Alejandro Vilca: “Mi desafío personal es demostrar que un trabajador también puede estar a la altura de muchos dirigentes políticos”
Alejandro Vilca tiene 45 años y es diputado nacional electo de la provincia de Jujuy por el Frente de Izquierda y los Trabajadores. Fue albañil, electricista, vendedor de seguros, heladero, recolector de residuos y legislador provincial, y con más de un cuarto de los votos del padrón electoral jujeño, llegará al Congreso Nacional. Vive en Alto Comedero, donde viven 100.000 personas y donde el 65% de los que trabajan lo hacen en tareas no registradas. A su primer hijo, de 24 años, le puso Juan. Al segundo, que está por cumplir 4, León. “Por Trotski”, aclara enseguida.
Cuando tenía 7 u 8 años jugaba con sus hermanos y con sus amigos a pescar sardinas o juntar botellas. El juego era también una forma de supervivencia en medio de la pobreza estructural: las sardinas las comía en familia, las botellas las vendía para que hubiera algún ingreso más. En 1998, tras volver de la experiencia en la universidad pública de San Juan, fundó el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) en Jujuy. Casi un cuarto de siglo después delinea un borrador para su jura del 10 de diciembre. “Voy a jurar por la clase trabajadora jujeña, por nuestros pueblos originarios, por nuestros más de 500 años de lucha por nuestro territorio, por mi mamá seguramente, la cual perdí por el COVID el año pasado”, dice en un diálogo con elDiarioAr.
-¿Qué significa para vos y para la izquierda de Jujuy ingresar al Congreso?
-Tengo muchas expectativas con lo que va a suceder. Es algo nuevo para mí, un desafío. Vengo de recolección de residuos y venimos haciendo una experiencia en la legislatura provincial. Que podamos estar en el Congreso es algo importantísimo para mí, pero también para muchos trabajadores. Era necesario llevar la voz del pueblo trabajador al Congreso.
-¿Tenés pensado por qué o por quién vas a jurar cuando asumas?
-Por la clase trabajadora jujeña, por nuestros pueblos originarios, por nuestros más de 500 años de lucha por nuestro territorio, por mi mamá seguramente, la cual perdí por el COVID el 30 de agosto del año pasado.
-¿Cómo fue el domingo de la elección para vos? ¿Qué sensación te queda?
Esperamos mucho ese día. Yo vengo de mucha campaña, fui candidato en la elección que se anticipó en junio, ahí no llegamos a entrar. Después se sumó la elección de las PASO y ahora estas, así que fueron muchas elecciones y estoy muy agotado. No estuve viendo mucho a mi familia, pero bueno, sabía que era un esfuerzo al que valía la pena dar pelea. Ya teníamos la expectativa de que podíamos entrar. Después del resultado del 23,5% sabíamos que había oportunidades, y como las oportunidades a veces se presentan como única vez, no había que dejarla pasar porque quizás no tenía otra oportunidad más. Hicimos todo el esfuerzo posible. La jornada fue bastante difícil, con muchos nervios, además veíamos cómo nos estaban haciendo fraude, nos robaban las boletas en todas las mesas de la provincia.
-¿Hicieron una denuncia ante la justicia electoral?
-Sí. Incluso fui a verlo personalmente al subdirector electoral porque la justicia nos tiene que garantizar la transparencia. No había forma de seguir reponiendo boletas porque nos las estaban robando sistemáticamente. Se lo planteamos a la justicia electoral, que después trató de fortalecer. También lo hicimos público en los medios. Teníamos que pelear contra todo eso, además de ser una fuerza política a pulmón y contra un aparato, y la verdad es que teníamos muchos nervios y fue bastante angustiante. El ánimo que había era bastante intenso. Acá en Jujuy nunca se sabe sobre la cuestión de los fraudes, hasta que no empezamos a conocer los números estábamos preocupados. A medida que fuimos recibiendo los números favorables nos empezamos a relajar un poco más, pero bueno, siempre es difícil, uno piensa en la gente que quiere, yo pensaba en mis hijos.
-¿Tuviste alguna cábala durante este proceso?
No. Lo único que hago antes de ir a cada elección es ir a ver a mi mamá al cementerio, lo hice las últimas tres elecciones. Eso es lo único que hago, y después quedarme todo el día en el local haciéndoles el aguante a los fiscales. Más que cábala es buscar un abrazo. Antes cuando podía ir a ver a mi mamá antes de ir a votar, me daba el último empujón para desearme suerte. Pero ahora la perdí, así que me toca ir a verla al cementerio antes de ir a votar.
-¿Qué crees que pasó tanto en la izquierda como fuerza, como también en el país, entre el poquito menos del 2% hace 10 años y estos resultados del domingo?
-Creo que fue gracias a la militancia constante de la izquierda, que fue producto de la crisis social cada vez más dura. Y también la ausencia de una alternativa política, algo que sea diferente a los partidos tradicionales. Empezamos de a poco a hacer una campaña electoral, pero también militante en cada sector de trabajo en los sectores más explotados de los trabajadores.
-En el año 2006 participaste en una negociación con el entonces presidente Néstor Kirchner, ¿cómo fue eso?
-Sí. Eso fue en el marco de un proceso de lucha que se dio contra la precarización laboral. En ese momento yo era trabajador municipal precarizado, y peleábamos por el pase a la planta permanente. Habíamos creado una coordinadora provincial de trabajadores en negro, que unía trabajadores estatales, de la municipalidad, de la salud, de la educación... Eso llevó a que hagamos medidas muy duras de lucha, porque nadie nos daba respuesta. El presidente para negociar y descomprimir la situación se sentó con nosotros, para intentar llegar a una solución.
-¿Estaba Aníbal Fernández o Alberto Fernández?
-No me acuerdo. Creo que estaban los dos, porque viajaba con toda una comitiva. Me acuerdo de que estaba (el hoy senador Oscar) Parrilli y además el entonces gobernador de Jujuy, Eduardo Fellner.
-¿Qué recuerdo tenés de esa instancia de negociación?
-Solamente que trató de descomprimir porque los ánimos estaban bastante caldeados. Nosotros estamos seguros de que no podíamos omitir más la precarización laboral. El gobierno trató de zafar prometiendo una salida en ese momento, creo que fue lo que lo obligó a recibirnos, generalmente no se hace con los trabajadores. Fue una buena experiencia para ver cómo la fuerza del pueblo puede conquistar medidas favorables. No fue una concesión del gobierno, porque si no hubiésemos hecho nada no nos hubiesen dado nada.
-¿Actualmente seguís siendo recolector de residuos?
-Soy planta permanente de la municipalidad de Jujuy, en la parte de recolección. Soy recolector hace más de 12 años, hasta que fui electo como diputado hace 4 años, en el 2017.
-¿Qué impacto crees que puede tener tu llegada, contemplando además que en tu borrador de jura están los pueblos originarios? Tenés antepasados Colla, y tu apellido es quechua.
-Sí. Más que antepasados, racial y culturalmente el 80% de la población de acá es descendiente de las comunidades, hay un movimiento indígena fuerte y nos reivindicamos. Creo que cuando lleguemos al Congreso puede significar otra voz diferente. La idea es fortalecer el bloque que ya tenemos junto con Nicolás del Caño, Romina Del Pla, y ahora de suma Myriam Bregman. La idea es llevar la voz de la clase trabajadora y sobre todo de los sectores explotados, que por ahí en este lugar hay regímenes feudales, poder mostrar otra realidad que es la que muchas veces se cae en este ámbito de poder. Mi desafío personal es demostrar que un trabajador también puede estar a la altura de muchos dirigentes políticos a nivel nacional.
-El bloque del FIT actualmente es de la provincia de Buenos Aires, y ahora se incorpora Myriam Bregman por la Ciudad y vos por Jujuy. No es lo mismo el reclamo de la clase trabajadora en el tercer cordón del conurbano, que en el conurbano jujeño. ¿Cuáles son los reclamos y las urgencias más concretas de la población que vas a representar?
-Hay algo que recorre todas las provincias del país, y es que en todos los lugares la plata no alcanza, la inflación se come al poder adquisitivo. Entonces, nosotros tenemos que recuperar esto, y la única manera es establecer un salario básico que cubra el costo de la canasta familiar y que sea móvil según el índice inflacionario, para no seguir perdiendo con los aumentos de los precios. Además, pensamos que es esencial crear nuevas fuentes de trabajo, la desocupación es tremenda. Acá en el interior hay mucha precarización laboral, entonces, muchos chicos tienden a irse a otras provincias, a la Capital porque no consiguen trabajo y no tienen futuro. Eso es algo urgente.
-¿Seguís viviendo en Alto Comedero?
-Sí.
-Supongamos una familia de dos adultos y dos hijos allí, ¿cuál es el ingreso que están teniendo ahora mismo por su trabajo?
-$25.000
-¿Entre las dos personas?
-Sí. Quizás un poquito más. Hay mucha desocupación y lo que ayuda son los planes sociales. Hay gente que changuea y apenas llega a los $30.000.
-¿Qué proyectos tenés en mente como algo urgente?
-A la vez de esto que planteo sobre la recuperación del poder adquisitivo, también recuperar el poder adquisitivo de los jubilados, que están bajo la línea de indigencia la gran mayoría. También planteamos una ley inter-cosecha o inter-zafra, que les permita a los trabajadores rurales tener un ingreso una vez finalizada la temporada, con un aporte que cubra la canasta familiar y la obra social, como también que se le reconozca el tiempo de zafra de cosecha como anualizado, porque después, esos trabajadores no se pueden jubilar.
-¿Cuánto dura la temporada?
-A veces son de 4 meses, otros de 6. Al patrón ese tiempo de cosecha obvio que le alcanza para vivir todo el año, mientras que el trabajador es despojado. Son los famosos trabajadores golondrina. Hay muchos trabajadores acá en Jujuy, en Salta o en Tucumán en estas condiciones.
-¿Cuál es tu opinión respecto a si el Congreso Nacional es efectivamente una institución federal o no?
-El problema del federalismo no se resuelve solamente con un parlamento. Pienso que el Parlamento tiene que empezar a tocar una serie de medidas. Son las medidas que vota el Congreso lo que lo hace federal, que no sean solamente para un solo sector, en general son para Capital y Buenos Aires, obviamente porque es el electorado más grande. Yo creo que se va a hacer más federal en la medida que tomen problemáticas que recorren todo el país, como las que te decía: el salario, el problema de las viviendas, el problema de la jubilación, y sobre todo los aspectos que nos unan, por ejemplo, recuperar los ferrocarriles que era algo que unía a todo el país, recuperar la industria, las comunicaciones, etc. Son medidas que hay que pensarlas, pero me parece que tiene que crear más igualdad.
-Hablaste varias veces sobre tu mamá. Me interesa saber si ella tuvo o no que ver con tu vinculación a la política, y si no tuvo que ver, ¿cómo se vinculaba ella con este aspecto de tu vida?
-Mi mamá no tenía nada que ver con la política. Ella era una laburadora a full, siempre me garantizó tener un plato de comida, se esforzaba muchísimo por los cinco hijos que tenía, yo soy el menor. Nos dejó una gran enseñanza que fue la perseverancia, el trabajo duro, y el odio a la injusticia. Ella odiaba la injusticia, entonces, me quedé con eso de ella, fue una de las cosas que me llevó a militar, pero también a tener una sensibilidad y a decir “esto hay que cambiarlo”. No tenía mucho nivel cultural político porque cursó hasta segundo grado de la primaria, pero igual era bastante inteligente. Nunca comprendió a la política, ella tenía muchas expectativas de que yo termine mi carrera de arquitectura y se enojó cuando volví de la universidad.
-¿Dónde estudiabas?
-En la provincia de San Juan. No terminé la carrera porque trabajaba y estudiaba, y mi mamá no lo comprendió, se enojó un poco, pero bueno, volví a Jujuy y trabajé de todo un poco. Nunca entendió la política hasta que logramos esa histórica elección del 2017, con casi un 18%, y ahí, en una cena me pidió disculpas, me dijo “entiendo que dejaste tu vida, dejaste mucho por lograrlo”. Fue algo histórico para Jujuy también que un trabajador haya llegado a ser diputado de la provincia.
-¿Qué te pasa cuando te acordás de ella?
-Son momentos que quedan grabados en el corazón. Uno por ahí se desarma. Como te había comentado, antes de cada elección iba a verla. En los momentos clave uno piensa en la gente que quiere. Hoy la extraño mucho. Además, fue muy importante en toda mi crianza, se bancó sola a cinco hijos.
-¿Todos varones?
-Sí. Creo que dejó buenas personas. Falleció cuando no había hospitales, la llevamos a un hospital público porque mi mamá rechazaba los privilegios que tenía siendo yo diputado, no nos atendieron, no nos dieron un diagnóstico, la mandaron a la calle y falleció en su cama.
-¿A tu mamá no la testearon?
-No.
-¿Cómo supieron que era COVID?
-No, ni siquiera nos dijeron que era COVID. Una vez que vino el SAME a retirar el cuerpo nos dijeron que era COVID.
-¿Qué edad tenía?
-72 años.
-¿Cómo decidiste meterte en la política?
-Como te decía, uno cuando es chico y ve tan de cerca a la pobreza empieza a cuestionarse muchas cosas: ¿Por qué alguien es pobre? ¿Por qué hay gente que no tiene para comer? ¿Por qué hay gente que no tiene zapatillas? A partir de ahí se me despertó el cuestionar a la sociedad y me empecé a construir como una persona política. Me di cuenta que la única forma de cambiar la sociedad era con la movilización y organización de todos los trabajadores. Pero fue en la universidad en donde ya me definí estratégicamente en base a las ideas socialistas y anticapitalistas, de una perspectiva más científica que se puede hacer y militar de una forma más orgánica en el PTS.
-¿Fue la universidad la que te abrió a conocer este mundo de organizaciones?
-Sí. Ahí conocí a mi partido, volví para acá y fundé mi partido.
-¿Te imaginas como presidente?
-La verdad es que no me imagino, en escala personal, llegando a algo. Lo que sí me imagino es una sociedad distinta, siempre me levanto y pienso por qué no pudimos lograr que en un país tan rico todos puedan tener un plato de comida, todos puedan tener acceso a la educación, todos puedan tener un salario digno, tener acceso a la cultura, eso me quita el sueño todos los días.
-¿Qué trabajos hiciste antes de ser recolector?
-De todo, albañil, electricista, heladero, en fábricas de plástico, vendí seguros, por mi conocimiento también trabajé haciendo planos de construcción.
-¿Y ahora el trabajo era exclusivamente de legislador?
-Sí. Aunque ganamos lo mismo que un trabajador.
-¿Cuánto ganas en tu carácter de legislador provincial? Los legisladores de izquierda suelen bajarse el sueldo.
-Claro. Como legislador acá se está cobrando cerca de $160.000, pero es el mínimo, hay algunos que tienen más antigüedad y cobran más.
-¿Y ustedes lo llevaron a cuánto?
-Yo cobro como mi anterior trabajo que es obrero de recolección, que cobramos cerca de $60.000. El resto se dona a fondos de huelga. Por ejemplo, había choferes de colectivos que hacía tres meses que no cobraban y les pusimos plata. O también colaboramos para que las luchas triunfen.
-Se viene hablando mucho del avance de la derecha, sin embargo, la izquierda es la tercera fuerza nacional. Te quiero preguntar si crees que eso está invisibilizado, y, por otro lado, ¿qué opinas sobre que la derecha tuvo también un caudal considerable de votos?
-Claro. El tema es que es alentada por muchos medios de comunicación, por algunos sectores empresariales porque tiene que ver con un discurso que ellos anhelan, contra los derechos, mano dura, ir contra las reformas laborales, por eso es muy alentada por sectores empresariales. Lo que no quieren ver es que surge la izquierda en el interior. Creo que en el marco de la crisis económica que hay se muestran dos extremos, uno es defender los intereses de los empresarios y el otro es defender los derechos del pueblo trabajador.
-¿Te parece que tu llegada al Congreso puede abrir alguna puerta para que gente que tiene una lucha parecida a la tuya se meta más en política, o el propio electorado se dé cuenta que hay referentes posibles y lo vote?
-Yo creo que el contenido que queremos llevar al Congreso es para que más gente se anime a hacer política. Construyamos juntos un partido de la clase trabajadora, como los ricos tienen sus partidos, Cambiemos o Frente de Todos, nosotros queremos construir un partido de la clase trabajadora. Justamente eso esperamos que se pueda multiplicar en todo el país. También queremos mostrar que la política tiene que ser una moneda corriente y transformadora para toda la clase trabajadora, a favor de todos los explotados.
-¿Qué dicen tus hijos de esto y qué crees que pensaría tu mamá de esto?
-Mis hijos están orgullosos. Mi hijo no milita, pero simpatiza, está muy contento, de todas formas, es muy perfil bajo. No lo veo mucho pero siempre me acompaña. Es una alegría dejarle el orgullo de tener un padre que peleó. Mi mamá estaría chocha. Se hubiese puesto a llorar, era muy de llorar. Se acordaría de cuando estábamos en situaciones muy difíciles. Ella me contaba que, cuando éramos chicos, con algunas tormentas se volaban todas las chapas de la casa, y tenía que salir a correr las chapas para volver a ponerlas. Le causaría mucho orgullo porque venimos de abajo.
JR/WC
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