqueza, sostenido por una profunda deslealtad hacia nuestros propios recursos naturales.
En tanto acciones que busquen dar lucha institucional a esta destrucción, supe que el Frente de Izquierda presentó un Proyecto de Ley para declarar la Emergencia Nacional por los incendios en la Patagonia, que abarca el pedido de mejores condiciones para brigadistas y un presupuesto y un fondo de emergencia, entre otras cosas. Por nuestra parte, quienes estamos atentxs a las luchas que está dando el pueblo argentino en resistencia a la brutalidad gubernamental, tenemos que sumarnos a todo lo que ayude, informarnos sobre los distintos puntos de acopio, conocer y difundir los alias que se dieron en redes para poder donar, asistir a eventos destinados a la recaudación de fondos para enviar a las organizaciones.
El cambio está en nosotrxs, #TodoFuegoEsPolítico.
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