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Carrera contra la inflación: ¿qué hacer con los pesos cuando se puede ahorrar?

El Banco Central aprobó la emisión de un nuevo billete de $ 2.000.

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En lo que va de 2023, la inflación acumulada alcanzó el 32% sin contar el mes de mayo que aún está en curso. A su vez dentro de este número se puede ver que el segmento “alimentos y bebidas” y “prendas de vestir y calzado” han tenido aumentos significativamente superiores a la inflación manifestada a través del Índice de precios al consumidor (IPC).

La falta de reservas, la creciente deuda del Banco Central de la República Argentina (BCRA) y la incertidumbre política en un año electoral, son algunos de los factores que hacen mella en la aceleración de la inflación que se está viviendo en este 2023. En este contexto, no parece haber un techo claro a la hora de poner un freno al aumento de precios.

El ahorro es la diferencia entre el ingreso disponible y el consumo. Ese excedente, para aquellos que tienen la posibilidad de tenerlo, en un contexto sin inflación -fenómeno muy poco común en la actualidad- no sufriría el deterioro permanente que provoca que, lo que el consumidor puede comprar hoy, con ese monto, sea inferior a lo que podrá adquirir mañana. Frente a esta situación resulta necesario evaluar alternativas para protegerse -en mayor o menor medida- de este fenómeno que erosiona el poder de compra de los ciudadanos e impide el ahorro en moneda local sin pasar por algún mecanismo financiero -ya sea plazo fijo, aplicaciones que ofrezcan un rendimiento, fondos comunes de inversión, entre otros-.

A la hora de elegir el mecanismo para proteger los ahorros de la inflación, es conveniente tener en cuenta que todas las inversiones conllevan algún grado de riesgo.

Las primeras dos opciones clásicas a la hora de elegir donde colocar un excedente son el plazo fijo o el dólar. Sin embargo, también hay otras opciones que, a priori, parecen ser más difíciles, como la posibilidad de suscribirse a un Fondo Común de Inversión, comprar acciones, bonos o colocar la plata en una billetera virtual. Por último, se encuentra la opción de... la inflación: comprar mercadería que aún no haya subido tanto de precio o sí, pero que el consumidor sepa que la va a utilizar en un futuro no tan lejano.

Según lo anunciado por el ministro Sergio Massa, la tasa nominal anual (TNA) del plazo fijo pasó del 91% al 97% anual -aproximadamente un 8% mensual-, sin embargo, si el consumidor no tiene la necesidad de sacar esa plata del plazo fijo y la puede seguir reinvirtiendo mes a mes, ese interés se transforma en un interés compuesto y la tasa efectiva anual (TEA) alcanza el 152%. Esto significa que, si coloca $200 al 8% mensual, al mes siguiente tendrá $216 pero si mantiene ese dinero un mes más, al segundo habrá obtenido un poco más de $233 (por lo cual, si mantiene esta inversión durante un año, al finalizar el ciclo el monto se habrá transformado en $503).

Además del plazo fijo tradicional, se encuentra el plazo fijo UVA que tiene la ventaja de que sigue el ritmo inflacionario y, a su vez, paga un porcentaje extra como plus. Si bien, el requisito para acceder a un plazo fijo de este estilo es mantener el dinero colocado durante 90 días, existe la opción de pre cancelarlo una vez pasados los 30 días. Es decir, si el ahorrista llegara a necesitar el dinero antes de los 90 días, podría pre cancelar el plazo fijo UVA con el costo de perder el rendimiento atado a la inflación y pasaría a regirse por una tasa de interés levemente inferior a la del plazo fijo tradicional.

La ventaja de estos instrumentos es que tienen un rendimiento fijo o semifijo -es decir, informado por el Banco Central- pero, obligan al ahorrista a no disponer de la liquidez durante 30 días, como mínimo. Con lo cual, si, durante ese tiempo hubo un aumento del dólar que fue superior al rendimiento del plazo fijo, en la comparativa, el ahorrista perdió plata.

En el caso de optar por el ahorro en dólares, la alternativa legal al mercado blue es el tipo de cambio MEP. El dólar MEP es un dólar de tipo financiero al cual se accede a través de la compra de un bono local en pesos y al día siguiente se vende en dólares. La relación entre el precio de compra en pesos y la venta en dólares da, como resultado, un tipo de cambio implícito. Es decir, si se compra un bono argentino por $ 468 y, al día siguiente, se vende en USD 1, el tipo de cambio resultante es de $ 468. Es importante aclarar que, para realizar esta operatoria es necesario tener una cuenta custodio -son las cuentas que permiten suscribir bonos, acciones y fondos comunes de inversión- y una cuenta en dólares.

Una opción intermedia es la de las billeteras virtuales o cuentas remuneradas tales como Mercado Pago, Ualá o NaranjaX que tienen un rendimiento aproximado del 75% -por debajo del plazo fijo- pero con la libre disponibilidad del dinero. Es, básicamente, una suerte de caja de ahorro que rinde intereses.

También, dentro del universo de la tasa de interés con libre disponibilidad del dinero y poco riesgo, se encuentran los fondos comunes de inversión de renta fija. Para eso, es necesario abrir una cuenta custodio en el banco y comprar alguna cuota-parte de estos fondos.

Para quienes deseen tener un mayor rendimiento esperado -pero más riesgo- se encuentran los fondos comunes de inversión de renta mixta, bonos y acciones. Al igual que para los fondos de renta fija y dólar MEP, es necesario, para cualquiera de estas operaciones, contar con una cuenta custodio.

Por último, en términos de inversiones financieras, se encuentra la alternativa más riesgosa de todas: las criptomonedas. Éstas, son activos digitales que tienen una gran volatilidad y, por ende, pueden ofrecer retornos -en dólares- muy por encima de los que ofrece el mercado -de esa magnitud pueden ser las pérdidas, también-. En este caso, es muy necesario contar con cierto conocimiento en el campo ya que, al ser una alternativa relativamente nueva, hay muchas criptomonedas que no tienen ningún sustento y pueden funcionar como estafas.

Según Christian Reos de Allaria “es un buen momento para invertir en los activos financieros de argentina, particularmente acciones y bonos. En términos de acciones veo atractivo todo lo relacionado al complejo energético ya que hay muchas inversiones que se están volcando a este sector. Por otro lado, si hablamos de bonos, también se puede ver una oportunidad ya que los precios de los títulos en dólares están, prácticamente, en mínimos.” También, agregó que “para un inversor que cuenta con un monto bajo, probablemente lo mejor sea comprar un fondo común de acciones locales”

Desde el Banco Comafi afirman que “Las decisiones de inversión en un contexto de incertidumbre electoral como el actual, deben realizarse con el foco puesto en la evolución de las variables macroeconómicas y la demanda de dólares financieros por parte de los inversores. En el último tiempo hemos observado que, tras conocerse las mediciones del IPC, las cuales se han ubicado por encima de las estimaciones, la demanda de dólares financieros aumentó. En ese sentido es que recomendamos poseer una cartera de inversión cuyo componente de dolarización tenga un piso de 60%. Esto se puede realizar mediante bonos soberanos, provinciales o corporativos dependiendo el tipo de inversor.” Por otro lado “en la parte de pesos, la concentración debería estar en cobertura inflacionaria de corto plazo, con instrumentos que ajustan por CER, como el T2X3 o las letras a descuento (Lecer)”.

En todas las alternativas mencionadas no es necesario ingresar con grandes sumas de dinero, lo cual hace que, muchas personas que cuentan con ahorros, puedan invertir ese excedente a través de los bancos o distintas plataformas de inversiones.

IC

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