Fernández apuesta a que el Congreso trate rápido el proyecto para “institucionalizar” las restricciones
Antes de subir al avión para iniciar la gira que, hasta el viernes, recorrerá cuatro países europeos, Alberto Fernández le dio el último retoque, y dejó firmado, el proyecto para “institucionalizar” la aplicación de restricciones según un parámetro sanitario, según confirmaron a elDiarioAR fuentes de la comitiva presidencial en Lisboa, Portugal.
“Lo ideal sería que la ley esté lista antes de que venza el actual DNU”, indicaron desde el entorno del presidente, en un intento para que se apure la discusión parlamentaria. “Faltan dos semanas”, señaló. Se sabe, de todos modos, que es poco tiempo para la dinámica legislativa pero esconde un factor simbólico: si cuando el 21 de mayo, Fernández tenga que extender las restricciones podrá tomar como referencia, aunque no esté vigente la norma, los parámetros que se estén acordando en el Congreso.
La base del proyecto toma referencias de cómo funciona la normativa en Alemania e Italia, según indicaron voceros oficiales, donde se establece un esquema que determina, con referencias estadísticas según cantidad de casos, incidencia y velocidad de duplicación de los mismos, qué tipo de restricción debe aplicarse en el lugar. Un caso: Angela Merkel consiguió que el Parlamento le apruebe un proyecto que dispara restricciones, entre ellas, la suspensión de la presencialidad, cuando se superan los 165 casos para 100 mil habitantes en siete días. En CABA la semana pasada se registraban 1.350 casos cada 100.000 habitantes en 14 días.
El cuadro general es similar a los que fijó el último DNU que estableció cuatro categorías: riesgo sanitario bajo, medio, alto y de alarma. Este último es el más crítico y es el que establece, entre otros puntos, que se debe suspender -aun con algunas salvedades- la presencialidad escolar.
Fernández no quiere, por más que esa presunción se haya alimentado de sus palabras, que el proyecto otorgue facultades extraordinarias al Gobierno nacional ni a los mandatarios provinciales sino que despliegue un esquema, previsible y estadístico, sobre qué tipo de restricciones son necesarias de acuerdo al cuadro epidemiológico.
La aclaración no es ociosa porque en el fallo de la Corte, que el gobierno considera una “autopista de un DNU” porque analiza un decreto que ya no está vigente, aparece la referencia a que las disposiciones propias de las jurisdicciones, como la educación, estarían siendo avasalladas sea por un DNU o por una ley. “Si sale una ley que establece parámetros y la Corte va contra esa ley, ya sería muy grave”, indicó una fuente del entorno presidencial.
Es, a su vez, un mensaje a la oposición que rápidamente, sobre todo a partir de sus voceros más extremos, salió a decir que no otorgaría “superpoderes” al presidente.
En el Gobierno indican, a su vez, que con el proyecto enviado al Congreso la discusión sobre la pandemia tendrá ahora otro ring donde la oposición deberá tener una posición “más responsable”.
Fernández, en la intimidad, rehusa seguir la discusión sobre lo resuelto por la Corte Suprema y advierte que aplica el fallo porque no tiene validez al referir a un DNU que no está vigente. Relativiza, según confía a su círculo más cercano, que lo de CABA sea un incumplimiento total a su decreto sino que las últimas semanas dispuso medidas referidas a la salud que van en línea con lo que propone la Nación.
PI
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