Los conflictos son parte de la historia del deporte más popular del mundo. Desde principios del siglo XXI, en cada región, en cada país y en cada rincón del mundo la pelota estuvo atravesada por la política y la sociedad.
Todas las semanas un newsletter para ir más allá de las tácticas y estrategias, de las transferencias, las posiciones y los promedios.
Irán - Estados Unidos: un partido que trasciende lo futbolístico
Ambas selecciones se enfrentan hoy para conseguir el pase a octavos de final. Un cruce marcado por la historia y la política, y que tiene su antecedente en el partido del Mundial de 1998, denominado como el “Partido por la paz”.
29 de noviembre de 202209:53 h
0
El partido que se jugará hoy a las 16:00 (horario de Argentina) entre Irán y Estados Unidos por un lugar a octavos de final está atravesado por una conflictividad política histórica entre ambos países, que tiene como antecedente el cruce que se disputó en la Copa del Mundo de Francia 1998, conocido como el “Partido por la Paz”. Similar a aquella vez, el partido de hoy carga con esa historia pero suma episodios en la previa que generaron asperezas entre ambos países.
El origen del conflicto histórico empieza en 1979 con la victoria de la Revolución Islámica en Irán, la caída del sha Reza Pahlevi (quien contaba con el respaldo de EE.UU) y el ascenso del ayatolá Jomeini, líder del movimiento que derrocó a Pahlevi. El punto más álgido del conflicto que puso fin a las relaciones diplomáticas fue con “la crisis de los rehenes”, cuando el 4 de noviembre de 1979 un grupo de estudiantes iraníes tomó como rehenes a 66 diplomáticos de la embajada estadounidense en Teherán por 444 días para exigir la extradición de Pahlevi, acusado por crímenes contra el pueblo. Posteriormente, Washington apoyó a Irak en la guerra que mantuvo con Irán y que duró de 1980 a 1988.
En 1997, previo al mundial de Francia, la relación entre ambos países mejoró desde la llegada de Mohammed Khatami al poder en Irán. Sin embargo, ese acercamiento generó rispideces al interior del país persa, de sectores que presentaban resistencia hacia el país norteamericano, que era presidido por Bill Clinton. Fue en ese mismo año que se sorteó el fixture de la Copa del Mundo de 1998, en el que ambos quedaron en el Grupo F junto a las selecciones de Alemania y Yugoslavia. A partir de ese momento, la disputa política tomó relevancia y el fútbol quedó en segundo plano.
La previa de ese partido, el primero de una Copa del Mundo, se vivió con mucha tensión y desde futbolistas hasta políticos tuvieron que manifestarse para apaciguar las aguas. El jugador norteamericano Tab Ramos declaró: “Esto es un partido y no nos tiene que preocupar nada más, ni la crisis de los rehenes ni nada”. Por su parte, el entrenador iraní Jalal Talebi manifestó que “Aunque todo el mundo dice que la política no tiene nada que ver con el deporte, desgraciadamente esa no es la realidad. Por eso estamos aquí para demostrar que no tenemos problemas con nadie”. Hasta Bill Clinton emitió un mensaje por televisión, en el que dijo: “Mientras animamos el juego de hoy entre atletas estadounidenses e iraníes, espero que sea otro paso para terminar con el alejamiento entre nuestras naciones”.
Aunque también hubo jugadores como el iraní Khodadad Azizi que no le bajó el tenor al asunto y que expresó la importancia que tenía el partido: “Ellos nos impusieron una guerra de ocho años (por la de Irak) que le costó la vida a medio millón de nuestros compatriotas. Hay muchas familias de mártires deseando que ganemos. Tenemos esa obligación porque es el partido de nuestras vidas”.
Cuando llegó el día del partido, el 21 de junio de 1998, hubo un fuerte operativo policial en las inmediaciones del Estadio Gerland de Lyon, mientras que la televisión recibió instrucciones de qué símbolos evitar mostrar y cuáles podrían aparecer en las gradas.
Sin embargo, toda la tensión que se generó en la previa fue desactivada por los futbolistas al salir a la cancha. En el saludo entre equipos, los jugadores iraníes le entregaron un ramo de flores blancas al equipo norteamericano y entre ambos se mezclaron para sacarse una foto grupal que dio la vuelta al mundo como un símbolo de paz. Al finalizar el encuentro, el defensor estadounidese Jeff Agoos, declaró: “Hicimos más en 90 minutos que los políticos en 20 años”.
El partido finalmente terminó 2 a 1 a favor de Irán, con goles de Hamid Estili y Mehdi Madhavikia. El triunfo se festejó fervorosamente en las calles de Teherán. No obstante, la selección iraní no lograría clasificar a octavos de final.
Desde ese partido mundialista hasta el de hoy, el escenario político fue cambiando pero la relación siguió siendo conflictiva. En el 2018 Trump tomó la decisión de retirarse del acuerdo del desarrollo nuclear con Irán, mientras que en el 2020 el asesinato del militar iraní Qaseim Soleimani marcó otro cimbronazo en la relación entre los dos países. Hoy, bajo la presidencia de Joe Biden, los esfuerzos por retomar la vía diplomática son muy moderados y el actual gobierno iraní mantiene una postura mucho más intransigente en cuanto a qué negociar y qué no de su política nuclear.
Sin embargo, hubo tensiones en las últimas horas de la previa del partido de hoy, después de que en las redes sociales de la Selección de EE.UU se haya publicado una imagen de la bandera de Irán sin el emblema de la República Islámica, lo que generó el repudio de los iraníes y que luego tuvo que ser retractado por los estadounidenses. Ayer, durante una conferencia de prensa, un periodista iraní le reprendió al capitán norteamericano Tyler Adams la mala pronunciación de Irán. Además, le preguntó cómo se sentía al representar a “un país con tanta discriminación de gente negra y donde tuvo lugar el movimiento Black Live Matters hace pocos años”.
Ambos equipos vienen marcados por conflictos propios y discusiones políticas que se manifestaron alrededor de este mundial. En el caso de Irán, las protestas por los derechos de las mujeres, que se desencadenaron después del asesinato por la policía de la moral de la joven Mahsa Amini por usar mal el velo, se hicieron presente tanto en los estadios de Qatar como en las preguntas que los periodistas le hicieron al entrenador de la selección iraní Carlos Queiroz. Por su parte, Estados Unidos llegó a un mundial con la espina de haber perdido la elección del 2010 como sede mundial de este año y por haber sido el país que llevó adelante la investigación del FIFA Gate. Ya en Qatar fueron noticia por haber ploteado las instalaciones donde se concentran, con los colores de la diversidad como forma de apoyo a los derechos de la comunidad LGTBIQ+ en Qatar.
En este contexto se enfrentan las dos selecciones que buscan hoy su pase a octavos y que tiene un dato de color: ambos tienen en sus filas a hijos de futbolistas que jugaron el famoso Partido de la Paz en el mundial de Francia 1998. Por un lado, en EE.UU está Giovanni Reyna, hijo de Claudio (el arquero norteamericano en ese entonces) mientras que del otro lado Amir Abedzadeh, hijo de Ahmad Reza (portero de aquel seleccionado iraní).
LZ
Sobre este blog
Fútbol y política.
Los conflictos son parte de la historia del deporte más popular del mundo. Desde principios del siglo XXI, en cada región, en cada país y en cada rincón del mundo la pelota estuvo atravesada por la política y la sociedad.
Todas las semanas un newsletter para ir más allá de las tácticas y estrategias, de las transferencias, las posiciones y los promedios.
0