La guerra en Ucrania disparó el número de desplazados forzosos en el mundo hasta el récord de 108 millones
Guerras, violencia, persecuciones, violaciones de derechos humano. Tras más de una década de crecimiento ininterrumpido, el número de personas obligadas a abandonar su hogar por seguridad superó los 100 millones. A finales de 2022, la cifra de desplazados forzosos en el mundo alcanzó la inaudita cifra de 108,4 millones de personas, 19.1 millones más que el año anterior (89,3 millones), según los últimos datos publicados por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Se trata de una subida sin precedentes —21%—, en una tendencia que parece seguir en la misma dirección, ya que la cifra en mayo de 2023 llegó a los 110 millones de personas desplazadas tras la erupción del conflicto en Sudán.
“Estas cifras nos muestran que algunas personas son muy rápidas para adentrarse en conflictos y demasiado lentas para encontrar soluciones. La consecuencia es la devastación, el desplazamiento y la angustia por cada uno de los millones de personas desarraigadas y forzadas a abandonar sus hogares”, dijo el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi.
Y es que ese aumento se debe sobre todo a la proliferación de conflictos como el de Ucrania y, más recientemente, Sudán. El número de migrantes obligados a abandonar sus casas en 2022 cuadriplica el registrado en 2011 (26,8 millones), año en el que ACNUR comenzó a informar sobre el aumento de los desplazamientos forzosos en el mundo.
De los 108,4 millones de personas desplazadas a finales de 2022, el 58% (62,3 millones) son desplazados en sus propios países de origen a causa de conflictos o violencia, mientras que 34,6 millones de personas son refugiados, 5,4 millones solicitantes de asilo y 5,2 millones son personas en necesidad de protección internacional.
Aumento de los refugiados y guerra de Ucrania
La cifra de refugiados aumentó de forma drástica, en un 35%, pasando de 25,7 millones de personas en 2021 a 34,6 millones a finales de 2022, entre los que se encuentran 29,4 millones de refugiados bajo la protección de ACNUR y 5,9 millones de palestinos refugiados.
La guerra de Ucrania se convirtió en la mayor causa de desplazamientos forzados en 2022. El número de refugiados provenientes de este país pasó de 27.300 personas en 2021 a 5,7 millones de personas a finales de 2022 —16% del total—. Se trata de la mayor salida de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial.
Se produjo también un aumento de los refugiados afganos según las revisiones de población en Irán, por lo que se estima que había 5,7 millones de afganos que abandonaron su hogar a finales del pasado año, 2,9 millones más que en 2021. El informe también refleja un aumento del número de venezolanos “en necesidad de protección internacional” en países como Perú o Colombia, cifra que alcanza los 5,4 millones de desplazados.
Más del 87% del total de refugiados o de personas con necesidad de protección internacional a finales de 2022 provenían de 10 países: Siria, Ucrania, Afganistán, Venezuela, Sudán del Sur, Myanmar, República Democrática del Congo, Sudán, Somalia y República Centroafricana. Se estima que casi uno de cada cinco refugiados en 2022 eran sirios, con 6,5 millones de desplazados forzosos.
Los países con menos ingresos, los que más acogen
El 70% de los refugiados son acogidos por países vecinos de donde se producen los conflictos o crisis humanitarias. Un porcentaje menor en comparación a otros años y que se debe sobre todo a que muchos ucranianos fueron acogidos en distintos países europeos no directamente próximos al país en cuestión.
Países vecinos que suelen ser generalmente de bajos o medios recursos, en términos de población y recursos. Según ACNUR, los estados no ricos son los que acogen el mayor número de desplazados. Los países de bajos ingresos, que suponen un 9% de la población mundial y que representan sólo el 0,5% del Producto Interior Bruto mundial, albergaron al 16% de los refugiados. Mientras que el 26% fueron acogidos por países de ingresos medio-bajos, el 33% por países de ingresos medio-altos y el 24% por países de ingresos altos.
Los 46 países menos desarrollados, que representan menos del 1,3% del PIB mundial, acogieron a más del 20% de los refugiados en 2022.
“La gente de todo el mundo continúa mostrando una extraordinaria solidaridad con los refugiados a medida que ofrecen protección y ayudan a los que lo necesitan”, añadió Grandi, “pero hace falta mucho más apoyo internacional y una distribución más equitativa de la responsabilidad, especialmente con aquellos países que albergan a la mayoría de los desplazados”.
Menos retorno voluntario y más reasentamientos
En 2022, 339.300 refugiados volvieron voluntariamente a sus 38 países de origen, la mayoría lo hicieron en Sudán del Sur, Siria, Camerún y Costa de Marfil. Un descenso de 90.000 personas con respecto al año anterior (21%). Por su parte, 5,7 millones de desplazados internos regresaron a su hogar —8% más que en 2021—, mayoritariamente en Etiopía, Myanmar, Siria, Mozambique y República Democrática del Congo.
La política de reasentamiento (traslado de refugiados de un país, generalmente con menos recursos, a otro con más capacidad de acogida) recuperó sus niveles pre pandemia, produciéndose 114.300 reasentamientos, el doble de los 57.500 del año anterior. Sin embargo, desde ACNUR advierten que, pese al aumento, esta cifra está muy lejos de los 1,5 millones de personas que se estima en necesidad de reasentamiento.
También se produjo un aumento del 2% de las personas que se encuentran sin estado. En 2022 unos 4,4 millones de personas se encontraban en situación de nacionalidad indeterminada.
“Sobre todo, se debe hacer mucho más para poner fin a los conflictos y eliminar los obstáculos para que los refugiados tengan la opción de regresar a su hogar de forma voluntaria, segura y digna”, advirtió el Alto Comisionado para los Refugiados.
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