¿Lo peor ya pasó? La perspectiva para 2025 continúa siendo de ajuste para jubilados y jubiladas
Pese a que el Gobierno quiere construir un relato de que lo peor ya pasó, lo peor no pasó. Especialmente para jubilados y jubiladas: el ajuste continúa.
A septiembre, el ajuste sobre jubilaciones y pensiones alcanza el 23% en términos reales. Al interior del universo, quienes peor están son los que perciben la mínima: en el trimestre se ubican 14% debajo de 2023, mientras que los que perciben más de la mínima se encuentran 5% abajo. Así, en el ajuste de Milei, las jubilaciones explican $25,3 de cada $100 recortados.
El 2025 no traerá alivio para este grupo etario. En el marco de la discusión sobre el presupuesto 2025, el día martes 8 de octubre, el Secretario de Hacienda del Ministerio de Economía de la Nación, Carlos Guberman, ante las consultas de algunos diputados sobre el bono para jubilaciones mínimas, no confirmó en qué partida presupuestaria estaban incluidos. Esto surgió a partir de la preocupación desatada a partir de la práctica desaparición de la partida desde la cual venía ejecutándose ese presupuesto (-99,9%). El funcionario dijo que estaba garantizado.
Una semana despúes, el 15 de octubre, se presentó ante la Comisión de Presupuesto el titular de ANSES, Mariano De los Heros, y confirmó lo que comenzaba a ser una obviedad: el bono que complementa las jubilaciones mínimas permitiéndoles alcanzar en octubre los $314.400 se mantendrá congelado en todo 2025.
Recordemos que es un bono que ya de por sí se encuentra congelado desde marzo, perdiendo mes a mes su poder adquisitivo. De haberse movido con la fórmula jubilatoria hoy debería ser de $127.223, es decir, le niegan a los jubilados en peor situación $57.223 por mes. Si las estimaciones de IPC del BCRA (en lo que resta de 2024) y las proyecciones que realiza el gobierno para 2025 (1,4% mensual) se cumplieran, a diciembre del 2025 el gobierno les estaría negando $97.446.
Pero el anuncio esconde algunas trampas: la partida de la cual De los Heros dijo que sacarían la plata para los bonos alcanza para 3,8 millones de beneficiarios por mes mientras que actualmente lo cobran 4,7 millones entre jubilaciones, pensiones, pensiones no contributivas y PUAM (pensión universal para el adulto mayor). ¿A quiénes se lo sacarán?
La segunda trampa se vincula a la denominada “regla fiscal” que el oficialismo propone como corazón del presupuesto 2025. Ésta implica que si se recauda más de lo estimado, se pagará deuda o se reducirán impuestos. Mientras que si se recauda menos de lo que se estima, o si la inflación resulta mayor y los gastos “automáticos” (aquellos que contienen cláusulas de aumento) se incrementan, en cualquiera de los casos lo que se recortará es el gasto “no automático”. El bono sería uno de ellos.
Es decir, no sólo no van a aumentar el bono (aun si “hay plata”), no sólo van a reducir la cantidad de personas que lo perciben, sino que lo van a mantener congelado en $70.000 por 22 meses (marzo 2024 - diciembre 2025) siempre y cuando las estimaciones de recaudación se cumplan: si fallan, se reducirá el monto del bono.
Más acuciante aún resulta la situación para las personas que se encuentran pronto a jubilarse: el titular de ANSES confirmó ante la consulta de la diputada Julia Strada que en marzo de 2025 dejará de regir la moratoria previsional. Mientras le otorgan todo tipo de facilidades de pago a quienes deben impuestos o a quienes evadieron le dejan blanquear prácticamente sin pagar nada, a quienes no tienen los años de aporte para jubilarse le niegan esa posibilidad.
Un concepto cada vez más raro de libertad: a quienes fueron “libres” de no pagar impuestos, les perdonan; para quienes no fueron “libres” de que sus empleadores no le realicen los aportes, no hay perdón. Porque en este punto hay que ser precisos: las moratorias previsionales no constituyen un “regalo” sino que quienes acceden a ella, deben pagar por los años de aporte que no les efectuaron quienes deberían haberlo hecho que eran sus empleadores. Fuerte con los débiles. Débiles con los fuertes.
De los Heros también señaló que en todo caso, se les otorgará una PUAM, que está lejos de constituir una jubilación: representa el 80% de una jubilación mínima, no es pensionable (es decir, si fallece el/la titular, no se traslada a su cónyuge o hijo menor a 18 años o sin límite de edad en caso de discapacidad), pero además en el caso de las mujeres pueden acceder 5 años más tarde (a los 65).
Así, miles de personas no podrán jubilarse. El último dato disponible mostró un empeoramiento de la situación respecto a trimestres anteriores: 9 de cada 10 mujeres y 8 de cada 10 varones en edad de jubilarse (55/59 o 60/64 según el género) no estarán en condiciones de acceder a una jubilación porque no poseen suficientes años de aporte.
CB/DTC
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