Milei, en modo Bullrich, polariza contra Kicillof en el “balotaje” bonaerense

“Kirchnerismo o libertad”. El ajedrez de la campaña electoral es inusual por el reparto en tercios y la migración cruzada de votos entre Sergio Massa, Javier Milei y Patricia Bullrich. En ese escenario incierto, el candidato libertario se metió en la pelea bonaerense y para hacerlo abrazó el relato que, hasta acá, fue casi capital exclusivo de la presidenciable de Juntos por el Cambio (JxC): la confrontación directa con el kirchnerismo y, más específicamente, con La Cámpora.

El giro, que coincide con que Bullrich empezó a tomar distancia de esa línea discursiva para confrontar directamente con Milei, se cristalizó en el último spot libertario que tiene como eje la carrera por la gobernación bonaerense y comparte pantalla con Carolina Píparo, la postulante de LLA en ese territorio. “Que no sea una guarida de corruptos ni de ñoquis de La Cámpora”, dice Milei. Un detalle: el spot, escrito y realizado por Santiago Oría, en el marco táctico que definió el campañista Santiago Caputo, discípulo de Jaime Durán Barba, fue grabado antes de que estalle el escándalo de Martín Insaurralde.

En su campaña, a diferencia de Bullrich, Milei no tuvo como recurso temático el anti kirchnerismo. A su lado, esa decisión se explicó porque detectaron que parte de sus votantes eran “ex K” o, incluso, que venían de sectores sociales donde tenía cierto nivel de respaldo y adhesión Cristina Kirchner. En lo conceptual, más grueso, Milei prefiere una metralla genérica sobre la política bajo el concepto de casta que apuntar sobre uno solo de los actores.

En el caso bonaerense, por ser el distrito gobernador por Axel Kicillof, un dirigente de indudable ADN K, y al que Milei tiene en su podio de tirrias sobre figuras políticas, hubo un cambio de táctica para buscar la polarización, acción que supone además ignorar, para tratar de sacar de la cancha y la discusión, a Néstor Grindetti, el candidato a gobernador de JxC. El intendente interino de Lanús, postulante por el sector de Bullrich, ganó ajustadamente la primaria cambiemita a Diego Santilli, que era el candidato de Horacio Rodríguez Larreta. Tuvo, hasta acá, una campaña de bajo impacto y bajo perfil, como si atase toda su suerte electoral a lo que lo arrastre Bullrich.

En las PASO del 13 de agosto, Píparo quedó a 12 puntos de Kicillof. Según los números que manejan en el equipo de LLA bonaerense, antes de que estalle el yate-gate, la diputada que antes estuvo en JxC y luego se postuló junto a José Luis Espert, había crecido hasta los 28 puntos y partir de nutrirse de votos de Grindetti. Agustín Romo, un libertario de alta exposición, que es candidato a legislador bonaerense, asegura que Píparo está a tres puntos de Kicillof.

Un dato puntual: tanto Píparo como Grindetti suben y bajan según lo que ocurra con Milei y Bullrich. “Patricia está bajando, y con ella, baja Grindetti y nosotros crecemos”, dicen en LLA y especifican que la campaña bonaerense, con el #hashtag “Kirchnerismo o libertad”, tiene una serie de sutilezas. Por caso, que no apunta al peronismo sino al kirchnermismo. Sostiene, así, la tesis de que hay votantes peronistas que, disconformes con el gobierno de los Fernández, ya se mudaron a la oferta mileista.

El objetivo de polarizar se sintetiza en una frase que pronuncia Nahuel Sotelo, dirigente bonaerense y candidato de LLA. “En la provincia, el balotaje es ahora, en octubre: el voto opositor se va a ordenar detrás de Milei y Píparo porque es la mejor propuesta opositora”, afirma. La lectura es simple: en la provincia, la boleta de gobernador está en el medio de la tira larga, por lo que habitualmente dependen de la tracción positiva -o negativa- de la boleta presidencial y de las boletas de intendentes. En el caso de Grindetti, la dependencia es mutua porque la centralidad es de BUllrich y JxC maneja muchos municipios. Lo de Píparo es más lineal: se nutre enteramente, como las candidaturas locales, de lo que derrame hacia abajo la boleta de Milei, es decir, depende puramente de que no haya corte de boleta porque ninguna figura le suma un voto al libertario.

En La Plata, el factor Píparo es visto con atención pero no todavía con preocupación. Matemáticamente, debería producirse un derrumbe muy intenso de Bullrich y JxC para que haya un desplazamiento tan importante de votos de Grindetti a Píparo que la vuelta competitiva para ganar. Deberían migrar entre 7 puntos de JxC a LLA, un número alto, que implicaría -por el peso que la provincia tiene en el mapa nacional- un derrumbe federal de Bullrich y la posibilidad de que Milei se arribe a ganar en una primera vuelta.

PI/MG