La Boleta Única de Papel tiene los votos para ser sancionada, tras un acuerdo entre el Gobierno, aliados y gobernadores
La reforma electoral que impulsa el Gobierno y la oposición blanda para implementar la Boleta Única de Papel (BUP) entró en terreno de definición para su sanción por parte del Congreso. Una cumbre política informal en el despacho de Martín Menem y una posterior reunión plenaria de las comisiones de Asuntos Constitucionales, Justicia, Presupuesto y Hacienda de Diputados fueron las instancias en las que se aceptó este lunes por la tarde-noche los cambios que ya se aprobaron en el Senado semanas atrás. Así, hay acuerdo mayoritario para que este martes en el recinto se sancione un nuevo sistema de votación nacional que comenzaría a regir en 2025.
Básicamente lo que se va a votar este martes en Diputados es que en las próximas elecciones, en los cuarto oscuro, ya no se encuentren las tradicionales tiras partidarias con los candidatos de determinada fuerza, sino que ahora cada votante recibirá de manos de la autoridad de mesa una hoja con todos los candidatos de todos los sellos electorales juntos. Allí se tendrá que marcar con una birome qué candidato para cada cargo se elige. La BUP, con distintas modalidades, ya se usa en diferentes provincias para las elecciones locales. El modelo que se adopte a nivel nacional sería el mendocino.
El proyecto que obtuvo dictamen de mayoría este lunes también plantea que es la Cámara Nacional Electoral la responsable de diseñar las BUP; mientras que las Juntas Electorales Nacionales serán las encargadas de adaptar la boleta a la oferta electoral de cada distrito. En tanto, el Ministerio de Interior, a través de la Dirección Nacional Electoral (DINE) es responsable de imprimir y distribuir las boletas. Ya no serán más los partidos políticos los encargados de reportes las tiras a medida que se acaben en los cuartos oscuros.
El panoficialismo asegura que ahora no se robarán más boletas, la principal crítica al peronismo. Desde Unión por la Patria acusaron de que “está en riesgo el sistema democrático”, como planteó Germán Martínez. La nueva boleta además no quitará que los partidos políticos tengan que movilizar una gran cantidad de fiscales para controlar la elección en cada mesa de votación.
La rosca por la BUP
El oficialismo selló finalmente con el PRO, la UCR, Encuentro Federal de Miguel Pichetto, la Coalición Cívica e Innovación Federal aceptar el modelo que votó la Cámara alta, que dispuso quitar el casillero en blanco con la opción de votar lista completa, uno de los reclamos de los partidos provinciales. La Cámara baja entonces no insistirá con el proyecto original que se votó en 2022. Aunque sería una avanzada con muchos autores, la Casa Rosada buscará arrojarse el triunfo político por la BUP, en medio de una coyuntura tormentosa para la gestión de Javier Milei.
La definición se supo al filo de las 18 de este lunes, cuando al comenzar el plenario de comisiones los opositores dialoguistas decidieron avanzar con el proyecto tal cual se votó en el Senado el 12 de septiembre pasado. No era la intención de los bloques exsocios de Juntos por el Cambio, pero la resistencia a aceptar la modificación hacía peligrar el quórum para la sesión de este martes, agendada para las 11.30. “Se va a respetar a los gobernadores”, apuntó una voz parlamentaria al tanto de las negociaciones reservadas. “Era eso o que no hubiera Boleta Única”, planteó otro operador.
La fumata blanca salió del despacho del titular de Diputados. Los aliados a La Libertad Avanza no tuvieron qué contraoferta hacerle al bloque de Innovación Federal, que representa a los diputados de los gobernadores de Misiones, Salta y Río Negro, que habían logrado imponer su visión en el Senado. En esas provincias creen que, en caso de una elección para presidente, si existe un botón de lista completa, tendrán menos competitividad los sellos electorales que no presenten candidato a la Casa Rosada. El año que viene, sin embargo, no hubiera tenido un impacto mayúsculo porque al ser un comicio legislativo hay distritos que solo tendrán candidatos a diputados, mientras otros votarán diputados y senadores. “Hay tiempo hasta 2027 para proponer cambios”, adelantaron en un despacho.
La propuesta de BUP necesitaba conseguir un amplio acuerdo porque tiene que salir con una mayoría absoluta de 129 voluntades en el recinto. Es un número al que ahora llegarían sin contratiempos los libertarios y sus aliados. El peronismo-kirchnerismo ya se plantó en contra, como lo hizo históricamente en los distintos debates sobre la BUP que hubo al menos en los últimos 16 años.
“Vamos a destrabar los privilegios de los punteros. Cristina y Massa no quieren la Boleta Única. Pero la provincia de Buenos Aires tiene derechos a tener su autonomía política”, planteó al comienzo del plenario el lilito Juan Manuel López. “El sistema va a permitir garantizar la equidad en la competencia electoral, venimos de una cancha demasiado inclinada con los partidos más fuertes con más privilegios”, sostuvo Margarita Stolbizer, que integra el espacio de Pichetto.
“Nos vamos a oponer a esto porque es una mentira. Los países que tienen mejor calidad institucional tienen el sistema de votación que ustedes quieren derogar”, cuestionó a la oposición el kirchnerista Eduardo Valdés. El resto de la oposición acompañará la iniciativa de BUP, pero hubo voces que aprovecharon también para cuestionar los cambios que introdujo el Senado. “Nos quedamos con sabor a poco. Haber sustraído el casillero de lista completa perjudica el acceso del votante a la información”, apuntó la radical Karina Banfi, que vaticinó que la nueva herramienta electoral tiene que durar al menos “más de 20 años”. “Evitamos el efecto arrastre y el efecto concentrador, y la consolidación de los caudillismos”, defendió la libertaria Mercedes Llano sobre la quita del botón de lista completa.
El proyecto tal como llegó del Senado tuvo en el plenario de comisiones de Diputados 79 firmas a favor sumando a los libertarios, macristas, radicales y provinciales. Sin embargo, de esa cantidad de firmas en mayoría hubo 13 en disidencia parcial, correspondientes en parte al radicalismo y el bloque de Pichetto: Stolbizer, Carla Carrizo, Oscar Agost Carreño, Marela Coletta, Dania Tavela, Alejandra Torres, Nicolás Massot, Juan Brugge, Ignacio García Aresca, Karina Banfi y Pablo Juliano (quien tiene triple firma porque reemplaza en el plenario a sus correligionarios Fernando Carbajal y Jorge Rizzotti, que no llegaron a tiempo a Buenos Aires por falta de vuelos).
Otros cambios en la BUP
Si finalmente la BUP es sancionada, la papeleta única contendrá el nombre de la agrupación política; la sigla, símbolo distintivo y el número de identificación de la agrupación política; la categoría de cargos a elegir. Aparecerán todos los nombres y fotos de los postulantes –presidente y vice, senadores, diputados y parlamentarios del Mercosur–. Sin embargo, en las provincias que tienen que votar muchos diputados –por ejemplo en Buenos Aires se eligen 35 bancas– el segmento para ese cargo legislativo solo contendrá la identificación de los 5 primeros candidatos y candidatas.
Otra de las modificaciones que introdujo la Cámara alta tiene que ver con el calendario electoral: las PASO se adelantarán del segundo al primer domingo de agosto. Además, se pasa de 50 a 60 días anteriores a la elección el plazo para el cierre de las listas y de 40 a 45 días para exhibir el diseño de la boleta única. La campaña electoral comenzará 60 días antes de las elecciones. La justicia federal con competencia electoral y la Dirección Nacional Electoral harán una campaña de difusión y capacitación pública sobre el uso del sistema de BUP.
MC/JJD
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