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Biden pasa el relevo a Harris sacando pecho de su legado presidencial: “Kamala es la mejor decisión de toda mi carrera”

La candidata demócrata Kamala Harris y el presidente Joe Biden, tras el discurso de este en la Convención Demócrata

Antònia Crespí Ferrer

Chicago —

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El presidente Joe Biden subió este lunes al escenario del United Center para prestar un último acto de servicio al partido: escenificar el relevo a Kamala Harris. El partido era consciente de lo doloroso que podía ser para Biden acudir a la Convención Nacional Demócrata donde, hace tan solo un mes, él debía ser coronado como el candidato. Es por ello que esta noche las bases y la plana mayor lo arroparon para dignificar su retirada y coser heridas internas. “Gracias Joe”, coreaba el público.

A pesar de tratarse de una intervención para dar paso a Harris, Biden aprovechó la ocasión para hacer el discurso que le habría gustado dar si no hubiera tenido que renunciar. Durante los más de 40 minutos que habló, se centró en destacar sus logros presidenciales y en atacar Donald Trump. “No podés decir que querés a tu país solo cuando ganás”, lanzó Biden contra su antiguo rival. 

En algunos momentos, daba la impresión que Biden aún seguía hablando como si fuera el candidato del Partido Demócrata. Parecía o bien que había retocado lo mínimo el texto para ajustarlo a la nueva situación, o que simplemente no quería dejar pasar la oportunidad de volver a sentir el cálido abrazo del partido. “América, te di lo mejor de mí”, afirmó. 

El presidente rescató también algunas líneas de cuando se dirigió a la nación para explicar su renuncia: “Estamos ante un punto de inflexión, uno de esos momentos de la historia en que las decisiones que tomemos determinarán el futuro de nuestra nación”. Una vez más Biden renegó de la imagen de rey destronado pera mostrarse como un hombre de país haciendo un acto de servicio. 

“Estas serán las primeras elecciones desde el 6 de enero, en ese día podríamos haberlo perdido todo”, afirmó Biden. “Salvamos la democracia en 2020 y debemos hacerlo otra vez en 2024”. El presidente recordó cómo las marchas supremacistas de Charlottesville de 2017 lo empujaron a presentarse como candidato a las elecciones siguientes: “No podía quedarme a un lado”. 

En un giro destacable, Biden reconoció que los manifestantes contra la guerra de Gaza que este lunes se congregaron en las inmediaciones del United Center “tienen razón”. El presidente, que hace tan solo unos meses se había mostrado duro contra las protestas propalestinas en las universidades, suavizó su postura. Ahora que ya está de salida, Biden puede tomarse estas licencias políticas.

“Gracias, Joe” 

Antes de que Biden subiera al atril, tanto la exsecretaria de Estado Hillary Clinton como la misma Harris habían puesto de relieve cómo el presidente “dedicó toda su vida a la política”. La breve aparición de Harris, que se limitó a elogiar Biden, tiene un doble mensaje: por un lado, intenta transmitir una imagen de unidad dentro del partido, por otra, se muestra cercana con los suyos. 

Esto último se hace más notorio si se compara con las apariciones de Donald Trump en el Fiserv Forum durante la Convención Republicana. Trump guardó silencio hasta el último día, cuando le tocaba hacer el discurso de nominación. Ese mutismo, con el que solo se dignaba a ofrecer saludos a la masa, lo utilizaba para elevarse por encima del resto del partido. Harris rechaza esa aura de divinidad y busca mostrarse como una igual, aunque no lo sea.

Hoy habrá sido el único día que se le verá en la Convención Nacional Demócrata que se celebra esta semana en Chicago, ya que el resto de días los pasará en California. Biden no solo se aleja físicamente del partido, sino que paulatinamente ya está transitando por su largo adiós de la política.

El otro protagonista de la noche fue Donald Trump, a quienes los demócratas no pararon de señalar por su condena penal y su papel como instigador en el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021. En un video que se proyectó en la pantalla del estadio, y que parecía la cara B del que se proyectó en el Firsev Forum durante la Convención Republicana, se repasaron todos los escándalos (políticos y personales) de Trump y se advirtió del peligro de un segundo mandato suyo. 

El adjetivo que más acompañó el nombre de Trump fue el de “criminal”, idea sobre la cual pivota la campaña demócrata: Harris, exfiscal, contra Trump, convicto. “Kamala encerró a asesinos y traficantes de drogas. Ella nunca descansará en la defensa de nuestra libertad y seguridad. Donald Trump se quedó dormido en su propio juicio”, espetó Clinton durante su intervención.

Clinton y el techo del cristal 

Clinton, que lideró la candidatura demócrata en las elecciones del 2015 y perdió contra Trump, dedicó buena parte de su discurso a hablar sobre el “techo de cristal”. Antes de Harris, la exsecretaria de Estado ostentó la posibilidad de convertirse en la primera mujer que presidiera los Estados Unidos. “Ojalá mi madre y la madre de Kamala pudieran vernos. Dirían: 'Sigue adelante”, aseguró Clinton, sumándose a la lista de mujeres que hicieron mella en ese techo de cristal para que otras avancen. 

“Mujeres que luchan por los derechos reproductivos, sigan luchando”, gritó Clinton. La defensa del derecho al aborto fue uno de los grandes temas de la noche que contó con el testimonio de mujeres que interrumpieron su embarazo. Uno de los más extremos fue el de una joven que a los 12 años se quedó embarazada a raíz de los abusos de su padrastro.

La congresista progresista Alexandria Ocasio-Cortez animó a la clase media y trabajadora a votar por Harris asegurando que es una candidata que le planta cara a la élite económica del país. La candidatura de la actual vicepresidenta, subrayó Ocasio, permite al partido elegir un “nuevo camino (...) por y para el pueblo”. Y dejó un recado para Trump: “No podés amar a este país si solo luchás por los ricos y las grandes empresas”

ACF/CRM

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