Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
PRESIDENCIALES EN BRASIL

Casi 2 millones de personas en línea para un debate con resultado incierto: Bolsonaro sin filtro, Lula moderado

Jair Bolsonaro y Lula Da Silva en el debate presidencial

Eleonora Gosman

San Pablo —

0

Los modales cuidadosos que debían caracterizar la actitud del presidente Jair Bolsonaro, de los que tanto habían hablado sus propios asesores de campaña, duraron muy poco. En cuanto llegó a los estudios de la emisora Bandeirantes, atacó con epítetos insultantes a su opositor Luiz Inacio Lula da Silva. “No voy a apretar la mano de un ladrón” declaró ante casi un centenar de periodistas, acreditados para presenciar el debate. El jefe de Estado estaba acompañado por sus ministros Fabio Faria y Ciro Nogueira. Con indisimulada temeridad, volvió a repetir algo de lo que se había jactado cuatro días atrás: “Nunca vi a una persona pidiendo comida en una panadería o restaurante”.

Al llegar al edificio de la TV, Fernando Haddad, candidato a gobernador del estado de San Pablo por el Partido de los Trabajadores, lamentó el clima de ansiedad generada por la actitud presidencial. “Espero que sea un debate de propuestas, pues están en juego dos visiones radicalmente diferentes”. Si fue visible que el debate tendría momentos álgidos desde los primeros momentos, quedó claro en cuanto empezó la primera parte. Por ejemplo, el presidente brasileño consiguió un cambio en las posiciones en el set para quedar lejos del líder petista: en el medio fue ubicada la candidata Simone Tebet, del Movimiento Democrático Brasileño, que cuestionó la radicalización que se insinuaba. Según los asesores de Bolsonaro, fue un pedido de su Gabinete de Seguridad Institucional el que demandó establecer esa distancia, presuntamente para evitar que hubiera “malentendidos” entre los adversarios.

En su primera intervención, Bolsonaro cuestionó de nuevo a la Justicia Electoral por defender el sistema de elecciones. Lula, en cambio, apostó a la educación: “La pandemia dejó un fuerte atraso educacional. Lamentablemente, la educación fue abandonada en este país”. Ciro Gomes, que fue gobernador del Estado de Ceará y ahora se postula por el Partido Democrático Laborista, afirmó que “hubo una brutal falta de financiación en el sector educativo”.

A Bolsonaro le tocó hacer la primera pregunta y fue dirigida precisamente a su gran oponente, que lidera en todas las encuestas. Su interrogante, como era de esperar, giró alrededor de la corrupción y del caso conocido como “mensalao”, que involucró a la empresa estatal Petrobras. Lula replicó: “De vez en cuando tenemos que creer que nada sucede por casualidad. Sabía que él me iba a preguntar eso. No se pueden citar números mentirosos, como ha hecho el presidente”.

Enseguida insistió que fue gracias a hacer votar las leyes de transparencia y contra el lavado de dinero que fue posible “revelar los casos de corrupción”. “El país que dejé es un país que el pueblo echa de menos”, afirmó el ex presidente brasileño, quien acusó a Bolsonaro de haber destruido ese modelo. Ante esa respuesta, el actual presidente contra-atacó: “Su gobierno fue el más corrupto de Brasil”.

Le tocó a los otros postulantes hablar del actual gobierno, marcado por casos delictivos, tanto en el Ministerio de Salud como en el de Educación, sectores que sufrieron recortes de los respectivos presupuestos. Ciro Gomes acusó a Bolsonaro: “Presidente, usted habla muchos absurdos. Pero quedé particularmente en choque cuando usted dijo que Brasil no tiene gente con hambre. Cualquier persona que va por las calles, sabe que el hambre afecta a millones de brasileños”.

Como era de esperar, el presidente respondió con números sobre la inflación: “La de Brasil está entre las menores del mundo. Además, estamos colaborando con la generación de empleo y diminución de la cantidad de gente en extrema pobreza”. Uno tras otro, los demás presidenciables replicaron esa visión. Casi sin excepción sostuvieron que la educación y la salud pasan por el peor momento de las últimas décadas.

EG

Etiquetas
stats