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Sobre este blog

A veces es más interesante lo que sucede en la previa de una entrevista que la entrevista que se publica. A veces, también, las bambalinas de un reportaje merecen “una nota aparte”. ¿Cómo se preparó Esmeralda Mitre para recibir a elDiarioAR? ¿Qué era eso que tenía sobre su escritorio el empresario Claudio Belocopitt? ¿Y el momento exacto en el que Alberto Samid se enfureció delante del grabador encendido? Hay datos de archivo, referencias, climas, declaraciones o rodeos del personaje que no llegan a un texto. Y no hay entrevistado sin entrevistador así que este boletín también indaga en los fracasos y los aciertos a la hora de entrevistar, de la escucha y lo imprevisible. Gracias por venir será una ventana para que corra aire y también para conocernos.

Autora: Victoria De Masi

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Milei en cueros, con el pelo mojado

Agustín Laje, Javier Milei y Nicolás Márquez.

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Nicolás Márquez publicó su primer libro hace veinte años. Fue una “edición de autor”, es decir que Márquez lo imprimió y distribuyó por su cuenta, sin una empresa editorial detrás que se ocupara de eso, ni de la corrección de estilo o del diseño de tapa. Son 191 páginas a lo hazlo-tu-mismo tituladas La otra parte de la verdad: la respuesta a los que han ocultado y deformado la verdad histórica sobre la década del '70 y el terrorismoCon lo que ganó por la venta de ese primer libro, Márquez se compró un monoambiente. Esto que cuento fue en 2004, el año en que Néstor Kirchner ordenó bajar los cuadros de Videla y Bignone. 

Entonces descubrí -respondió Márquez el viernes en Y ahora quién podrá ayudarnos cuando le preguntaron de qué viveque había un enorme mercado no explotado (...) y empecé a dedicarme al mundo de las ideas, de estas ideas que ustedes van a escuchar y escandalizarse. Y eso se convirtió en un modo de vida, o sea: vendo libros, doy conferencias…”. 

Retomo: un abogado recién recibido publica un primer libro y con la ganancia compra un departamento. El caso de Márquez es excepcional. ¿O ustedes conocen a algún escritor inédito que, sin respaldo editorial, haya logrado techo propio así, de una? Digo “así”: con un tema marginal en medio de un revival de los Derechos Humanos. Digo “de una”: sin premios ni escándalo mediante. Resulta que Márquez “vio el mercado” hace dos décadas. 

Márquez es uno de los intelectuales orgánicos de La Libertad Avanza. Es admirador de Javier Milei, es fan de Milei, es feligrés, es peregrino. Es un súbdito del Presidente. Entre aquel primer libro y el monoambiente, Márquez publicó doce títulos. El último es Milei. La revolución que no vieron venir (Hojas del Sur, 2024; $28 mil), en coautoría con Marcelo Duclos. Lo terminé el lunes. Los autores se dividieron el trabajo. Duclos se ocupó de explicar la hoja de ruta del plan liberal ortodoxo que puso en marcha el Presidente para “sacarnos del pozo de la decadencia”. Márquez escribió “un retrato” de Javier Milei

Así como las mejores entrevistas a Milei las hacen los periodistas extranjeros -CNN y BBC-, el Milei más interesante aparece en entornos amistosos, o sea, no periodísticos. Márquez será invitado por el mismísimo Presidente a la Quinta de Olivos, donde pasará un noche y podrá conversar con él en tres ocasiones: 

En la pileta de la Quinta de Olivos, donde encuentra a Javier Milei sumergido.

Durante la cena, con Javier Milei frente a una milanesa y un vaso con agua.

Durante el desayuno, con Javier Milei frente a un té, tres galletitas de agua y una porción de queso crema.

Sentí envidia profesional por Márquez, acaso uno de los pocos que ha visto a Milei en cueros y con el pelo mojado. Acaso expuesto, vulnerable.

La construcción del “nosotros”

Dos chicos se infiltraron en la sala donde se presentó El Loco, perfil de Javier Milei escrito por Juan Luis González (Planeta, 2023; $22.500). Fue el sábado en la Feria del Libro. Al grito de “el verdadero presidente es el señor Milei” (uno de ellos se tapaba la cara con una bufanda) fueron retirados del lugar. De acuerdo a la reconstrucción que hicieron los organizadores, los chicos eran parte de un grupo que había quedado afuera, como muchas otras personas que no pudieron entrar porque la capacidad estaba colmada.

Los que quedaron afuera tiraron una bomba de olor para dispersar a la gente. Esto de la bomba de olor se hacía en 1997 ó 1998 en las escuelas secundarias para hinchar las bolas o para evitar que tomen prueba. ¿Qué sentido tiene hacerlo ahora que son Gobierno? Pero esos chicos que “activaron” contra la presentación de un libro son parte del “nosotros” que viene construyéndose desde hace dos décadas, el mismo tiempo que tiene el primer libro de Márquez. A partir de Márquez puedo ponerle un punto de partida “al fenómeno”. Él dividió la línea de tiempo: AM/DM. 

Tomo para este tramo algunos datos y reflexiones del trabajo de Ezequiel Saferstein publicado en Está entre nosotros (Siglo XXI, 2023; $20.890), una serie de textos coordinados por Pablo Semán. Saferstein se preguntará cómo se materializa la batalla cultural de las derechas radicalizadas en un contexto de cultura masiva, cuáles son sus mecanismos de producción y difusión, qué rol cumplen los influencers e intelectuales (Márquez es, para mí, ambas cosas), cómo se sienten interpelados sus seguidores, cómo se fidelizan. 

Bajo la premisa de que la izquierda gobierna el sentido común de las sociedades occidentales, los autores “de derechas” tomaron la herramienta que la izquierda puso en valor cuando guardó los fierros: el libro. ¿Por qué? Porque el libro -el papel, el objeto- no sólo significa la presentación de una idea a la sociedad, sino que autoriza y legitima. El libro es un llamado a la acción en tres dimensiones, las tres horizontales: a los referentes que tienen una función pública, a los referentes divulgadores y a las bases. 

“No somos manada”, escuchamos una y otra vez. Pero individuos lectores (y también espectadores de una gran industria audiovisual mileísta y casera) conforman una que se hace presente cuando suena el shofar: esa es la llamada. El texto impreso forma, transmite práctica a personas, a sus pares, a sus familias. Ese es el “nosotros”. Esos dos pibes y el resto que no entró a la presentación del libro de González son una comunidad organizada.

Selecciono solo algunos nombres de la constelación literaria argentina de “derechas” (todavía no me convence esa palabra, por eso las comillas). Alberto Benegas Lynch Hijo, Javier Milei, Agustín Laje y Nicolás Márquez. Fijensé la interacción entre los autores. Milei cita a Benegas Lynch Hijo en cada “vivo” con la definición de liberalismo (“El liberalismo es el respeto irrestricto al proyecto de vida del prójimo, basado en el principio de no agresión… etc.). Benegas Lynch prologó El camino del libertario (Planeta, 2022; $26.900) y escribió un capítulo en El fin de la inflación (Planeta, 2023; 19.900 pesos). El Prócer, además, lo presentó en la Feria del Libro del año pasado.

Sigo. En mayo pasado, Milei y Márquez acompañaron a Laje en la presentación de La batalla culturalreflexiones críticas para una nueva derecha (Hojas del sur, 2023; USD35) también en la Feria del Libro. Y esta tarde, Laje presentará Milei. La revolución que no vieron venir, de Márquez y Duclos, en la Feria del Libro. Será en la sala José Hernández, la de mayor capacidad y en un horario de entrada gratuita.

Todos para uno, uno para todos. “Como forma de legitimar un espacio político e ideológico, los referentes se elogian mutuamente, se recomiendan, se citan y utilizan sus textos en sus intervenciones”, señala Saferstein en un pie de página. Ese apoyo mutuo se traslada también a las redes sociales donde funciona otro dispositivo. Los libros siguen “escribiéndose” en Internet donde los autores ofrecen charlas, se entrevistan entre ellos o promocionan el producto con booktrailers. Como contrapartida, los lectores/espectadores generan contenido para redes y “forman” a otros. Los autores comparten esos contenidos generados por la audiencia. De abajo para arriba, rompen el verticalismo. Su organización es la de una colmena

Las editoriales mainstream y el ascenso de los marginales

De la autogestión literaria de Márquez a la publicación en sellos pequeños y de ahí, a la corporación editorial. En la Argentina, Unión Editorial publica desde 2004 textos de derechas y también de autoayuda. Uno de sus best sellers es El libro negro de la nueva izquierda, de Laje y Márquez, publicado en 2016. Milei publicó en Unión cinco libros. Luego escribió para Ediciones B y para Galerna. En 2021, Planeta lo sumó a su staff de autores. Su primer libro con esa corporación editorial fue El camino del libertario

El caso de Laje es particular. En 2011 publicó Los mitos setentistas: mentiras fundamentales sobre la década del ‘70 en una edición de autor. Después pasó al sello Contra Cultural y de ahí a Unión Editorial. Pero Laje se convirtió, rápidamente, en un autor regional. Por eso lo contrató Harper Collins, una editorial radicada en Nashville, Estados UnidosLa batalla cultural vendió 80 mil ejemplares sólo en México. 

“Laje es una especie de político zen de ultraderecha. Es muy lógico y muy buen retórico. Con frecuencia lo que está citando lo sacó de contexto o lo que está afirmando no es certero ni verificable, pero lo construye tan bien en términos discursivos que convence con facilidad a audiencias desprevenidas o poco instruidas”, le dijo el gerente regional de Harper Collins a Saferstein cuando lo consultó para su trabajo.

Para que un autor se corra del margen al centro necesita aparato, o sea: un poquito de casta. Por lo visto, la desinformación es rentable, da guita y views. Lo que no se lee en papel, se consume en streams. Relato mata dato. También se talan árboles para difundir ideas falsas o imprecisas. Dios es capitalista.

Campeonato de ciegos

Las mejores mentes de mi generación -y de la generación anterior; y ya que estamos: de la mía y de la anterior, ni las mejores ni las promedio- siguen jugando el campeonato de los ciegos, divididos en las categorías “bastón blanco” y “bastón verde”. Ahí los vemos en una carrera sin destino en el que alguno (¿quién será? ¿Milei?) premiará al que la vio, al que no la vio, al que la vio más o menos, o a ese que miró y no dijo nada porque corre con el antifaz de los intereses. El trofeo será una taza estampada con esta leyenda: “lágrimas de indignados”. A esa taza van a parar los suspiros de quienes rechazan la realidad, o sea, el presente. Es un tipo de actitud que obstaculiza el pensamiento, que impide el futuro.

A propósito de lágrimas, este “tsunami derechizador conservador libertario” arrancó en gotera y terminó en inundación. Es una ola que se cocinó, lenta y en silencio, en el fondo de un mar que podría ser el de Mar del Plata, donde Nicolás Márquez escribió su primer libro y su última obra. Debe haber otra ola hamacándose en el horizonte. No hay tiempo que perder: ¿dónde están los que quieren ir a verla?

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PD. Nos volvemos a leer el 5 de junio, en la Semana del Periodista. 

VDM

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A veces es más interesante lo que sucede en la previa de una entrevista que la entrevista que se publica. A veces, también, las bambalinas de un reportaje merecen “una nota aparte”. ¿Cómo se preparó Esmeralda Mitre para recibir a elDiarioAR? ¿Qué era eso que tenía sobre su escritorio el empresario Claudio Belocopitt? ¿Y el momento exacto en el que Alberto Samid se enfureció delante del grabador encendido? Hay datos de archivo, referencias, climas, declaraciones o rodeos del personaje que no llegan a un texto. Y no hay entrevistado sin entrevistador así que este boletín también indaga en los fracasos y los aciertos a la hora de entrevistar, de la escucha y lo imprevisible. Gracias por venir será una ventana para que corra aire y también para conocernos.

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