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Zoom electoral

Récord de candidaturas de derecha en PBA: libertarios, mediáticos, religiosos, proVida y nacionalistas detrás del voto antisistema

De liberales a conservadores y nacionalistas. Espert, Hotton, Gómez Centurión, Fernández y Biondini, parte de la oferta de la derecha en la Provincia de Buenos Aires.

Pablo Ibáñez

5 de septiembre de 2021 00:26 h

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José Bonacci habla de la “etapa de Catilina”, del preanuncio de cambio de signo, la llegada de un César. Sostiene que ya ocurrió antes, con Juan Domingo Perón, que sintetizó otro desencanto y preconiza que puede repetirse casi un siglo después. A eso atribuye, un fenómeno de esta elección: la sobreoferta de listas de derecha en la provincia de Buenos Aires.

Un dato es riguroso: el 12 de septiembre, de las 28 listas de candidatos a diputados nacionales que compiten en territorio bonaerense, al menos 12 se ubican en el espectro que va del centro a la ultraderecha. Tienen músculo y perfiles muy diferentes, pero en lo estadístico es inédito: jamás la oferta, en términos numéricos, fue tan vasta aunque, según el grueso de las encuestas la proyección electoral del bloque derecha ronda los 10 puntos. Más/menos.

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Bonacci, ex Modín, el partido del coronel carapintada Aldo Rico, fue candidato a presidente en el 2011 -obtuvo 48.774 votos- con la consigna “esta democracia no sirve”. La repitió cuando, en 2019, aportó su partido, UNITE, para que Amalia Granata fuese elegida legisladora santafesina -lo abandonó unos días más tarde- y la ratifica ahora cuando va como segundo de la modelo e influencer Cinthia Fernández. El formato Granata en versión bonaerense.

El eslogan de Bonacci se enlaza con su referencia a Catilina, el político romano que encabezó una conjura para destruir la República. “La proliferación de candidaturas o mensajes es la multiplicidad de voces van construyendo un panorama nuevo. Pero todavía no hay un dirigente que produzca la síntesis”, afirma Bonacci a elDiarioAR. En la paleta de colores de la derecha, el dirigente tiene rodaje, secundó a Rico, de la vieja generación.

Es, por caso, contemporáneo a otro jefe del espectro alt-right y candidato en este turno: Alejandro Biondini, del Frente Patriota, acusado de neonazi, que por sus modos y su historia aparece más al borde del péndulo y, a su vez -quizá por eso- no sintoniza con las demás versiones de la derecha. Según Bonacci, de tan antisistema, Biondini está dentro del sistema. “Yo busco candidatos revulsivos al sistema”, justifica su empatía con Cinthia Fernández y remite al cualunquismo del italiano monárquico Guglielmo Giannini.

Tonalidades de la derecha

En una sondeo nacional que hizo en junio, la consultora Zuban-Córdoba detectó que un 13, 3% que los encuestados se declaraba de “derecha”, algo más de un 10% de centro derecha y poco más de 2% de extrema derecha. Para Gustavo Córdoba, el dato novedoso era ese 13,3% de derecha que no aparecía en sus registros anteriores y lo atribuyó a una especie de fin del tabú.

¿Hay, entonces, un caudal de argentinos y bonaerenses dispuestos a votar una oferta de derecha? Facundo Nejamkis, de Opina Argentina, aporta un primer eje: que “el PRO es un partido de centro derecha” y la novedad, al menos como oferta, es la irrupción de expresiones “que están a la derecha del PRO”. Lo atribuye a un fenómeno mundial, que se registra en Europa pero que tiene como reflejo a Jair Bolsonaro en Brasil. En la provincia, sus datos ponen como principal figura a José Luis Espert y estima para el segmento derecha unos 10 puntos.

Avanzar Libertad, el frente por el que compite el economista, aparece como la oferta más visible y taquillera. Espert hace una distinción pura y dura: detalla que aunque habiten el mismo hemisferio ideológico, la derecha, “yo soy liberal y el liberalismo está todo en Avanza Libertad. Los liberadores y la derecha conservadora, algunos medio fascistas, son cosas muy distintas”. Se define, y las encuestas lo confirman, como la figura más poderosa e invoca que logró juntar a los tres partidos históricos del liberalismo criollo: la UCeDé, el Partido Demócrata y los autonomístas del PAN, además de tener una alianza empática con Javier Milei y sumar a la franquicia bonaerense de Republicanos Unidos de Ricardo López Murphy.

Espert invoca que logró juntar a los tres partidos históricos del liberalismo criollo: la UCeDé, el Partido Demócrata y los autonomístas del PAN.

“El liberalismo con potencia electoral está todo con nosotros. El resto que tiene alguna incidencia menor, son monotemáticos o conservadores”, afirma Espert a elDiarioAR y apunta al despliegue territorial de su espacio porque tiene candidatos en las ocho secciones electorales y en la mayoría de los municipios de la provincia.

Gustavo Córdoba, de Zuban-Córdoba, habla de la tendencia mundial, y aporta que el voto de las expresiones libertarias es, en esencia, de “votantes de Macri de 2019”. El consultor habla de un voto antisistema que se nutre de personajes mediáticos pero que no tiene identidad política clara.

La variedad de oferta es diversa. Va de expresiones “celestes”, emergentes de lucha contra la legalización del aborto, a listas libertarias o de derecha clásica o nacionalista. De figuras con visibilidad como el economista Espert a otras poco conocidas, recién surgidas en el juego político y electoral, como Ignacio Raffo, presidente del Partido Libertario bonaerense. De BIondini a José Luis Gómez Centurión, de Unión por el Futuro, único espacio que validó una primaria: compite contra Juan Carlos Neves.

Aparece, además, un subsegmento cristiano: Cinthia Hotton, ex diputada del PRO, encabeza una lista pero hay además dos boletas más, la Celeste PROVida de Ayelén Amancay y otra del pastor Víctor Albarracín. Formaron parte, en 2019, del espacio de Gómez Centurión y ahora van con marcas y sellos propios. “Somos de centro derecha pero no somos liberales”, explica Hotton que afirma que la matriz económica de su espacio es la Doctrina Social Cristiana. Su frente se llama +Valores y así como se opuso a la legalización del aborto, rechaza cualquier legalización del consumo recreativo de drogas. “Eso lo propone una elite progre de Puerto Madero que quiere fumarse un porro sin culpa”, atiza.

'Somos de centro derecha pero no somos liberales', explica Hotton que afirma que la matriz económica de su espacio es la Doctrina Social Cristiana.

El menú se completa con Jesús Medrano, alguna vez cercano a Eduardo Duhalde y ligado al salteño Alfredo Olmedo, que anotó la lista Dignidad Patriótica, Jorge Alberto Paz de Moral y Progreso y Walter Arias del Partido de la Unidad Social.

Aunque se ubican más explícitamente en la oferta panperonista, Santiago Cúneo (que compite por el Partido Popular) podría engrosar la oferta de la centro derecha nacionalista mientras que Guillermo Moreno, que es candidato por el partido Republicano Federal, transita esa ancha avenida. Por lo pronto, en este perfil, no se cuentan en el universo de la “derecha” que incluye doce listas.

El mercado electoral

¿La sobreoferta anticipa una demanda todavía no expresada? ¿Hay un voto de derecha que necesita que alguien lo represente? ¿O es, como plantea Gustavo Córdoba, un voto antisistema, sin identidad clara, más un voto anti que un voto a favor de, por caso, el ideario libertario?

Shila Vilker, directora de Trespuntozero, apunta que de todos los espacios que “intentan capturar un voto conservador o de derecha”, el que mejor se perfila es el que expresan Espert y Javier Milei. “Tiene por un lado un elector ideologizado, empapado de las ideas libertarias y su léxico. Hablan de la importancia del individuo, las libertades individuales y de la defensa del mercado frente al Estado. Sin embargo, el grueso de los electores desconoce estas propuestas. Ven en la dupla de economistas la posibilidad de encauzar una pulsión antisistema y celebran sus discursos críticos de la clase política”.

La consulta divide a ese espacio de otros de la “derecha más tradicional” donde menciona a Gómez Centurión y a Biondini, que “intentan abiertamente emular a Trump o Bolsonaro, todavía sin mucho éxito” y que tiene como primer desafío “lograr pasar el piso de 1,5%” para llegar a la elección general.

En junio, la consultora Zuban-Córdoba detectó que un 13, 3% que los encuestados se declaraba de "derecha", algo más de un 10% de centro derecha y poco más de 2% de extrema derecha.

Según Patricio Hernández, politólogo y titular de la consultora Cooperativa Mental, “estas expresiones de derecha buscan representar algo que la lavada versión de JxC no les ofrece”, pero limita su potencial electoral porque, entre otros motivos, “en tiempos polarizados la gente no elige, descarta”.

“No veo que a estos candidatos representen nítidamente a ningún clan electoral. Espert y Gómez Centurión son sustancialmente menos que los Cavallo o Rico de ayer”, apunta y agrega un elemento logístico que también menciona Nejamkis: por su extensión y la cantidad de mesas de votación, cualquier partido chico se enfrenta a la dificultad de tener presencia territorial sostenida. “En la provincia se necesitan casi tantos fiscales como votos para acceder a una banca y ninguna de estas fuerzas los tiene”, afirma.

La atomización de la oferta agudiza esa debilidad. Hotton cuenta que hubo intentos por formar un bloque pero que no se pudo. Bonacci, al igual que Raffo, apuntan que el objetivo es el 2023. Arias afirma que para los candidatos y sectores las elecciones intermedias son la oportunidad de sumar visibilidad y que, en las ejecutivas, se tiende a unificar en menos ofertas. Lo mismo indican en el espacio de Gómez Centurión.

La duda, así y todo, es cuánto puede acumular, juntos o por separado, el sector. Hay un antecedente: en el 2003, en la disputa por la gobernación bonaerense, compitieron Aldo Rico y Luis Patti que, con boletas separadas, sumaron casi 23% de votos. En ese año, Ricardo López Murphy, ahora la versión liberal y de derecha dentro del abanico de Juntos, rozó el 20% en la elección presidencial que ganó Carlos Menem pero que, sin balotaje, derivó en la proclamación de Néstor Kirchner

PI

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