Gabriel Chaile, el artista tucumano que conquista Londres y extraña los sánguches de milanesa
“Todas las semanas hago sánguches de milanesa para mí y mis amigos portugueses, que se vuelven locos con esos sabores. Y una vez al mes, por lo menos, también hago empanadas, así extraño un poco menos a Tucumán”, le cuenta a elDiarioAR, desde Londres, Gabriel Chaile. Con su obra “Hornero”, este artista de 38 años, fue seleccionado junto a otros cinco para la instancia final de la competencia por un lugar en la famosa plaza londineses Trafalgar.
El anuncio se realizó este lunes en la National Gallery y los dos ganadores exhibirán sus obras en 2026 o 2028. Un jurado hizo una primera selección de 20 artistas de todo el mundo y de ellos, solo quedaron seis: Chaile junto con los británicos Chila Kumari Singh Burman, Ruth Ewan y Thomas J Price; la antillana Veronica Ryan; la estadounidense Tschabalala Self y la rumana Andra Ursuţa. “Fue hermoso estar seleccionado porque es un reconocimiento a la mirada antropológica que hago desde mi arte, a través del que reivindico a los pueblos originarios, a mi tierra”, reflexiona desde el hotel, a minutos de haber terminado la conferencia de prensa.
Consultado sobre por qué eligió “Hornero” para participar, este exestudiante de la Licenciatura en Artes de la Universidad Nacional de Tucumán, no dudó en señalar: “cuando me dieron el pedestal para diseñar la obra, nunca dudé que debía ser esa ave porque es un pájaro rebelde que tiene una actitud irreverente. Puede construir su casa en un árbol, en un poste de alumbrado o en una escultura; además, trabaja con barro, que es uno de los materiales con los que más me identifico porque me lleva a mis raíces”.
¿Qué raíces?, preguntó elDiarioAR. “Mi familia proviene de Trancas y Tafí de Valle, en Tucumán; y de Santa María, en Catamarca. Quizás por eso tengo cierta obsesión con la Cultura Candelaria, de raíz originaria. Me fascinan las formas redondas de las urnas, esas cerámicas dinámicas con intensos colores, con dos o tres caras, con la presencia de órganos sexuales. Las investigaciones que hice sobre ese arte, con una mirada antropológica, con licencias artísticas, me han permitido transmitir todo eso”, reflexiona.
Identidad es otra palabra que aparece en la charla y atraviesa sus trabajos. “Mi papá, José Pascual Chaile, era albañil. Mi mamá, Irene Pastrana, que aún vive, hacia bollos que vendíamos con mis hermanos, de casa en casa. Somos ocho hermanos que venimos de esa situación de pobreza pero con mucha felicidad, esas son mis raíces, es imposible que eso no aparezca”, cuenta. “Es más, cuando mis obras se expusieron en 59° edición de la Bienal de Venecia, en 2022, en donde Eduardo Costantini me compró las esculturas exhibidas y mis obras se hicieron más conocidas, las bauticé con los nombres de mis padres y de mis abuelos, porque soy también eso”, agregó.
Pese a que en 2009 se radicó en Buenos Aires, Chaile conserva su acento tucumano, arrastrando las “rr” y conjuga los verbos en pretérito perfecto compuesto y dice “me he ido”, quizás heredado de la lengua indígena kakán, de los Diaguitas que habitaron el Noroeste. Las obras de Chaile son inmensas, de gran tamaño, por lo que son el fruto de un esfuerzo colectivo, en el que participan dos de sus hermanos. “No soy millonario ni nada por el estilo y conmigo trabajan cinco amigos y dos hermanos, que es una forma de devolver tanto recibido”, señala.
En 2020 viajó a Lisboa, Portugal, para un encuentro con otros artistas del mundo, por unos meses. Pero lo atrapó la pandemia. Lo que parecía un desastre se transformó en una oportunidad. “Me empezaron a invitar para muestras y no paré de trabajar, es más, me terminé radicando en Lisboa. Como no tenía ayudantes y ya me había hecho de amigos, los invité a que me ayudaran, aceptaron y armé un equipo. Uno de mis hermanos es el que maneja los números, desde Tafí Viejo, en Argentina, ciudad que conozco y en donde alguna vez me gustaría vivir, es un lugar para disfrutar”, sostiene.
¿Qué extrañás de Tucumán?, le preguntó elDiarioAR “Muchas cosas, por ejemplo, todas las semanas hago sánguches de milanesa para mí y mis amigos portugueses, que se vuelven locos con esos sabores. Y una vez al menos, por lo menos, también hago empanadas, así extraño un poco menos a Tucumán”. “Eso sí, cuando visito a mi mamá le pido que compre bollos, ese sabor que no puedo probarlo en ningún otro lugar del mundo”, confiesa.
Para cerrar, Chaile asegura que está atento a la situación política en el país, porque también le preguntan sobre Javier Milei. “”Me preocupa el personaje que está en el Gobierno, no acompaño para nada sus ideas, me parece un desastre estar en contra de lo colectivo, que no te importe el otro. Es duro y triste lo que está sucediendo y no es que haya estado contento con lo anterior pero es importante tomar una postura y accionar“.
La National Gallery informó que uno de los seleccionados será por la votación del público y otro por curadores de prestigio. “Búsquen en la página y vótenme”, cerró Chaile, mientras se tomaba un café y entraba la noche en Londres.
DC/MG
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