Comenzó la transición en Infraestructura, en medio de la polémica por la obra pública
Una primera reunión de puro carácter técnico, pero con bastante lectura política. Guillermo Ferraro, futuro jefe del ministerio de Infraestructura de Javier Milei, comenzó la transición con algunas de las distintas áreas del gobierno que absorberá su cartera desde el 10 de diciembre. Será una de las más importantes: tendrá bajo su órbita Energía, Transporte, Obras Públicas y Vivienda, Telecomunicaciones y Minería.
La primera reunión tuvo un dato llamativo: faltó el actual ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, funcionario muy cercano al presidente Alberto Fernández y también a Sergio Massa, con quien se involucró en la campaña electoral de manera personal. La ausencia es llamativa porque Ferraro asumirá el poderoso ministerio bajo el mandato de Milei de avanzar con un fuerte ajuste y privatización de todas las obras que dependen del Estado. Justo hoy, el titular de la Cámara Argentina de la Construcción, Gustavo Weiss, advirtió que “ya hay telegramas de despido en empresas ligadas a la obra pública”.
En lo protocolar Ferraro se reunió en el Palacio de Hacienda con el actual ministro de Transporte, Diego Giuliano; la secretaria de Energía, Flavia Royón; el presidente de Enacom, Claudio Ambrosini, y la secretaria de Minería, María Fernanda Ávila. El próximo ministro de Infraestructura estuvo junto a su equipo técnico: Eduardo Rodríguez Chirillo –que asumirá en Energía–, Sergio Arberche –Minería–, Tomás Sutton –Enacom– y Franco Mogetta –Transporte–.
Katopodis no asistió por “cuestiones de agenda”, supo elDiarioAR de fuentes tanto oficialistas como libertarias. El actual ministro “había avisado con anticipación” que no llegaba a la reunión. Es posible que la semana próxima haya un encuentro cara a cara con Ferraro, con quien igualmente hay contactos subterráneos.
“Fue una reunión de trabajo, muy técnica” para empezar a coordinar el traspaso de la gestión“, comentaron en el círculo de confianza de Ferraro, que analiza la posibilidad de que su despacho fijo esté en Economía, al frente de la Casa Rosada. La fuente aclaró que ”no se habló de qué pasará con los proyectos y las políticas públicas“ una vez que asuma la nueva gestión. En declaraciones públicas esta misma semana el futuro ministro profundizó el argumento de Milei de que ”todo lo que puede hacer el privado, lo hará el privado y no el Estado“.
Milei dijo anoche en TN que la obra pública se va a frenar: “La obra pública se termina, no tenemos plata. Hay que licitarla para que la haga el sector privado. Y si nadie quiere hacerla, significa que esa obra no tenía sentido desde el punto de vista económico y alguien va a tener que explicar por qué hicieron una obra que nadie quería hacer”, afirmó.
Cerca de Katopodis advirtieron a elDiarioAR que si se frena la obra pública podrían estar en riesgo de manera directa unos 250.000 puestos de trabajo, más los puestos indirectos y el perjuicio para cientos de empresas y PyMEs. También alertaron sobre una “innumerable cantidad de juicios contra el Estado” que podría haber por el incumplimento de los contratos.
Hoy hay en ejecución unas 3000 obras, cuyo avance está en un limbo ante la dificultad que ven los contratistas de cobrarlas ante la posibilidad de que el nuevo gobierno no respete sus contratos. Los trabajos en la obra pública están regidos por el sistema del gremio de la construcción Uocra, que permite realizar cesantías de manera rápida con un seguro de desempleo, así como también recontratar personal fácilmente.
“Hay una confusión a la que lleva Milei que pareciera que los que hacen la obra pública son empleados estatales. Pero son empleados de empresas privadas, con trabajo registrado”, apuntaron desde Obras Públicas. En un informe oficial con fecha del 13 de noviembre pasado –o sea, la semana previa al balotaje– el ministerio detalló que se finalizaron “4.419 obras de las más de 7.200 iniciadas en la gestión”. El presupuesto de esas obras completas fue muy jugoso: $728.605 millones.
Según denunció la Cámara Argentina de la Construcción, el martes mismo –primer día hábil post segunda vuelta– hubo empleados que recibieron telegramas de despido. “Ya hay telegramas de despidos en las empresas por los dichos de Milei. Las empresas emiten facturas con 60 días de antelación normalmente y están diciendo que no van a ejecutar más si no se les paga”, declaró Weiss hoy en Radio 10. El dirigente empresario mantuvo una reunión informal con Ferraro, pero sin señales concretas de cuál será el plan del presidente electo.
MC/MG
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