En un mes se conocerá la sentencia por Tehuel de la Torre, la fiscalía y la querella piden perpetua para el acusado
Luego de dos semanas de debate, finalizaron las audiencias por el homicidio de Tehuel de la Torre, el joven trans desaparecido en 2021, y la sentencia se conocerá el 30 de agosto. Tanto la fiscalía como la querella pidieron la pena de reclusión perpetua para Luis Alberto Ramos por considerarlo coautor del homicidio agravado por odio a la identidad de género. Si bien no se encontró el cuerpo, las pruebas indican que fue asesinado en la casa de Ramos, donde también estaba el otro acusado, Oscar Montes. Además, la parte acusadora considera que está comprobado el agravante ya que hay testimonios que confirman que Ramos consideraba que Tehuel “era un desperdicio de mujer por haberse convertido en hombre”. También se pidieron medidas reparatorias para el colectivo travesti trans tendientes a subsanar la vulnerabilidad que padecen.
Un mes después de finalizadas las audiencias, el Tribunal en lo Criminal N° 2 de La Plata, integrado por Claudio Joaquín Bernard, Silvia Hoerr y Ramiro Fernández Lorenzo, dará a conocer su veredicto. Durante el proceso declararon alrededor de 60 personas, entre peritos, familiares, amigos y compañeros de militancia de Tehuel y de Ramos, que participaban del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST). Los testimonios se suman a una gran cantidad de pruebas que indican que Tehuel fue asesinado entre la noche del 11 de marzo de 2021 y la madrugada del 12 en la casa de Ramos, donde también estaba Oscar Montes, el otro acusado que pidió ser juzgado por un tribunal popular en un proceso distinto. Algunas de los elementos más comprometedores tienen que ver con una mancha de sangre en la pared de la casa, una foto de ambos con Tehuel en el teléfono que fue tomada la noche de su desaparición, registros de telefonía celular y rastros de ropa de Tehuel quemada, igual que su celular, que fueron encontrados cerca de la casa.
Tanto la fiscalía como la querella sostienen que está acreditado el agravante por odio a la identidad de género. Esto se vio sobre todo en los testimonios de exparejas y de compañeros y compañeras de militancia de Ramos. Una de las integrantes de la organización contó que Ramos consideraba que Tehuel “era un desperdicio de mujer por haberse convertido en hombre”. Algo similar relataron otros testigos que coincidieron en que lo llamaba “chico chica”. Relatos que demuestran que negaba su identidad de género.
Según la fiscalía, a cargo de Juan Pablo Caniggia, existía una relación de asimetría entre ambos. Ramos era su referente y quién le conseguía changas en un contexto complejo en el que la identidad de género de Tehuel era un impedimento para conseguir trabajo. Según indicaron la madre y la novia del joven de 21 años, “no lo querían tomar porque era un chico trans. Decían que se podía arrepentir y quedar embarazada”.
El abogado querellante Cristián Ariel González sostiene que la estrategia de Ramos fue simular un respaldo económico para lograr su confianza. “Tehuel era un chico que tenía que ir boyando de casa en casa porque no encontraba su lugar y él simulaba comprenderlo. Los peritos sostuvieron que era un posicionamiento estratégico y que nunca lo consideró como un hombre, que había falta de afecto”, le dijo el letrado a elDiarioAr. En ese sentido también se expresó el fiscal Caniggia, que durante los alegatos indicó que “Tehuel fue víctima de la cisnorma. Estaba luchando por ser reconocido, y quedó expuesto a lobos donde se le fue la vida”.
Una de las particularidades de este juicio es la ausencia del cuerpo de la víctima, argumento en el que se basa la defensa de Ramos para pedir la absolución. Según la abogada Natalia Argenti, las pruebas no permiten confirmar el asesinato de Tehuel. “¿Ramos es tan genio que se deshace de un cadáver y del arma pero deja toda la evidencia en la casa para que la vengan a buscar?”, se preguntó durante su discurso final. En cambio, para la parte acusadora este punto demuestra el odio por la identidad de género. “Una característica de los delitos de odio es el ensañamiento con el cuerpo de la víctima, lo toman como si fuese un segundo rehén y acá nunca dijeron dónde está”, explicó González.
“En el caso Diana Sacayán, las lesiones estaban destinadas a cualquier punto que denotara una feminidad como el rostro y los pechos. En el caso de Tehuel no tenemos el cuerpo que es la negación máxima de la existencia, que se construye con todas estas negaciones de identidad. El no decir dónde está el cuerpo provoca un daño perpetuo. Al transhomicida no le alcanza con negarle la identidad, con matarlo, sino que se tiene que enseñar con el cuerpo y provocar un sufrimiento más, es como un castigo ejemplificativo el cual extiende el daño a toda la comunidad”, agregó el letrado.
La fiscalía también pidió medidas reparatorias para la comunidad travesti trans como la implementación de un protocolo de búsqueda para personas trans, teniendo en cuenta que Tehuel fue buscado como mujer y no como varón trans. “Entendemos también que esta condena no va a traer sólo justicia para Tehuel y su familia, sino que va a mandar un mensaje claro a nuestra sociedad, que no va a tolerar la violencia y discriminación a las personas travesti trans”, dijo Caniggia. Además, a pedido de las organizaciones sociales que se movilizaron a los tribunales durante todo el proceso, se pidió la implementación de la Ley de Cupo Laboral Travesti Trans. “Esto pasó porque el cupo laboral trans no penetra en los barrios”, expresaron. Con respecto a Montes, el otro acusado, aún no hay fecha de inicio pero está confirmado que será con un jurado popular como pidió. Desde la querella anticiparon que pedirán que el tribunal de 12 personas esté integrado también por cuatro trans.
Un juicio en ausencia del cuerpo y una pregunta que repitieron la fiscalía y la querella durante el alegato: “¿Dónde está Tehuel?”
CDB/MG
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