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Un asado con Pérsico y La Patria de lxs Comunes: catarsis oficialista y el desafío del “bicho maldito del país burgués”

Habla Pérsico y a su lado "la Colo" Cubría, su pareja, legisladora bonaerense y precandidata a intendenta de La Matanza.

Mauricio Caminos

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“¡Qué sincronización! Ni que esto fuera una fiesta de quince”. Emilio Pérsico se sorprende y con una risotada deja el micrófono en el tablón cubierto de mantel negro. Se acabaron los discursos políticos y es tiempo de lo importante. Sobre bandejas de acero inoxidable llegan los cortes de carne asada: chorizo, morcilla, cerdo, vacío y costilla. Un lujo en estos tiempos de inflación al 100% anual. Para acompañar, ensalada mixta y pan. Para llenar los vasos, tinto Alma Mora, Coca-Cola y agua Villamanaos. La Patria de lxs Comunes festeja con un banquete íntimo –pero nac&pop– su irrupción en el turbulento escenario oficialista. 

Hace dos viernes el flamante partido político oficialista copó el estadio de Deportivo Español. Dicen que llevaron cien mil personas. Este miércoles, son apenas un puñado de dirigentes sociales del sinfín de agrupaciones aliadas el está sentado en la mesa que encabeza Pérsico, jefe del Movimiento Evita y accionista mayoritario del partido. La intención es hacer un primer balance de la fundación del sello que busca representar a la economía popular, un universo electoral que hoy agrupa a unos diez millones de argentinos en la informalidad. El escenario, un enorme salón del comedor Los Pochitos, en la entrada a Ciudad Oculta, a metros de la avenida Eva Perón al 6500, entre Villa Lugano y Mataderos.

Ellos son lxs comunes. Aunque hoy Pérsico prefirió decirles “bicho maldito”, parafraseando a John William Cooke: “Somos el bicho maldito del país burgués. El bicho que este modelo ha generado”, completó en su discurso, lejos de aquel momento histórico en el que el movimiento nacional y popular peleaba por el regreso de su líder exiliado en Madrid. Ahora las organizaciones de base de este peronismo Siglo XXI no tienen un líder por el cual reclamar su regreso, más bien piden a gritos su invención: ya no reconocen ciegamente a Cristina Kirchner, no confían en Alberto Fernández, no le creen a Sergio Massa. No ven que el Frente de Todos los incluya con voz y voto. 

Entonces, buscan levantar cabeza por cuenta propia. “Es tiempo de dar la pelea política”, arengó Pérsico. “Tenemos que empezar a pelear el poder en serio”, insistió, sin pedir romper con el Gobierno. Y recordó a Néstor Kirchner: “Yo lo amo, pero él decía que la integración de las organizaciones sociales era hasta el cargo de subsecretario o el séptimo concejal suplente en una lista”. Ahora quiere más el dirigente que le puso Néstor a su hijo y llegó a secretario de Economía Social.

“Hoy queremos ser candidatos a intendentes”, retrucó a la memoria del difunto ex presidente. E intentó mostrar con qué dará esa pelea interna: a su derecha, Patricia “Colo” Cubría, su pareja, legisladora bonaerense y precandidata a intendenta de La Matanza, histórico bastión peronista. A su izquierda, Daniel “Chucky” Menéndez, aliado de Somos-Barrios de Pie, funcionario de Desarrollo Social y precandidato a intendente de Tres de Febrero, donde hay interna con La Cámpora y el gobierno es de Juntos por el Cambio. La dirigente evitera Mariel Fernández ya es jefa comunal en Moreno. El diputado Leo Grosso es su candidato en San Martín.

La X y el 2025

“Hoy vemos a la dirigencia política discutiendo problemas de palacio y discutiendo sus propios intereses. No vemos que surjan respuestas que se pongan a laburar por el bien común”, hizo catarsis Cubría a su turno, antes que su marido. “Cuando un militante social se hace cargo de responsabilidades institucionales, la situación cambia. Tenemos una victoria cerquita para festejar”, prometió la retadora de Fernando Espinoza

“Tuvimos mucha esperanza en el 2019 para darle vuelta al neoliberalismo, pero tuvimos muchos problemas y el resultado no era lo que pretendíamos. Se pusieron parches a problemas estructurales”, admitió Menéndez luego de la “Colo”. “Lejos de resignarnos y echar culpa, no hay que patear la pelota afuera. Las organizaciones populares tenemos que tener un lugar en la estructura. Es momento de pedir la pelota y salir con propuestas”, reclamó. Y criticó puertas adentro: “Hay que salir del internismo berreta”.

Entonces fue el cierre de Pérsico. “Queremos integración en serio. Conozco la casa de muchos políticos y también de muchos dirigentes. Y les puedo asegurar que los políticos son parte de la burguesía, y los dirigentes de la clase popular”, acusó el dirigente territorial pero también funcionario. ¿Una paradoja? “Ellos generan pobreza y entonces nacen las organizaciones sociales, pero luego nos llaman para que la pobreza no salga de su cauce. O nos llaman por cuestiones electorales, porque podemos juntarles votos. No es porque nos amen o tengan cariño, sino porque no tienen remedio”, se quejó. “Nuestro pueblo es humilde por nacimiento. No venimos a avasallar, sino a cambiar”, desafió.

Además de pelear por intendencias, La Patria de lxs Comunes está metiéndose en la discusión hacia arriba. En la provincial no tienen dudas: banca la reelección de Axel Kicillof, como lo dejó en claro una foto de la semana pasada entre el secretario del Evita bonaerense, Eduardo “el Cholo” Ancona, y el jefe de asesores del gobernador, Carlos Bianco. 

En el debate por la candidatura nacional, son parte de la incertidumbre oficialista generalizada. Tienen vínculo directo con Massa, Eduardo “Wado” de Pedro y Jorge Capitanich. Son compañeros de territorio y aliados en la UTEP de Juan Grabois , pero no comparten su estilo de gritar para la vidriera. También coquetean con el peronista disidente Juan Schiaretti. Imaginan que CFK ungirá a un candidato que no será de su riñón. Y hace poco en una reunión el Presidente les preguntó qué opinaban si Gabriel Katopodis salta a la cancha. “En este escenario, perdemos”, se lamentó un dirigente por lo bajo. Aseguró que a las PASO irán finalmente dos postulantes. El Evita ve un escenario de X: interna a nivel país, consenso con Kicillof en provincia, e interna en los municipios

Más críptico, micrófono en mano, Pérsico también pareció olfatear una derrota próxima. Antes de que las bandejas de carne pasearan de plato en plato, y se repartieran en el postre helados de palito de crema y chocolate, ensayó una salida hacia adelante: “Para esta elección no llegamos, pero para dentro de dos años tenemos que estar todos unidos. Firmemos un acuerdo entre todas las organizaciones. Construyamos una mística propia del conjunto. Armemos la estructura del partido provincia por provincia. Lancemos un proyecto de país”.

MC

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