Dólar, déficit y reservas: las medidas con las que Massa busca pasar el invierno
En lo que fue la primera semana de gestión de Sergio Massa al frente del ministerio de Economía, el Banco Central perdió reservas por casi 700 millones de dólares. Este resultado marca que, si bien las medidas anunciadas el pasado miércoles generaron la expectativa de que van en la dirección correcta, lo cierto es que el mercado mantiene aún la cautela, esperando primero ver cómo se van ejecutando el achique en el déficit fiscal y acumulando las reservas, en base a los acuerdos esperados con los exportadores, bancos y fondos soberanos.
Dado que se evitó la vía de shock devaluatorio, para que plan de Massa resulte efectivo necesita que lleguen cuando antes los 7.000 millones de dólares que prometió para los próximos 60-90 días: de lo contrario, la demanda energética seguirá erosionando el nivel de reservas a un ritmo que no podrá superar el invierno.
Queda poco claro aún cómo logrará Massa para captar los US$ 5.000 millones de sectores exportadores (campo, economía del conocimiento, minería y pesca) para los próximos 60 días sin un tipo de cambio diferenciado. La única mención fue que habrá beneficios en el régimen impositivo, para alentarlos a adelantar las liquidaciones de las exportaciones.
El resto de los fondos provendría de organismos internacionales: unos 750 millones de dólares de la CAF, hay otro tanto del BID, cuyo titular Mauricio Claver-Carone cambió radicalmente su postura con el gobierno argentino una vez que se conoció la designación de Massa y se corrió de las negociaciones Gustavo Beliz, quien dejó el cargo de asesor de Presidencia para Asuntos Estratégicos que ahora pasó a ocupar Mercedes Marcó del Pont.
Bancos y fondos de inversión
El nuevo ministro también anunció que se espera recaudar fondos, aumentar las reservas o recomprar deuda, a través de préstamos “Repo” de bancos y de fondos soberanos, que puedan tener una especie de garantía colateral, para bajar el costo financiero. Massa se limitó a mencionar que están en conversaciones avanzadas con tres bancos de inversión y un fondo soberano para avanzar en este sentido. Entre los primeros, trascendió que el JP Morgan le acercó una propuesta concreta y que hay otro banco estadounidense y uno británico en igual situación.
En cuanto a los préstamos de fondos soberanos, el viaje anunciado a Qatar dejó en evidencia que el ministro de Economía buscará sacar tajada al fondo que mueve 300.000 millones de dólares y que invierte en empresas y países, y que se muestra interesado en energías renovables y seguridad alimentaria, dos puntos fuertes que tiene la Argentina en el contexto de la guerra en Ucrania .
Los préstamos Repo son dólares al contado que se consiguen a cambio de otorgar títulos a plazo, que luego se recompran a un determinado precio pactado de antemano por contrato. Trascendió de que de esta forma la Argentina podría conseguir fondos a tasas menores al 10% (muy significativo cuando el riesgo país está por encima de los 2400 puntos), ya que se ofrecerían garantías como colaterales, y que se si se cierran las operaciones el Gobierno podría recomprar deuda al 30%-50% del valor (hoy los precios sigue siendo de default), también alivianar vencimientos de deuda soberana en dólares, y también contribuir a bajar el riesgo país.
Se trataría, de esta forma, de un círculo virtuoso, que no sólo beneficiará al Gobierno, sino que elevaría la calidad de la cartera de los inversores en la Argentina, y en consecuencia podría aumentar la calidad de los inversores, que ahora son los fondos más especulativos y que apuestan a títulos de extremo riesgo (hedge funds).
Quien está al frente de este asunto para fortalecer las reservas con los cŕeditos Repo es el nominado vicepresidente del Banco Central, Lisandro Cleri, que viene de administrar el megafondo de la Anses (los fondos de las ex AFJP).
En el mercado hay muchas especulaciones acerca del futuro de Cleri y de la continuidad de Miguel Pesce al frente de la entidad. Pese a que este último fue ratificado en su cargo luego en los cambios en el Gabinete, y de que además se dijo que continuará el cepo cambiario (Massa admitió la necesidad de bajar la brecha cambiaria, no hubo anuncios para quitarlo), las apuestas son a que Cleri irá tomando cada vez más posicionamiento para convertirse en el número 1 de la entidad, que en apenas 40 días, ya tiene prevista una renovación de 4 bancas en el directorio.
Vencimientos
Por lo pronto, esta semana el Gobierno enfrenta vencimientos y para adelantarse a los mismos, Massa lanzó un canje de deuda en pesos a la medida de los bancos inversores: es decir, se ofrecerá un bono dual, es decir, atado al dólar o a la inflación, de manera que al momento del cobro los inversores puedan elegir a su conveniencia, aquel título que les otorgue el mayor rendimiento.
De esta forma, los inversores tendrán tres opciones de bonos, con vencimientos para elegir cobrar en junio, julio o septiembre de 2023, según el llamado a licitación del ministerio de Economía.
Los instrumentos elegibles en esta oferta incluyen a los Boncer que vencen en septiembre y las Ledes, Lecer, Lepase que vencen en los próximos tres meses.
El canje “será voluntario y ya contamos con 60% de aceptación”, dijo Massa, palabras más palabras menos, el último miércoles. Al menos un 50% corresponde al fondo de la Anses y empresas del Estado. Esta semana, luego de los anuncios, continuaron las conversaciones con los bancos (la gestión estuvo a cargo del secretario de Finanzas, Eduardo Setti), ya que las entidades financieras tienen el grueso de la torta restante. La aspiración oficial es alcanzar un canje con un 90% o más de aceptación, de manera que no se necesitarían fondos para cubrir los vencimientos de agosto, septiembre y octubre.
Las últimas dos licitaciones del Tesoro dejaron un saldo positivo de caja en pesos y el Gobierno además se comprometió a devolverle unos 10.000 millones de pesos al Banco Central el próximo lunes, en un gesto para cambiar expectativas de que se cumplirá finalmente la meta con el FMI en cuando a los adelantos del BCRA al Tesoro (1% del PBI para este año) y asimismo se ayudará a frenar la aceleración de la inflación.
Al 29 de julio último, el Central llevaba girados $ 630.051 millones; si no se giran más fondos al Tesoro, se cumplirá holgadamente la meta anual de $ 705.200 millones establecida con el FMI.
Para fin de septiembre se espera el ingreso de otros 4.100 millones de dólares correspondientes a la segunda revisión del programa con el FMI.
FMI
En términos teóricos el Gobierno habría alcanzado la meta hasta fines de junio y ya comenzaron esta semana las conversaciones del equipo argentino liderado por Massa, con el staff técnico del Fondo, según se anunció oficialmente.
Por otro lado, Massa tiene en carpeta otras iniciativas para conseguir pesos y dólares que ya había presentado a Martín Guzmán, y fueron desechadas. Una de ellas era modificar los desembolsos de los anticipos programados del impuesto a las ganancias en el marco de las facultades legales con las que cuenta AFIP, para que ingresen antes los fondos a la arcas del Tesoro. Se trata de una iniciativa que no requeriría una ley, y que la AFP podría ejecutar pronto sin mayores inconvenientes.
Con estas medidas y las zanahorias para tentar a los exportadores a ingresar dólares (se habla de permitirles mantener los dólares en un cuenta en donde el Banco Central pague intereses), se espera pasar el invierno.
“Las medidas anunciadas van en la dirección correcta. Sin embargo no se ve un plan económico consistente. No hay corrección del tipo de cambio, y eso hará que no haya mayores incentivos a exportar y competir con las importaciones. Endeudarse para adquirir reservas en vez de usarla para inversión es solamente una medida cosmética. La corrección del déficit fiscal no se hace de palabra, sino qué hay que tener medidas concretas”, resume el ex director el Hemisferio Occidental del Fondo, Claudio Loser, sobre la visión desde Washington y del mercado.
LM
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