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Chicho, el tío del Presidente, se mudó a una pensión para no estar en su desalojo

Juan José Milei, Chicho: el tío del Presidente.

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Juan José Milei, Chicho, el tío del Presidente, está viviendo en una pensión. Dejó el departamento que heredó de sus padres porque el 11 de julio recibió una notificación de desalojo. El papel dice “¡Último aviso!” y sigue así: “Comunícole que en virtud de órdenes impartidas por el Juzgado Civil N°48 deberá desalojar su domicilio indefectiblemente el día 30 de julio; bajo apercibimiento de ser lanzado por la fuerza pública”. La nota está firmada por un oficial de Justicia. 

Chicho no quiso “ser lanzado por la fuerza pública” -un dispositivo que implica policías, ambulancias, bomberos- así que le pidió plata prestada a los amigos. Juntó, con la promesa de devolverla pronto, unos $90.000. Se mudó en tandas a una pieza en la que entran, apenas, un tercio de sus pertenencias. La cama, que era de sus padres, tuvo que dejarla.

Juan José, Chicho, es el hermano menor de Norberto, a quien llaman “Beto”, el padre de los hermanos Milei. Chicho y Beto son hijos del mismo padre, Francisco, pero no de la misma madre. La mamá de Chicho se llamaba Marcela Morlacca. De ellos heredó un departamento en Belgrano que vendió porque necesitaba la plata y, además, porque era demasiado grande para él solo. El último contacto que tuvieron los hermanos fue cuando el padre en común, Francisco, abuelo de Javier y Karina, murió. Beto se hizo cargo de los gastos del sepelio. Y luego, nunca más.

Chicho asegura que un abogado que lo representó en un juicio laboral terminó estafándolo y se quedó con su casa en concepto de “honorarios”. El tío del Presidente tiene 63 años y dos empleos, ambos precarios: reparte diarios a la mañana y hace delivery en su bicicleta para Pedidos Ya. En los últimos meses cumple horas como encargado en un edificio.

Desde que elDiarioAR contó sus historia, el 6 de enero, Chicho intentó sin éxito hacer contacto con sus sobrinos, Javier y Karina Milei. No quería dinero, quería que lo escucharan. En ese tiempo, Juan José evitó ofrecer entrevistas porque no quería que se aprovecharan de su situación -un desalojo violento a un pariente de sangre del Presidente- para “pegarle” a su sobrino o al Gobierno. “Hace muchos años que no tienen contacto con él y no vamos a meternos en un tema familiar”, dijeron en Casa Rosada.

VDM/DTC

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