Santilli, Grindetti y los tres radicalismos: JxC acelera su interna en Buenos Aires para ir contra Kicillof
“Los radicales viven a base de internas y reunionitis”. La ironía se escuchó en un influyente búnker de la UCR en la provincia de Buenos Aires y pinta el panorama que atraviesa el centenario partido en el distrito más populoso del país. Los boinas blancas están disputándose por estas horas quien corteja mejor al PRO de cara a las elecciones. No tienen una figura de peso que pueda competirle a los amarillos Diego Santilli y Néstor Grindetti, los candidatos a gobernador de Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, respectivamente.
En la previa a la convención bonaerense agendada para el sábado próximo –previa, a su vez, a la convención nacional del 12 de junio–, en el radicalismo hay tres corrientes que pugnan por las condiciones de una fórmula cruzada con el PRO. El nudo está atado a la estrategia nacional: el jefe de Gobierno teje una alianza con el presidente del partido, Gerardo Morales, mientras la ex ministra busca arropar a los disidentes del conocido “grupo Malbec”.
La cabeza institucional de la UCR en la provincia la ostenta Maximiliano Abad, presidente del bloque bonaerense de JxC aliado al neurólogo y diputado Facundo Manes. Desde ese rol, en los últimos días operó para que se unifique en una candidatura la oferta electoral opositora. Argumenta que es la única manera de vencer a Axel Kicillof, aunque en lo concreto tiene la presión de los intendentes radicales que ven amenazado su terruño por lo descarnada que puede ser la interna cambiemita.
En la vereda de enfrente aparecen las tribus de Martín Tetaz –referente de Evolución, de Martín Lousteau– y el histórico Gustavo Posse. Con diferencias entre sí, trabajan para forjar una alianza con Santilli.
“Último llamado”
La tensión en la semana la marcó Abad, el lunes, con una foto junto a Elisa Carrió en su casa de Exaltación de la Cruz. No anduvo con eufemismos: “Hacemos este último llamado a la unidad de Juntos por el Cambio”, clamó por Twitter. En su entorno explicaron a elDiarioAR la jugada a partir del predominio del gobernador kirchnerista y la sorpresa que puede dar el libertario Javier Milei: “Si vamos con dos o tres candidatos a las PASO podemos quedar terceros, detrás de Kicillof y Milei. Con eso se vuelve muy difusa la posibilidad de capturar el voto útil para ganar en las generales”.
En el comité radical advierten sobre el desafío que podría enfrentar un potencial gobierno de JxC con la provincia dominada por el kirchnerismo: “Buenos Aires es garantía de sustentabilidad. Sino, vamos a tener un presidente débil”, explicó un vocero.
Abad esquiva la definición sobre quién debería ser el candidato único, pero ese nombre aparece por decantación: Santilli está en una situación de favoritismo a la luz de su victoria en las legislativas 2021. Pero es Larreta el que no quiere entregarlo: ¿por qué tendría que compartir su mejor carta con Bullrich?, cuestionan desde Uspallata. Un dato de color: Grindetti fue el jefe de la campaña del “Colo”.
La tesis de Abad está cruzada por sus correligionarios. “Él quiere entregarle el paquete de la UCR armadito al PRO para negociar mejor y ver qué saca”, sintetizó un entornista de Posse, intendente de San Isidro desde 1999 y con peso propio en el mundillo radical. En caso de fracasar en la iniciativa unificación –no hay quien la dé por plausible–, Abad tiene aceitados puentes con Grindetti. Ser su vice sería una plan B.
Un influyente dirigente de Evolución explicó que el titular del partido está presionado por la treintena de jefes comunales que no quieren atar su futuro político a la riña entre Larreta y Bullrich. Un esquema de “Y” les solucionaría, además, el dilema de tener que hacer campaña para uno u otro bando.
Pero lo que se avecina es una interna en los 135 distritos, incluso en los que están gobernados por JxC: en San Isidro, por ejemplo, el bullrichismo desafiará el predominio de Posse con Ramón Lanús como precandidato. Otro caso: en La Plata, el senador Juan Pablo Allan confirmó que jugará con Bullrich para enfrentar al larretista Julio Garro.
A las vistas de que la unificación “es casi imposible” –según dijo la fuente consultada–, más temprano que tarde los jefes comunales deberán elegir de qué lado pararse. Lo mismo tendrá que hacer Abad. “Orgánicamente, el radicalismo nacional y el porteño van a cerrar con Larreta. ¿Maxi va a irse con Bullrich? Hay una cuestión ideológica difícil de tragar ahí”, soltó al aire el operador de la fuerza de Lousteau para incomodar al titular del partido.
Evolución hizo un plenario interno el sábado en Junín. “El proyecto político tiene que tener tres objetivos: garantizar la gobernabilidad de los intendentes y espacios de poder que tiene el partido, proyección a los dirigentes para poder conducir los destinos de la provincia y hacer crecer el proyecto del radicalismo en la provincia”, expuso Tetaz, que está anotado como precandidato a gobernador pero podría terminar como vice de Santilli.
Cruce de fórmulas
Abad se dio tiempo hasta este jueves 1 de junio para operar la candidatura única, supo elDiarioAR. Pasado el deadline, comenzarán a cristalizarse los alineamientos detrás de las figuras del PRO. En lo formal, el movimiento de fichas ocurrirá luego de que las dos convenciones –la bonaerense y la nacional– ratifiquen la alianza con el partido amarillo bajo el paraguas del sello JxC y den vía libre a sus dirigentes para sumarse a las listas de sus socios.
En el búnker de Grindetti ya dan por descontado que Abad aportará a su armado. Incluso se aventuran con la construcción de la fórmula combinada. “Néstor quiere que su vice sea un radical, que represente a los intendentes del interior y que tenga territorialidad en la provincia”, dijeron en la intendencia de Lanús. Otro nombre con ese CV es Miguel Fernández, intendente de Trenque Lauquen.
Del lado de Santilli tienen una mesa armada con las otras dos vertientes radicales. El diputado nacional puso a su asesor Gustavo Coria de enlace con Walter Carusso –legislador bonaerense por el lado de Posse– y Pablo Domenichini –de Evolución–. Se trabaja en un armado de listas bajo el mismo reglamento que operó en la interna Santilli-Manes hace dos años. Las reunionitis, a la orden del día.
MC
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