Investigadores argentinos desarrollaron una técnica para medir tóxicos derivados del tabaco en el aire
Investigadores argentinos desarrollaron la primera técnica que en cinco minutos determina y mide un grupo de compuestos altamente tóxicos derivados de la combustión del tabaco, “herramienta que será útil para establecer su impacto en fumadores activos como pasivos”, informó la Fundación Instituto Leloir.
“Se trata de la primera técnica que, en un solo ensayo que dura cinco minutos, determina la presencia y la concentración en el aire de hasta diez compuestos del grupo de las ”aminas aromáticas heterocíclicas“ o HAAs emanadas del humo de cigarrillos y otros productos del tabaco”, detalló la Fundación en un comunicado.
El desarrollo fue liderado por investigadores del Instituto de Química de San Luis (Inquisal), que depende del Conicet y de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL).
Del trabajo también participaron Carolina Talio, del Inquisal; y Mario Reta, del Laboratorio de Investigación y Desarrollo de Métodos Analíticos de la División Química Analítica en la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata.
“Es necesario el desarrollo de metodologías especiales de análisis que permitan conocer en forma exacta y precisa los niveles de concentración de HAAs a las que pueden estar expuestos quienes fuman, como los fumadores pasivos (adultos y niños) expuestos al humo”, afirmó Soledad Cerutti, doctora en Química e investigadora del Inquisal.
La técnica fue publicada en la revista “Environmental Science and Pollution Research International”, donde se indicó que el procedimiento de los investigadores fue diseñado para que sea fácil de reproducir en otros laboratorios y no genere daño al ecosistema, es decir, se trata de una metodología amigable con el medioambiente que sigue los lineamientos de la química analítica verde.
“Aun cuando se encuentren en cantidades muy pequeñas, las HAAs presentan elevada toxicidad para los seres vivos, causando diversos tipos de cáncer y problemas de salud asociados”, destacó Cerutti.
En esa línea la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) clasificó a algunas HAAs como posibles carcinógenos humanos y fueron incluidos en la lista de componentes potencialmente dañinos en el humo del tabaco por la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA).
Como parte del estudio, los investigadores analizaron muestras de cigarrillos rubios de cinco marcas argentinas.
“Se compararon los resultados del análisis de las muestras antes y después de la combustión, lo que permitió concluir que no sólo la combustión del tabaco contribuye a la formación de HAAs, sino también su papel envoltorio. Incluso se observó la presencia de estos componentes en la ceniza generada, lo que puede resultar una vía de contaminación de transcendencia ambiental”, indicó la farmacéutica y doctora en Química Romina Canales, primera autora del trabajo e investigadora del Inquisal.
Los resultados del estudio revelaron que los niveles de HAAs encontrados en humo de cigarrillo fueron comparativamente superiores a los de tabaco y registraron variaciones en las diversas marcas comerciales.
“Es alarmante el hecho de que las concentraciones de estos compuestos altamente tóxicos en humo de cigarrillo fueron superiores a las de tabaco, lo cual también puede alcanzar en sus efectos dañinos a fumadores pasivos”, puntualizó María Evangelina Guiñez, doctora en Química, investigadora del Inquisal y coautora del estudio.
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