Anya Taylor-Joy: “Me muero de ganas de trabajar con Pedro Almodóvar”
Antes de que Anya Taylor-Joy se convirtiera en una estrella mundial gracias a Gambito de Dama, la actriz ya tenía en su filmografía un par de películas que se habían convertido en títulos de culto. Una de ellas, La bruja, supuso el debut en la dirección de Robert Eggers. El filme conquistó el Festival de Sitges en 2015. Allí se plantó el director junto una joven actriz apenas conocida que con su acento argentino y su brutal interpretación conquistó a todos. Fue el pistoletazo de salida para los dos. A partir de entonces, Eggers construyó una carrera que se disparó gracias a El Faro y Anya Taylor-Joy fue despuntando hasta ser una de las actrices más prometedoras del panorama actual.
Ambos se reencontraron en la tercera película como director de Eggers, El hombre del norte, una película de vikingos que adapta una leyenda medieval escandinava que inspiró el Hamlet de Shakespeare (el protagonista se llama Amleth) y que es su proyecto más ambicioso hasta la fecha. Violenta, brutal, sucia —en el buen sentido—, y nada condescendiente. Una apuesta adulta para un público adocenado frente a la enésima propuesta de superhéroes. Un reto del que Eggers sale victorioso, demostrando que puede manejar grandes presupuestos sin renunciar a su personalidad.
Ese carácter insobornable lo notó Anya Taylor-Joy en este reencuentro. La actriz confirma que Eggers “no cambió”. “Es interesante, porque hemos sido muy amigos desde La bruja. Tener la oportunidad de volver a estar delante de la cámara junto a él era muy emocionante, porque ahora nos conocemos más. De lo que no me había dado cuenta hasta ahora es de que mi carácter como actriz en un set viene de Robert. Ahora que volví a estar a sus órdenes dije, 'soy como soy como actriz por él', y eso me hizo sentir orgullosa, porque el ser precisa como actriz, el trabajar duro, el ser parte de un equipo… todo eso es por él”, asegura.
Taylor-Joy trabajó en España a las órdenes de Sergio G. Sánchez en su debut en la dirección, El secreto de Marrowbone, y ansía volver a hacerlo. En la noche de los Oscar se la vio junto a Pedro Almodóvar. El propio director español inmortalizaba el momento en una fotografía que incluyó en su diario de la semana en Los Ángeles. En esa bitácora confesaba que en su visita se había reunido con actrices que le interesaban para su próximo proyecto, la adaptación junto a Cate Blanchett de Manual para mujeres de la limpieza, dando rienda suelta a los rumores sobre un posible reparto. A la actriz le encantaría: “Me muero de ganas de trabajar con Pedro Almodóvar. Para ser sincera, me muero de ganas por hacer una película en español. Me encantaría porque es un director tan increíble y tan dulce en el poco tiempo que pasé con él… Me gustaría, y aprovecharé cualquier excusa que haya para rodar en España de nuevo”.
El hombre del norte es cine a contracorriente en una industria que cada vez tiene más miedo a fallar en salas de cine. Las plataformas aprietan y estrenar en salas es un riesgo, así que repiten la fórmula que funciona. Superhéroes, remakes, sagas y nostalgia. Para Anya Taylor-Joy falta un tipo de cine que no se está haciendo. “Creo que estamos perdiéndonos las grandes películas-evento, y me refiero a algo épico. Yo leí este guion y dije 'esto es épico'. Es complejo, es bonito, es oscuro… tiene todas las cosas que creo que la gente quiere. La gente quiere cosas nuevas, no hay por qué confiar siempre en las fórmulas. Si intentamos hacer arte no debemos hacer las cosas porque pensamos que eso es lo que va a vender. Creo que la gente quiere la magia y el misterio de estas grandes películas que están hechas para ser vistas en la gran pantalla. Esa es la magia del cine, y sí lo echo de menos”.
A pesar de ser un proyecto ambicioso, Robert Eggers confiesa que no fue difícil financiar el filme. “Fui bastante afortunado en ese sentido y fue bastante fácil. Tenía un guion preparado cuando El faro tuvo tanto éxito en Cannes, y por suerte para mí había muchos productos de vikingos que les estaban interesando a la gente, así que se juntó todo. Es sorprendente que haya pasado de hacer algo del tamaño de El faro a algo de este tamaño. No es lo que suele pasar”, dice Eggers que también cree que hay un cine que se está perdiendo: “Stellan Skarsgård lo dijo varias veces, el cine no puede prestar atención a un solo tipo de películas. Necesitamos más películas grandes hechas para adultos inteligentes”.
El hombre del norte fue un reto para Eggers, que asegura que si tuviera que escribir un libro con todo lo que aprendió durante este rodaje “nunca lo terminaría”: “Por fin he sentido que soy un director de cine. Después de las dos primera películas todavía sentía que estaba convenciendo a la gente de que soy director, y ahora siento que tengo las herramientas para afirmar que lo soy”.
La gente quiere cosas nuevas, no hay por qué confiar siempre en las fórmulas. Si intentamos hacer arte no debemos hacer las cosas porque pensamos que eso es lo que va a vender
Una de las sorpresas de un reparto donde están, además de Anya Taylor-Joy, Alexander Skarsgård, Ethan Hawke y Nicole Kidman, es la aparición de la cantante Bjork, alejada de la interpretación desde 2008. Robert Eggers se ríe cuando le preguntan cómo la convenció, y deja claro que “no puedes convencer a Bjork de nada”. En este caso fue la relación personal que tenía la cantante con su coguionista Sjon Sigurdsson lo que provocó que dijera que sí para realizar una aparición icónica.
Esta historia épica de venganza llena de sangre, miembros amputados, escenas de acción en plano secuencia y una batalla final en un volcán en erupción, estaba pensada exclusivamente para ser disfrutada en una pantalla grande, y de hecho Robert Eggers no piensa en sus obras como productos para plataformas. “Siempre hago películas que tengan que ser experimentadas en cines, estoy seguro que si llegara la situación de que solo pudiera hacerla a través de una plataforma la haría, pero no es lo que prefiero”. De momento sigue insobornable, y de momento sigue intentando levantar un remake del Nosferatu de Murnau que no está siendo tan fácil como El hombre del norte.
JZ
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