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La dueña del cadalso

La “guillotina” de Karina Milei también disciplina a Santiago Caputo

Javier Milei, Santiago Caputo y Karina Milei se abrazan luego de la firma de afiliación a La Libertad Avanza del asesor presidencial.

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“Dicen que mi hermana tiene una guillotina, bueno sí, tiene una guillotina. Usted hace cosas en contra de los parámetros que nosotros tenemos: guillotina”. La definición de Javier Milei en su entrevista reciente con A24 no dejó margen para la duda: en La Libertad Avanza nada puede salirse del libreto. Si eso sucede, allí estará Karina Milei para “ejecutar” a quien no se encuadre. El caso más resonante de los últimos días fue el del legislador porteño Ramiro Marra, pero el “decapitamiento” del titular de la Anses, Mariano de los Heros, y de la embajadora ante la OEA, Sonia Cavallo, acrecentaron la incertidumbre puertas adentro del gabinete.

El cadalso nunca llega a estar vacío y la lista de virtuales ajusticiados se abulta con el correr de las semanas. Desde su rol como secretaria general de la Presdiencia, Karina no se anda con improvisaciones. Los recientes movimientos en la Casa Rosada –como el traslado de la Vicejefatura de Gabinete a un anexo y la centralización de la estructura de Prensa bajo el mando de Manuel Adorni– revelan su capacidad para redefinir la configuración del poder, asegurando que las piezas clave del tablero político respondan directamente a su autoridad. En esta dinámica, los despachos no son simples espacios de trabajo, sino pruebas de confianza.

Es que, pese a que oficialmente los cambios responderían a cuestiones logísticas, dentro del Gobierno hay quienes ven en el desplazamiento del vicejefe de Gabinete, José “Cochi” Rolandi, una señal de desconfianza. “Karina necesita centralizar el mando y evitar filtraciones indeseadas”, deslizaron fuentes oficiales a elDiarioAR. No pocos recuerdan que una de las razones detrás de la salida del exministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro, la primera baja de peso del gabinete de Milei, fue precisamente la supuesta distribución de información acerca de las reuniones del Presidente con su equipo.

Karina es hoy el cerebro organizador del mileísmo, una figura de poder que combina firmeza política y un marcado sentido del control. Pero su estilo, que mezcla racionalidad con toques místicos, queda en evidencia en decisiones que trascienden lo meramente administrativo. Por ejemplo, la limpieza energética de la oficina que dejó Eduardo Serenellini, el exsecretario de Medios, utilizando palo santo y vinagre. Una expresión simbólica del poder que ejerce sobre cada rincón del Gobierno.

Triángulo de tensión

Como es sabido, en el corazón del poder libertario, un “triángulo de hierro” estructura las decisiones que marcan el rumbo de la Argentina gobernada por Javier Milei. Está compuesto por Karina Milei, la secretaria general de la Presidencia y hermana del mandatario; Santiago Caputo, el asesor presidencial todopoderoso; y el propio Presidente, quien, aunque aparentemente distante del día a día, sigue siendo el árbitro final de un juego político donde las lealtades y los desafíos se entrecruzan constantemente.

Mientras Karina ajusta el funcionamiento interno del Gobierno a través del disciplinamiento, Caputo opera desde su despacho en el Salón Martín Fierro, convertido en el centro de las decisiones estratégicas del oficialismo. Sin embargo, su autonomía empieza a generar tensiones. La confianza que Milei deposita en su asesor para actuar con independencia es interpretada por algunos como un cheque en blanco, lo que alimenta sospechas sobre la verdadera dimensión de su poder.

La reciente decisión de instalar un miembro de la Casa Militar para custodiar la puerta del despacho de Caputo, que el propio asesor en un principio desconocía, fue una muestra del alcance de la influencia de Karina. Este movimiento no solo aumentó el monitoreo sobre uno de los espacios clave de Balcarce 50, donde funcionarios y políticos de todos los colores entran y salen, sino que dejó entrever un posible recelo hacia la figura del estratega todoterreno, cuya relación fluida con la prensa genera incomodidad en figuras como Manuel Adorni.

Lo cierto es que Karina, con su estilo meticuloso, no deja nada al azar, y sus recientes decisiones parecen estar encaminadas a mantener a Caputo dentro de los márgenes que ella misma definió. La afiliación formal del asesor a La Libertad Avanza en la Ciudad de Buenos Aires fue un gesto que buscó reducir tensiones internas. El año pasado, la aparición de la agrupación “Las Fuerzas del Cielo”, vinculada a Caputo y liderada por el “Gordo Dan” y Agustín Romo, había alimentado los rumores sobre un eventual armado paralelo al oficialismo en territorio bonaerense, una avanzada que, por el momento, parece haberse apaciguado.

Encuadramiento

Al alinearse oficialmente con la estructura partidaria comandada por Pilar Ramírez, el asesor protagonizó un acto de encuadramiento bajo la órbita del “karinismo”. Un guiño que terminó de confirmar su voluntad de ajustarse al esquema que comanda “El Jefe”, aunque sin despejar del todo las suspicacias sobre el equilibrio de poder entre los distintos actores de la mesa chica mileísta. También resultó complejo en términos personales: se trató de un nuevo desaire hacia la figura de su “amigo” Ramiro Marra, el legislador porteño a través de quien conoció a Milei en 2021.

La intención de Karina es expandir la base orgánica del oficialismo. Sin ir más lejos, otra figura que se afilió a La Libertad Avanza fue José Luis Espert. Este jueves pisó la Casa Rosada para firmar la ficha que lo convirtió oficialmente en miembro del partido en la provincia de Buenos Aires. Con la venia tanto de la hermanísima como de Sebastián Pareja, su mano derecha en el armado bonaerense, el economista suena como posible primer candidato a diputado nacional en las tierras gobernadas por Axel Kicillof.

En este delicado equilibrio político, el rol de Javier Milei resulta crucial. Aunque públicamente expresa su plena confianza en Caputo, nada descarta que la influencia que ejerce Karina sobre él pueda eventualmente inclinar la balanza si las tensiones latentes entre ambos se desatan. Por ahora, el Presidente mantiene una distancia calculada, dejando que las pugnas internas sigan su curso. Sin embargo, los recientes movimientos de su hermana parecen ser tanto un afianzamiento de su posición dentro del Gobierno como una advertencia para quienes intenten desbordar los límites que ella misma supo trazar.

En la Casa Rosada, donde cada despacho es un símbolo de poder y cada jugada una señal política, la dinámica del “triángulo de hierro” no pierde funcionalidad. Por el contrario, pese a los roces, parece consolidarse cada vez más con el correr de la gestión. El verticalismo de Karina, la autonomía de Caputo y la presencia lateral de Milei dibujan los ejes de un gobierno que se mueve entre la precisión estratégica y la incertidumbre permanente. La definición de las listas electorales será un prueba de fuego.

PL/MG

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