Alberto Fernández asumió la presidencia de la Celac, que apoyó la negociación con el FMI y expuso las tensiones en América Latina
La elección de Argentina quedó confirmada por consenso esta mañana en la XXII reunión de cancilleres de los países miembros de la Celac, que se llevó adelante en el Palacio San Martín, y contó –entre aplausos– con el apoyo incluso de los representantes de Cuba, Venezuela y Nicaragua, tres países que dividen aguas en la región. El gobierno de Daniel Ortega finalmente avaló la candidatura del país, pese al cuestionamiento que la Casa Rosada había hecho al régimen sandinista de exigir el respeto a los derechos humanos.
“Quiero dar las gracias por el apoyo que la Argentina ha recibido en la negociación con el FMI. Uno se siente mucho más fuerte sabiendo que los hermanos latinoamericanos y caribeños lo están acompañando”, dijo el Presidente, que asistió a la sede de la Cancillería al filo del cierre del plenario de diplomáticos, que pese al tono cordial entre los invitado dejó expuestas las tensiones actuales de la región.
“Celac no nació para oponerse a alguien o para enfrentarse con alguna de las instituciones existentes; no nació para inmiscuirse en los países. sino para promover un foro entre nosotros mismos”, señaló Fernández, en una respuesta ante las críticas de que el foro le haría sombra a la OEA, organismo americano donde tiene mucho peso Estados Unidos y que también integra Canadá.
El Gobierno aspira a que la Celac le permita a Alberto Fernández “ganar vidriera internacional”, sobre todo en el marco de la discusión por la deuda, según confiaron cerca a Cafiero a elDiarioAR. La agenda regional estará marcada por la pandemia y, en su presentación formal, el canciller Santiago Cafiero presentó una agenda de 15 puntos que el país llevará adelante durante los próximos doce meses, basados en incentivar la mutua colaboración entre los países en temas políticos, económicos, sanitarios, ambientales y de género, entre otros. “La Celac es un foro a medida de nuestra región, que está en paz”, apuntó el funcionario, y agregó el objetivo de plantear “una integración no como un mecanismo tecnocrático, sino con herramientas sustentadas en el sentir popular”.
Aval unánime y tensiones latinoamericanas
Cafiero fue el anfitrión de una cumbre que durante tres horas mantuvieron los 19 cancilleres y seis vicecancilleres que llegaron a Buenos Aires, entre otros diplomáticos. “Este es el ámbito por excelencia de Latinoamérica y el Caribe, que promueve el diálogo sin exclusiones”, expresó al recibir de mano del mexicano Marcelo Ebrard la presidencia del bloque regional. Detrás suyo ceremonial de Cancillería había instalado las banderas de todos los países latinoamericanos, incluida la de Brasil.
Argentina aspiraba a presidir la Celac el año pasado, pero fracasó cuando durante la crisis post-PASO expulsó del Gobierno a Felipe Solá, en medio de una misión especial hacia México, justamente por la Celac. Finalmente, la buena relación entre Fernández y Andrés Manuel López Obrador le permitió al país ganar tiempo y aplazar hasta hoy la asunción al frente del bloque. Alberto Fernández se aseguró el apoyo unánime de los miembros del bloque anoche en la cena de honor que brindó a los diplomáticos extranjeros, a puertas cerradas, en el Centro Cultural Kirchner.
“Nicaragua reconoce la labor de México en la Celac y extiende su solidario apoyo a la Argentina para que asuma la presidencia pro témpore”, expresó el canciller del país centroamericano, Denis Moncada, al tomar la palabra en el plenario de diplomáticos, ratificando así el aval de todos los países miembros a la candidatura argentina. Marcaba un cambio en la estrategia exterior del régimen de Ortega, que se abstuvo en diciembre pasado cuando la Argentina fue elegida al frente del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Aunque con un tono más protocolar y menos polémico que el clima que se vivió en la cumbre de presidentes de la Celac en México, donde hubo explícitas acusaciones cruzadas entre los mandatarios de Uruguay y Paraguay, por un lado, y Venezuela y Cuba, por otro, la reunión en Buenos Aires no evitó que se expongan las tensiones latinoamericanas.
De hecho, antes de la cumbre, abordado por la prensa al ingresar al Palacio San Martín, Ebrard remarcó que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador le pidió a EEUU impulsar un organismo de integración continental similar a la Unión Europea, porque “la OEA ya es muy anticuada y está vinculada a otro tipo de políticas”. México presidió la Celac durante los últimos dos años, y a modo de conclusión en su exposición en el plenario Ebrard señaló avances como la fabricación de la vacuna contra el Covid-19 AstraZeneca producida conjuntamente con Argentina y la creación de la Agencia Latinoamericana de Cooperación Espacial.
Para la gestión 2022, la Casa Rosada ya recibió una primera exigencia y tendrá que manejar disputas geopolíticas desde hace años en la región. El gobierno de Nicolás Maduro, en boca de su canciller Felix Plasencia, le pidió crear la secretaría general de la Celac “para dinamizar el intercambio entre todos los países de la región”. El régimen bolivariano también reclamó contra Estados Unidos el fin del bloqueo mantenido contra Cuba y Venezuela, y denunció al bloque presidido por Luis Almagro, acusado por el golpe de Estado en Bolivia. “Deseamos que la membresía de la Celac sume fuerzas contra las medidas coercitivas unilaterales. No puede existir un bloqueo contra países hermanos aquí presentes”, se quejó Plasencia.
Del otro lado de la postura bolivariana se paró Colombia, aliado histórico de EEUU en Sudamérica. “La Celac no sustituye, sino que complementa la OEA”, dijo al tomar la palabra la representante colombiana, María Carmelina Londoño, viceministra de Asuntos Multilaterales del gobierno de Iván Duque. “Colombia rechaza la afirmación de que fortalecer a Celac va en la línea de enterrar a la OEA. Nos parece una equivocación descomunal y una gran irresponsabilidad con nuestras naciones”, completó la diplomática, que en su discurso confundió la OEA con la DEA, la Administración de Control de Drogas de la Casa Blanca.
La agenda nacional argentina también se hizo eco entre los representantes extranjeros. “México respalda las negociaciones argentinas frente al FMI y exigimos que no le impongan restricciones a su crecimiento económico”, planteó el canciller mexicano, mensaje que repitió en una declaración ante prensa que compartió con Cafiero al finalizar la cumbre, pero en la que no se permitieron preguntas de los periodistas.
A su vez, el titular del Palacio San Martín argentino también había agradecido a las delegaciones presentes el apoyo que siempre ha tenido la región con la causa Malvinas. “Este año se van a cumplir 40 años del conflicto en el Atlántico Sur y seguir contando con el acompañamiento y el entendimiento de que el reclamo de la soberanía argentina se hace en paz y por las vías diplomáticas, fortalece la posición de Argentina para buscar una salida negociada con el Reino Unido como establece Naciones Unidas”, señaló.
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