Cobos: “El ajuste de golpe, cortando todo, produce reclamos y va a haber que pagarlos”
Javier Milei festeja el superávit, la acumulación de reservas, el precio del dólar. Mientras tanto, la economía está empantanada en otra recesión y ni el Presidente ni su ministro de Economía, Luis Caputo, explican cómo ni cuándo el país va a poder superarla. Es la principal preocupación de Julio Cobos, exgobernador de Mendoza y ex vicepresidente de la Nación.
El ahora diputado nacional de la UCR dijo en diálogo con los periodistas Hernán Cappiello, Ariel Cohen y Juanjo Domínguez que la parálisis de la obra pública dispuesta por la administración libertaria va a provocar consecuencias serias, cuestionó la candidatura de Ariel Lijo a la Corte y, en respuesta a su colega Alberto Benegas Lynch (n), de La Libertad Avanza, subrayó que la educación debe ser obligatoria al cien por cien. También insinuó que podría no acompañar la restitución del impuesto a las Ganancias.
—Antes de hablar de política, cuéntenos por qué presentó un proyecto de ley para cambiar la hora.
—Porque Argentina tiene que estar en el huso horario 4, es la hora solar que le corresponde. Nosotros tenemos una hora oficial que tiene un gran desfasaje, tal es así que hay una zona de Argentina que está en el huso horario -5, que es todo el oeste, toda la zona cordillerana y la Patagonia.
—Es más marcado en Mendoza, justamente.
—Claro, aquí cuando un chico se levanta para ir a la escuela a las 7 —si es que vive cerca, porquea acá el ingreso es a las 7.45— en verdad se está levantando a las 5.30. Eso es un problema no sólo para despertar al chico sino de aprendizaje. La primera hora escolar la transita totalmente noche. Acá amanece a las 8.45 en invierno. Entonces estamos tratando de poner un poquitito de racionalidad. El día en el invierno tiene 10 horas de luz solar y en el verano, 14. Nosotros pretendemos estar en sintonía con lo que es Bolivia, Paraguay, el este de Brasil, que tiene cuatro husos, Venezuela y Chile, que este viernes cambió y pasó al huso horario 4. Ellos lo hacen en forma periódica, el paso de un huso a otro, dado que en invierno están en huso 4 y pasan al 3. En septiembre es cuando vuelven a cambiar. Eso es lo que estamos proponiendo, que Argentina adopte el 4 pero que se faculte al Poder Ejecutivo a cambiarlo en época estival, coordinando con otros países. Nos parece que es una manera también de ahorrar energía.
—¿Cómo está viendo la posibilidad de que finalmente el Congreso trate esta ley ómnibus reducida?
—El gobierno ha utilizado una estrategia, que es de consulta con gobernadores, con autoridades de bloque y autoridades de las comisiones que abordan este tema. Entonces ha remitido borradores. Y hay una ida y vuelta. El martes (mañana) van a hacer la última reunión con los gobernadores, con quienes se hace un tanto difícil porque cada uno tiene su realidad, cada uno transita su problema y hay visiones distintas en lo que es tema de volver a instalar Ganancias. La clase media ha sido muy castigada con todo el proceso de devaluación y esto sería un nuevo impuesto, el hecho de volverlo a poner. Nosotros lo votamos en contra, el radicalismo, porque sabíamos que en esto no había una compensación a las provincias, sabíamos que iba a aumentar el déficit fiscal. El gobierno de Milei les está ofreciendo eso a los gobernadores ante otras quitas, como el Fondo de Incentivo Docente, el de Compensación del Transporte, y la natural caída de la actividad económica. La parálisis de la obra pública tiene un efecto multiplicador muy grande.
—De todas maneras, el Presidente está eufórico festejando lo que es la baja de la inflación, el dólar estable, etcétera.
—Sí, está contento porque obviamente las variables macroeconómicas están saliendo bien pero es a costa del ajuste. Yo no recuerdo que el FMI le haya advertido a un gobierno: ojo con el tema social. Si en tu casa te tenés que reducir para que te alcance el dinero, y de repente dejás de mandar a tus chicos a la escuela, dejás de pagar la luz, dejás de pagar el agua, no pagás los impuestos, y... te va a sobrar la plata. El tema es que algún día tenés que volver a empezar a ver cómo encauzar esos gastos, que en muchos casos, y en eso sí comparto y coincido con el Presidente, eran superfluos, innecesarios, se derrochaba todo. Pero no en todos.
Si en tu casa te tenés que reducir para que te alcance el dinero, y de repente dejás de mandar a tus chicos a la escuela, dejás de pagar la luz, dejás de pagar el agua, no pagás los impuestos, y... te va a sobrar la plata
—¿Qué pasa con la obra pública?
—Toda la obra pública se maneja por licitaciones, por contratos, están establecidas las cláusulas de disminución del ritmo de obra, de resolución o rescisión del contrato. Va a haber muchas demandas, se han paralizado 2.250 obras, más de 100.000 trabajadores de la construcción se han quedado afuera del sistema laboral, tienen el fondo de desempleo pero les dura un tiempo. Cuando se hacen las cosas así de golpe, cortando todo, eso produce reclamos, y va a haber que pagarlos. Se van a judicializar, porque hay contratos con pliegos.
—Llama la atención que no haya ahora mismo protestas sociales más firmes.
—A la obra pública se suma el tema de vivienda también, en un país con déficit habitacional muy grande. Si vos decís: mirá, no damos más, tenemos que parar todo. Bueno, lo paramos, pero un tiempo. Pero después, hay que ver cómo vamos a seguir. Cuando me tocó gobernar la provincia (2003-2007), yo quería que los recursos fueran para más escuelas, más obras, hospitales, viviendas. Porque eso trae desarrollo y bienestar a la sociedad. Caminos, para integrar, para disminuir los costos logísticos que impactan en la economía. Todas estas cosas me parece que las tiene que empezar a ver el Gobierno, más allá del tema financiero, fiscal, que cierren los números. Porque después va a llegar un momento que con eso no va a alcanzar. Estamos todos parados, pero no gastamos nada.
—En el radicalismo no parece haber una sola mirada sobre el gobierno de Milei. Basta ver cómo han votado, divididos, en el Congreso.
—El radicalismo es una fuerza oposición, entonces tenemos que oponernos en todo, como hace Unión por la Patria. Esa es una visión. Hay otro sector que dice: no, hay que colaborar, porque formamos parte Juntos por el Cambio. Yo creo que el país está complicado y tenemos que acercarle sugerencias al Gobierno. Vamos a seguir acompañando las cosas que estén bien y sobre otras vamos a tratar de que se corrijan.
—¿Existe todavía Juntos por el Cambio?
—No existe más Juntos por el Cambio, la verdad es que no. Los gobernadores hacen mucho esfuerzo por mantenerse, se mantienen unidos pero cada uno tiene su realidad. Jorge Macri quieren que le devuelvan la plata que le sacó Kicillof, y ahí apunta todo ese esfuerzo. Hay otros gobernadores del PRO y del radicalismo de provincias que no transfirieron la caja de jubilaciones y están desesperados por que eso se normalice, porque es mucha plata. También están preocupados por el fondo de compensación del transporte. Acá en Mendoza el boleto está en $700 y se tendría que llevar a $1.800, y el gobernador dice: no, yo lo voy a mantener en $700. Es un esfuerzo fiscal muy grande.
—¿Cómo ve la postulación del juez Ariel Lijo para la Corte?
—Es un juez que está cuestionado. Yo creo que el que asume en la Corte tiene que ser alguien intachable, impoluto. Veo que en muchas cosas no ha actuado como debería haber actuado un juez y menos para promoverlo para la Corte. Lo va a decidir fundamentalmente Unión por la Patria, que es el que tiene por ahí la mayoría para acompañar en una designación que se requieren dos tercios. Yo creo que era una oportunidad para elegir una mujer, que hay buenas, para buscar un equilibrio, porque se está reemplazando a Elena Highton de Nolasco. Pero el Presidente tiene la atribución de elegirlo.
—Un colega suyo, de la Libertad Avanza, y Alberto Benegas Lynch, dijo que no cree en la obligatoriedad de la educación y dio un ejemplo bastante polémico: que que si un padre lo necesita en el taller no se puede dar el lujo de mandarlo al colegio.
—Promover el trabajo infantil está penado por ley.
—Claro, pero con respecto a la educación obligatoria, ¿qué opina?
—Yo soy autor de la cédula escolar nacional que, lamentablemente, no se terminó de reglamentar en la época de Macri y Alberto Fernández no la reglamentó, y sirve para hacer un seguimiento de la escolaridad, partiendo de la obligatoriedad, como está establecido en nuestra Constitución, la primaria por Constitución y la secundaria por ley, de disponer de las escuelas, de los docentes, de la comida, si hace falta. Si no, yo creo debería ser obligatorio que el padre mande a sus hijos a la escuela y que deba ser un delito el padre que no mande un chico a la escuela. Yo creo que la obligatoriedad debe ser al 100%, por Constitución y por ley. Los chicos tienen que estar en la escuela, no hay otra. La pobreza la vamos a combatir con empleo, pero la vamos a derrotar con educación.
JJD
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