La mina de litio que abastece a Tesla, BMW y General Motors secó una vega en Catamarca
En el desértico Salar del Hombre Muerto, provincia de Catamarca, a 4.000 metros sobre el nivel del mar, comenzó a extraerse litio hace 26 años y a procesarlo con agua dulce del acuífero Trapiche. A los pocos años, la vega (una llanura inundable, baja y fértil) empezó a secarse.
“Teníamos muchos animales, pero ya no estamos criando porque no tienen alimento. Se secó al 100%”, contó Haroldo Condorí, miembro de una de las familias campesinas que viven de la cría de cabras y ovejas. Livent, empresa norteamericana a cargo de la explotación, compensó a los Condorí construyéndoles casas con paneles solares y dándoles maíz y alfalfa para los animales. Además, busca regenerar la vega Trapiche con agua del acuífero.
“La empresa hace tres años que ha empezado a tratar de regenerar esa vega. Es largar el agua y trasplantar, traer champa de otras vegas y seguir regando”, agregó el vecino. La “champa” son raíces con tierra. Haroldo Condorí se ilusiona con que los animales vuelvan a comer y beber allí, aunque tiene temor por la ampliación de las minas, que pasarán de una a siete. Al menos, planea trabajar para ellas transportando empleados.
A 90 kilómetros de allí está el pueblo de Antofagasta de la Sierra. Alfredo Morales tiene una hostería donde aloja empleados del litio. Uno de sus tres hijos trabaja en esta industria, pero él está preocupado por el agua dulce que necesitan para beber y para la finca familiar, donde crían ovejas, llamas y vacas, y cultivan papa, ajo y cebolla. “Están chupando toda el agua dulce y Antofagasta se mantiene con las cuencas que están cerca de donde están trabajando. Imagínese una empresa que hace 30 años que está acá, imagínese las otras que vienen por atrás. El ser humano vale más que el auto eléctrico. El auto eléctrico lo va a tener el que tiene plata, no nosotros, que estamos cuidando ovejas”, alertó Morales.
Livent, proveedora de Tesla, BMW y GM, admitió a DW que esta mina usa más agua dulce que otras, pero menos salmuera, y espera que se recuperen las condiciones hídricas previas al proyecto 10 años después de que cesen las extracciones.
Por su parte, Miguel Ramos, vecino de Antofagasta de la Sierra, dijo que “Siempre advertimos a la empresa diciendo ‘acá hay que regularizar esta situación'. Es importante saber que las vegas se pueden recuperar. La mayor parte de los pobladores y la mayoría de nuestros proveedores locales estamos en este pensamiento de desarrollarse como proveedor y también de que quede el movimiento económico”
Miguel Ramos está a favor de la minería, pero sustentable. Hace 13 años su familia formó una empresa de transporte de pasajeros y construcción al servicio del litio que ahora emplea a 27 personas. Además, perte nece a una de las comunidades indígenas que controlan el impacto ambiental.
“Estas tierras recónditas de Argentina son esperanza global porque de aquí se extrae el litio para los vehículos eléctricos”, explicó el periodista Alejandro Rebossio. “Para la población local, es fuente de trabajo y a la vez riesgo de quedarse sin agua”.
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