Cómo proteger a tu perro o gato en los meses más fríos
No solo es importante proteger nuestras casas y tuberías ante los pronósticos de frío polar sino también hay que tener un especial cuidado con los animales. Te compartimos un gráfico que refleja la temperatura que puede soportar de media un perro en función de su tamaño, sin poner en riesgo su bienestar o salud.
Gráfico:
Cómo proteger a perros y gatos durante los meses más fríos
Si hace frío para vos, hace frío para tu mascota, advierten los veterinarios. Como nos sucede a los humanos, perros y gatos (y otros animales) también enferman si están expuestos a bajas temperaturas durante mucho tiempo. No des por hecho que tu perro está preparado para cualquier invierno, y aún menos tu gato.
El primer consejo: mantené a tu gato dentro de la casa y protegido del frío. Esto rige para todos, pero resulta especialmente esencial para felinos mayores o cachorros, ya que son los que peor regulan su temperatura. Aun así, tu perro necesitará salir a hacer sus necesidades. Por eso, los veterinarios recomiendan acortar la duración de los paseos, y salir con mayor frecuencia, si fuera necesario.
Para mantenerlos calientes, según afirman los veterinarios, hay que plantearse ponerles un abrigo, sobre todo a los perros mayores o de pelo fino. En general, “todos los perros de pelo corto, como los chihuahuas o galgos agradecerán un abrigo”, explica el veterinario Miguel Seco. Conservar la temperatura corporal resulta especialmente crítico para los cachorros y para los perros más pequeños, ya que son los más propensos a perder calor; además de los perros delgados, mayores y todos aquellos que padezcan un problema de salud, como un fallo cardíaco, diabetes o artritis.
Elegí un abrigo que le cubra desde la base del cuello hasta la cola, y que proteja el pecho y el abdomen. Si no tenés en casa, planteate fabricar uno: Internet está lleno de tutoriales para fabricarlos con prendas viejas.
Refugios para gatos: protegelos más que nunca
Los gatos callejeros se refugian en los coches: así que antes de arrancarlo, da un golpecito en el capó para que salgan, recuerda la Dirección General de Derecho de los Animales. Además, en plena ola de frío, proteger los refugios de los gatos que viven en la calle resulta más necesario que nunca y es esencial respetarlos. O podés construir uno en tu patio para ayudar a estos felinos que viven en tu barrio a sobrevivir durante las heladas.
¿Y qué hay de tu gato casero? Si tiene acceso al exterior, los veterinarios instan a que se queden adentro los días de mucho frío; sobre todo, si vivís con un felino mayor. Los gatos corren, además, un riesgo especial de intoxicación por anticongelante, que puede ser mortal para ellos incluso en pequeñas cantidades. Si podés, dejales alimento adecuado en balcones y ventanas, nunca en el suelo o la calle que pueda generar suciedad.
Protegé las patas de tu perro
Las almohadillas de tu mascota soportan bien el frío moderado pero no estas temperaturas frías críticas, que las seca y agrieta, con consecuencias muy dolorosas. En este sentido, es importante hidratar las almohadillas antes de salir: existen productos veterinarios específicos; pero un poco de vaselina también puede servir.
Además, recordá limpiarle las patas y la panza al regresar a casa para eliminar cualquier rastro de hielo, barro o arena. Y revisá sus almohadillas para ver si tienen grietas o se han enrojecido.
Casas más abrigadas
Durante los meses más fríos, tu gato reclamará aún con mayor énfasis la manta más caliente del living. Y tu perro agradecerá que le hagas hueco en la cama para enroscarse bajo el edredón. Así que recordá ofrecerle a tu amigo diversos sitios mullidos dentro de la casa, calientes, y protegidos de las corrientes de aire: cuanto más separados del suelo, más resguardados estarán. Aún mejor: si a tu gato o perro le gusta dormir con vos, dejá la puerta abierta de tu habitación y, si podés, mantené la calefacción encendida.
Un truco divertido: colocá una caja de cartón de lado, para facilitar el acceso, rellenala con mantas y colocala cerca (no pegada) de un radiador: puesto que el cartón es un buen aislante, una caja constituye un refugio cálido para gatos dentro de casa, además de muy barato.
Otra idea: revolvé la cama y coloca unas mantas estratégicamente para que tu gato o tu perro se enrosque en ellas y las use como cueva caliente.
E.S.M.
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