Más gobernadores desdoblan las elecciones locales para hacerle frente a la ola libertaria
El 2025 es el año de los provincialismos y, con cada vez más insistencia, los gobernadores desdoblan las elecciones para blindar el territorio frente a la ola libertaria. En los precoces equipos de campaña se escucha la misma queja: “Hoy no hay quien le gane a Milei”. De la mano de la eliminación de las PASO, los mandatarios buscan sostener el control de la oferta electoral sobre el pago chico y evitar que la polarización nacional contamine la agenda local. No es una novedad, sino una lógica de supervivencia que viene profundizándose en los últimos comicios y que este año se concentrará en una sola premisa: resistir la oleada violeta.
Ya son cinco las provincias que anunciaron que adelantarán las elecciones legislativas provinciales: Salta (el 4 de mayo), Chaco (11 de mayo), San Luis (11 de mayo), Santa Fe (29 de junio) y Ciudad de Buenos Aires (6 de julio). Esto significa que de 5 de las 15 provincias que eligen cargos locales –no todas lo hacen– tienen definido desdoblar la campaña local de la nacional, a modo de resguardarse de la voracidad libertaria que pretende convertirse, para 2026, en la primera minoría legislativa. Pero no serán las únicas.
La modificación del sistema de votación, que este año inaugurará la Boleta Única de Papel (BUP), ya le había abierto la puerta a una diferenciación de facto en los distritos. Las boletas únicas para cargos nacionales, por un lado, las boletas para cargos provinciales, por el otro. Las boletas para cargos locales pueden ser partidarias, únicas con distinto sistema –como Córdoba o Santa Fe– o electrónicas –como Salta y CABA–, pero terminarán siempre en una urna diferente a la nacional. Es decir que, aunque las elecciones ocurran en el mismo día, será difícil que la oferta nacional arrastre la local. Una salida ideal para los oficialismos locales, que siempre prefieren elecciones diferenciadas, y que funciona como excusa anticipada para el desdoblamiento.
Una de las grandes incógnitas es la provincia de Buenos Aires, que reúne casi el 40% del padrón nacional y podría sumarse a la tendencia del desdoblamiento. La decisión está en manos de Axel Kicillof, que coquetea con la idea de adelantar las legislativas bonaerenses para desarrollar una campaña autónoma basada en el plebiscito de su gestión. El gobernador pretende ratificar su liderazgo en PBA de cara a su proyecto presidencial en 2027 y para ello necesita poder poner a sus candidatos. Un desafío difícil si la que maneja la lapicera es Cristina Fernández de Kirchner.
El kicillofismo sostiene que la mejor estrategia es dividir las campañas, bajo la premisa de que un buen resultado en la elección provincial podrá funcionar como efecto arrastre para la nacional. CFK, La Cámpora e, incluso, Sergio Massa opinan lo contrario. La presidenta del PJ sostiene que la mejor estrategia es nacionalizar la elección y competir como la principal alternativa opositora al gobierno libertario. “Hay que discutir a Milei”, insisten en el Patria, en donde la alternativa del desdoblamiento solo revive el fantasma de las elecciones de 2023, cuando muchos de los gobernadores peronistas adelantaron las elecciones para evitar la mancha venenosa del gobierno frentetodista. “Fue un error adelantar, si dos o tres gobernadores votaban en conjunto ganábamos. Conviene ir todos juntitos”, argumentan desde las filas del cristinismo.
Operativo blindaje
Si en 2023 los gobernadores peronistas adelantaban las elecciones locales para evitar el arrastre negativo de la experiencia del Frente de Todos, hoy la razón es la opuesta. Los caciques observan que Milei cuenta con una amplia imagen positiva en sus provincias y pretenden evitar el choque a toda costa. La prioridad es proteger las legislaturas y los municipios de la ola violeta.
El caso más paradigmático, por su tamaño y por el hecho de que sus PASO provinciales inaugurarán el calendario electoral, es la provincia de Santa Fe. Allí, Maximiliano Pullaro tiene un solo objetivo: conseguir la reforma constitucional que habilite su reelección. La elección de los convencionales que reformarán la Constitución provincial será el 13 de abril, el mismo día de las PASO locales, y Pullaro encabezará la lista. El objetivo es replicar la coalición Unidos, la alianza entre radicales, PRO y socialistas, además de varias agrupaciones provinciales, con la que logró llegar a la Casa Gris. Será difícil: el bullrichismo local, encabezado por los diputados José Nuñez y Gabriel Chumpitaz, ya anunció que pegará el portazo y se especula con que armarán para Milei en la provincia.
Aún sin el PRO, Pullaro buscará plebiscitar su gestión en la elección de los constituyentes. Fue por este motivo que desdobló las elecciones de medio término. “Maxi piensa que va a haber una ola fuerte de LLA que se va a llevar todo puesto. Y él lo que quiere es que quede claro que el que manda en la provincia es él, que no se desvíe la mirada a ver cuánto sacó Milei”, explica un dirigente santafesino que integra la coalición gobernante. Y desliza: “Habrá devolución de gentilezas. Ellos no joden con la provincial, nosotros no jodemos mucho con la nacional”. Cerca de Pullaro calculan que de los 9 diputados nacionales a elegir, Milei podría incluso sacar cuatro o cinco.
Otra de las elecciones claves será la Ciudad de Buenos Aires, el territorio donde se definirá el cariz de la relación entre LLA y el PRO. La decisión de Jorge Macri de desdoblar fue un gesto autodefensivo frente a la oleada violeta que pretende terminar con más de 20 años de hegemonía amarilla porteña. El adelantamiento para el 6 de julio pretende evitar que el efecto arrastre del candidato de Milei –sea Manuel Adorni, Patricia Bullrich o la misma Karina Milei– termine destruyendo el control del PRO sobre la Legislatura. El rechazo del bloque libertario y de los legisladores que responden a Bullrich al Presupuesto 2025 les sirvió como ejemplo aleccionador.
La elección porteña será en definitiva la prueba de fuego para el liderazgo de Mauricio Macri, que se juega su propia extinción. El PRO buscará ratificar su autonomía frente a la avanzada libertaria, pero es un juego de doble filo: una derrota en la elección local podría solo acelerar el proceso.
En Salta el peronista devenido en filo-libertario Gustavo Sáenz eliminó con bastante anticipación las PASO locales: avanzó en octubre pasado, con la venia del mileísmo. No tocó el voto electrónico. Las legislativas y municipales locales serán el 4 de mayo.
En Chaco y San Luis se da el fenómeno similar de gobernadores cambiemitas que, a nivel nacional, juegan con Milei, pero que, a nivel local, buscan evitar la filtración libertaria. El chaqueño Leandro Zdero está convencido de que en una elección provincial le saca más de 10 puntos al candidato que ponga Milei y por eso fue uno de los primeros en anticipar que modificaría el cronograma electoral: en noviembre la legislatura eliminó las PASO locales y un mes después el gobernador firmó el decreto que convoca a las legislativas para el 11 de mayo.
El puntano Claudio Poggi, que también ganó una provincia históricamente peronista integrando una boleta de Juntos por el Cambio, tiene como objetivo sostener el control de la Legislatura. La elección nacional, en cambio, es otra historia: el gobernador analiza todavía la posibilidad de conformar una alianza electoral con LLA, ya que el distrito además de diputados elige senadores. Solucionado el pago chico, más de un dirigente provincial se entusiasma con convertirse en la franquicia local de LLA.
MC/MC
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