El Senado convirtió en ley el blanqueo para la construcción de Massa: las claves y los plazos
Sergio Massa tuvo qué festejar ayer: el Senado convirtió en ley el blanqueo para la construcción, un proyecto que el ministro de Economía le había pedido al Congreso apenas asumió en el cargo.
El poroto que sumó el tigrense tuvo un doblez en la oposición: todo el interbloque de Juntos por el Cambio en la Cámara alta votó en contra, diferenciándose del macrista Cristian Ritondo, que había sido el otro firmante de la iniciativa cuando tuvo media sanción en Diputados. Anoche aún estaban muy frescos los dardos que había lanzado Elisa Carrió contra sus socios cambiemitas, a quienes acusó de tener una alianza con Massa.
En rigor, la prórroga de la vigencia del blanqueo de capitales para activar al sector de la construcción tuvo 35 votos a favor y 26 en contra. El Frente de Todos volvió a tener el apoyo de sus tradicionales aliados provinciales, como Magdalena Solari Quintana (del Frente Renovador de Misiones) Alberto Weretilneck (de Juntos Somos Río Negro) y Clara Vega (senadora por La Rioja que había sido de JxC y hace poco saltó de banca; de hecho, estuvo en la jura de Massa en el Museo del Bicentenario). Con ellos votó la cordobesa Alejandra Vigo, esposa del gobernador peronista Juan Schiaretti. En tiempos massistas, la media sanción en Diputados había sido consensuada entre el oficialismo y la oposición.
La ley votada ayer prorroga por 360 días el régimen aprobado a comienzos de 2021, que buscó impulsar el desarrollo del sector, muy afectado por la pandemia de coronavirus, recuperar puestos de trabajo perdidos y lograr mayor oferta de viviendas. La norma establece un impuesto especial sobre el valor de la tenencia que se declare, expresada en moneda nacional al momento de ingreso a la cuenta especial.
El calendario premia la premura de quienes desean blanquear dólares. En base al esquema previsto, para los bienes ingresados desde la fecha de entrada en vigencia de esta ley y hasta transcurrido el plazo de 90 días corridos, la alícuota que deberán tributar será de 5%.
En tanto, los ingresados desde el día siguiente de vencido el primer plazo y hasta transcurrido otros 90 días, la tasa será de 10%; y los declarados desde el día siguiente de vencido el segundo plazo y hasta transcurrido 180 días corridos, abonarán una alícuota de 20%.
En el massismo estiman que la nueva ley permitirá recaudar unos US$ 4000 millones, parte de la obsesión del ministro para engrosar las reservas del Banco Central.
Opiniones cruzadas
La norma tiene el aval tanto de la Cámara Argentina de la Construcción como del sindicato de la Uocra. En ese sentido, la presidenta de la Comisión de Infraestructura del Senado, la oficialista formoseña María Teresa González, enumeró ayer en el recinto los objetivos: la de “continuar con repunte de la industria de la construcción como motor dinamizador economía”, la “generación de nuevos empleos registrados y capacitados”; el “aumento de la recaudación a través de la regularización impositiva” y, por último, “el ingreso genuino de divisas”.
Además, mencionó que “63% de las empresas que realizan obras privadas prevén que el nivel de actividad se mantendrá en los próximos tres meses” y que “el 23% de estas empresas espera el aumento de sus planteles para el mismo trimestre”.
En contraposición, el radical chaqueño Víctor Zimmermann justificó la negativa de JxC: “Estamos debatiendo la prórroga de un blanqueo que les hace un favor a aquellos que evadieron y llevaron la plata afuera”.
“Les estamos dando beneficios para los que evaden. No incentiva el comportamiento fiscal, es un nuevo parche que beneficia a un sector que fue claramente beneficiado por los costos de la construcción”, afirmó Zimmermann.
La senadora por Córdoba Federal Alejandra Vigo dijo que iba a apoyar el proyecto, pero cuestionó la “falta de cordura que impera en esta gestión”. “Nos tienen sometidos a una incertidumbre permanente. En menos de un mes cambiaron a tres ministros de economía y la sociedad sigue en estado de zozobra”, remarcó.
MC/MG
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