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LIJO LA HABÍA ARCHIVADO

Piden que un testigo declare en cámara gesell en la causa contra empresarios por supuesta trata

Roberto Mazzoni, durante su exposición en una reunión pública sobre trata en el Senado.

Emilia Delfino

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La Justicia federal intenta establecer si existió una supuesta red de trata de personas con fines sexuales que tiene a empresarios de la salud en el centro de un expediente. La causa fue eje de algunas de las preguntas que los senadores realizaron al juez del caso, Ariel Lijo, el miércoles último durante la audiencia para tratar la candidatura del magistrado a la Corte Suprema

En mayo último, el juez Lijo archivó el expediente ante la falta de pruebas, tras dos años de investigación, según el escrito consultado por elDiarioAR, pero la Cámara Federal de Apelaciones porteña revocó el archivo por prematuro y ordenó seguir investigando, como reveló este medio el domingo.  

Tras la decisión de la Sala I de la Cámara de Apelaciones, el juez delegó el expediente en el fiscal Ramiro González, quien solicitó la colaboración de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex), a cargo de los fiscales Alejandra Mángano y Marcelo Colombo.

Tras analizar la causa, los fiscales de la Protex solicitaron escuchar a un testigo en cámara gesell, un método utilizado para las testimoniales de presuntas víctimas de abusos que serán llevadas adelante por psicólogos y especialistas mientras los abogados y fiscales puedan observar la testimonial detrás de un vidrio sin intervenir directamente para preservar al testigo.

Para avanzar sobre la hipótesis de trata de personas, la Justicia debe determinar la existencia de intermediarios que hayan reclutado personas –ya sean mayores o menores de edad– para beneficiarse de su explotación sexual. Hasta el momento, el juez determinó que no hay pruebas de que eso haya sucedido ni de la participación de menores. Sin embargo, la Cámara Federal ordenó que se investigara la denuncia de una ONG sobre dos jóvenes que habrían sostenido su participación en presuntas fiestas con algunos de los investigados.

El testigo en cuestión es un hombre adulto, que realizó una presentación por escrito ante la Justicia pero que hasta el momento no había sido escuchado, explicó una fuente del caso a elDiarioAR. Su caso consta de uno de los tres legajos de identidad reservada en la causa. “Nos interesa escuchar a los testigos porque Alejandro Roemmers está convencido de su inocencia y quiere que la Justicia así lo determine”, dijo Juan Manuel Novello, abogado del empresario mencionado en la causa.  

El caos salió a la luz tras declaraciones de su denunciante, Roberto Mazzoni, en un encuentro sobre trata de personas en el Senado. Sus dichos generaron la publicación de un comunicado del empresario, escritor y filántropo Alejandro Roemmers, heredero de uno de los laboratorios más poderosos del país, quien rechazó las acusaciones y aseguró ser objeto de una extorsión por parte del denunciante.

El caso generó impacto en las redes sociales luego de que el denunciante, Mazzoni, afirmara que su denuncia es contra “la red de trata más grande de la Argentina” y mencionara a dos de los denunciados: Roemmers y el empresario Matías Barreiro, dueño del sanatorio Colegiales, además de vocal de River Plate. “Hasta el día de hoy no llamaron a ninguno de los testigos”, aseguró Mazzoni en el Senado. “Ya no sé a quién acudir porque estamos hablando de la gente más poderosa”, agregó.

Además, Mazzoni hizo especial énfasis en el rol del juez Lijo, en medio de las oposiciones y críticas de ciertos sectores por su candidatura a la Corte Suprema de Justicia, que impulsa el gobierno de Javier Milei.

Tras la difusión de videos del testimonio de Mazzoni en las redes sociales, Alejandro Roemmers publicó un comunicado rechazando los dichos del denunciante “ante la difamación y falsas denuncias de que es objeto” el empresario. Roemmers definió a Mazzoni como “un individuo con antecedentes de extorsión, hurto y violencia que han tomado estado público” y habló de supuesta “difamación y extorsión a un reconocido artista e intento de atropello con una camioneta robada” por parte del denunciante. “Roemmers no se ofreció al chantaje porque está convencido de su inocencia”, dijo su abogado ante la consulta de elDiarioAR.

Según Roemmers, “la Justicia archivó la falsa denuncia de Roberto Mazzoni después de dos años en que se presentara ninguna prueba y ningún damnificado en la causa, ni siquiera el propio Mazzoni, ya que nunca trató” con Roemmers. “Reiteramos: no existe ni una sola persona ni mayor ni menor de edad, ni en nuestro país ni en el exterior, que haya jamás manifestado alguna queja respecto al comportamiento impecable del señor Alejandro Roemmers”, dice el comunicado.

“Hemos ofrecido testigos y pruebas que demuestran el accionar de Roberto Mazzoni, la incitación al falso testimonio y su voluntad de pedir dinero a cambio de no difamar”, agregó el empresario en el comunicado.

El abogado Roberto Herrera representa junto a su socio, Mariano Di Giusseppe, al empresario Barreiro y dijo a este medio que realizará una presentación ante la Justicia en los próximos días en donde afirmará que su cliente fue también objeto de una supuesta extorsión por parte del denunciante Mazzoni, quien, además, acusó a Barreiro de supuesto abuso sexual en su contra. “Barreiro es inocente de estas acusaciones, jamás estuvo con Mazzoni y pediremos una pericia psicológica del denunciante”, aseguró ante la consulta.

ED/MG

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