Delta del Paraná: se reavivaron los incendios y el humo llega a Rosario
Voceros del Observatorio Ambiental de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) advirtieron que el humo llegó a la ciudad esta mañana luego de que se produjeran nuevos incendios en las islas de la provincia de Entre Ríos y en algunos puntos de Santa Fe, los cuales las autoridades adjudican a quemas intencionales en los campos.
El principal foco ígneo en actividad está a la altura de la localidad santafesina de Pueblo Esther, a las afueras de Rosario, donde desde el 2020 se quemaron un total de más de 300.000 de hectáreas, de acuerdo con el Observatorio. Estos focos se replican en San Lorenzo, San Nicolás y Villa Constitución.
De acuerdo con distintas investigaciones y denuncias presentadas ante la Justicia, el Gobierno advirtió que las quemas se realizan para preparar el terreno para actividades como negocios inmobiliarios y la producción agrícola y ganadera, entre otras razones.
Debido al colapso de la región por el humo, la visibilidad está reducida a 9 kilómetros, por lo que desde Seguridad Vial piden extremar las medidas de precaución al conducir. El puente Rosario-Victoria amaneció con una visibilidad prácticamente nula por la densidad del humo presente. Al mismo tiempo, distintos centros médicos confirmaron que se multiplican las consultas para tratar afecciones respiratorias.
Matías De Bueno, director del Observatorio Ambiental, dijo que de acuerdo con estudios satelitales, la calidad del aire en Rosario “es seis veces peor” que lo recomendable de acuerdo a lo que disponen organismos internacionales. Anticipó que inicia una semana muy complicada, ya que no hay pronósticos de lluvias para los próximos días en la región.
“Hay unas diez mil hectáreas que están prendidas a lo largo del humedal. Unas cinco mil son las que están frente a Villa Constitución y Pueblo Esther que comenzaron a arder tímidamente este fin de semana. La verdad es que el viento sureste se adelantó, porque esperábamos esto para mañana y hoy estamos así. Según datos satelitales, tenemos 6 veces más contaminación por encima de los niveles recomendados”, señaló De Bueno.
Asimismo, añadió: “Nosotros planteamos esto desde el momento en que llegó el Ejército para apoyar a los brigadistas. Si vienen para apagar el fuego, apenas terminen el operativo y se vayan del lugar, esto se vuelve a encender. La solución para esto es tener una fuerza de seguridad de prevención permanente, no una que haga de bombero. Una fuerza de seguridad interjurisdiccional que pueda trabajar en el territorio, conformada por fuerzas federales más las locales, que tienen que interactuar permanentemente. Acá se atacó el fuego, el operativo fue exitoso y el Ejército se retiró del lugar, y ahora se empieza a encender. Ahora depende todo de las jurisdicciones locales”.
“Fueron 15 días en los que tuvimos de paz. Los peores momentos fueron a mediados de agosto donde tuvimos 37 mil hectáreas quemadas en el humedal. Después empezó el trabajo en conjunto de todas las fuerzas de seguridad y empezó a mermar de a poco. Hace unos días había pequeños focos de incendios, con menos de tres hectáreas encendidas. Si no se actúa rápidamente ya sabemos qué sucede”, sentenció el director del Observatorio.
Además, el director manifestó: “No hay dudas de que los incendios son intencionales. En ese lugar no hay torres de alta tensión, no hubo tormentas eléctricas en este tiempo y se prendió fuego en diferentes lugares. O se hace para la limpieza del terreno para la ganadería o para emprendimientos inmobiliarios, siempre hablando en el terreno de las hipótesis”.
“Cuando detuvieron a personas, resultaron ser apicultores. Hay que ir viendo cuál es el móvil particular, porque lo que sucede en el humedal es un conglomerado de temas de diferentes personas. El Estado tiene que estar en el lugar y el daño que se genera es muy difícil de revertir, por eso lo más importante es la prevención”, subrayó De Bueno.
LC con información de agencias
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