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Para enero y febrero

Milei apura el llamado a extraordinarias del Congreso para eliminar las PASO y completar la Corte Suprema

Milei fue al Congreso el 15 de septiembre pasado para presentar el fallido Presupuesto 2025. Ahora quiere apurar extraordinarias con las PASO y la Corte en el temario.

Pedro Lacour

6 de enero de 2025 19:02 h

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Javier Milei planea jugar esta semana una de sus primeras cartas del 2025: la definición del llamado a sesiones extraordinarias, que se oficializaría en el transcurso de los próximos días. La maquinaria política de La Libertad Avanza se ajusta después de un diciembre frenético y una pausa navideña que dejó a la Casa Rosada en modo “piloto automático”. Ahora, con las fiestas en el retrovisor, la mesa chica del Gobierno busca retomar el control del tablero y definir el temario que planea enviar al Congreso. Se estudia la posibilidad de abrir el Parlamento a finales de enero o en febrero.

Desde Balcarce 50 insisten en que “solo faltan detalles” para terminar de dar a conocer el decreto, aunque en política esas supuestas nimiedades suelen ser el abismo que separa el éxito del naufragio de cualquier iniciativa. Entre la oposición fragmentada y los aliados estratégicos (léase, el PRO de Macri y el peronismo no kirchnerista), las negociaciones requerirán un fino equilibrio para poder llegar a buen puerto, sobre todo en un año electoral.

En la agenda de Milei hay prioridades claras y polémicas estratégicas. Encabezan la lista la eliminación de las PASO y la designación de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla como nuevos ministros de la Corte Suprema.

La salida de Juan Carlos Maqueda el 29 de diciembre tras cumplir 75 años dejó al máximo tribunal con solo tres miembros, lo que amenaza con paralizar su funcionamiento. Sin embargo, en el oficialismo parecen haberle bajado el tono a una opción que estuvo sobre tapete durante varias semanas: designar a ambos magistrados en comisión, un recurso legal pero políticamente tóxico que hubiera exacerbado las tensiones con la oposición.

El frente legislativo no es un terreno fácil de conquistar para los estrategas del Gobierno. En el Senado el oficialismo necesita 48 votos para la aprobación de los pliegos de Lijo y García-Mansilla, un objetivo que, en un recinto polarizado, no resulta fácil de alcanzar.

José Mayans, el jefe del interbloque peronista en la Cámara alta, le había advertido al jefe de Gabinete Guillermo Francos, durante su último informe de gestión ante los legisladores, que los 33 miembros de la bancada de UP bloquearían cualquier intento unilateral de avanzar con las designaciones por decreto.

¿PASO sí o no?

Otra de las iniciativas que estará en el temario que enviará Milei al Congreso es la eliminación de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), defendida como una medida de austeridad que también desarma el tablero político tal como se lo conoce. En Diputados, el poroteo todavía es muy incipiente, pero el kirchnerismo y el sectores del PRO ya dejaron trascender que estarían dispuesto a debatir la “suspensión” de esa herramienta creada en 2010, bajo gestión kirchnerista.

En filas amarillas, el rechazo inicial a la medida mutó con el correr de las semanas a un acompañamiento con condiciones. En el bloque que preside Cristian Ritondo calculan que al menos la mitad de sus diputados estarían dispuestos a votar a favor de suspender las PASO. El resto, mientras tanto, todavía insiste con una propuesta de la diputada María Eugenia Vidal que plantea volver opcionales las primarias partidarias, pero manteniendo la organización a cargo del Gobierno en los casos donde haya competencia interna en algún frente.

Por su parte, el capítulo de la reforma política mileísta que parece haber quedado circunstancialmente en el tintero es del financiamiento político. Milei optaría por no incluir la flexibilización de las reglas de financiamiento de campañas ni la eliminación de los topes a los aportes privados en la agenda de extraordinarias. Tampoco avanzará con los ajustes a la ley de partidos políticos, destinados a frenar la proliferación de “sellos de goma”.  

Otros temas para extraordinarias

Entre los posibles ítems que el oficialismo incluiría en sesiones extraordinarias aparece la Ley Antimafias, que propone agravar las penas por tráfico de drogas, ya con media sanción en Diputados.

También está el proyecto sensible de la privatización de Aerolíneas Argentinas, que ya cuenta con dictamen de comisiión, pero que enfrenta resistencias feroces tanto en el Congreso como en los gremios, que durante el año pasado realizaron varios paros. Mientras los sindicatos y sectores de la oposición rechazan la iniciativa de plano, otros sectores la ven como un paso inevitable para reducir el gasto público.

El proyecto de Ficha Limpia es otro que el oficialismo parece tener intenciones de impulsar. La idea de prohibir que personas con condenas firmes ocupen cargos públicos cuenta con apoyo transversal, pero el fracaso de su tratamiento en el recinto de Diputados a finales de noviembre sembró de dudas el vínculo de Milei con Macri. Aunque el Presidente prometió a la diputada Silvia Lospennatto trabajar en un texto definitivo, las críticas del PRO por la falta de avances no tardaron en llegar. 

También las usinas oficiales evaluan avanzar con el juicio en ausencia, una herramienta que busca destrabar causas como el atentado a la AMIA. La iniciativa logró dictamen de mayoría, pero el quórum se escurrió en las últimas sesiones ordinarias del año, a la par del proyecto que prevé agravantes para reincidentes delictivos impulsado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

El gran ausente de las extraordinarias será el Presupuesto 2025, ya definitivamente sepultado por el propio mandatario. Por segundo año consecutivo, Milei prorrogó la “ley de leyes” del 2023, una jugada inédita que le otorga mayor discrecionalidad para manejar las cuentas públicas.

Aunque hubo intentos de negociación hasta último momento, estos se estancaron cuando los gobernadores radicales y del PRO exigieron medidas como el pago de deudas previsionales y una redistribución más equitativa de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN). Ante estas demandas, la Casa Rosada cortó el diálogo y reafirmó su compromiso con la regla del déficit cero. 

PL/MC

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