Lula da Silva lleva una ventaja de cuatro puntos sobre Jair Bolsonaro y habrá segunda vuelta en Brasil
Con más del 95% de los votos escrutados, y tras la campaña más tensa y violenta de la historia de ese país, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva se imponía por cuatro puntos (47,63%) al actual mandatario ultraderechista, Jair Bolsonaro, (43,88%) y descartaba así la posibilidad de un triunfo en primera vuelta, como habían adelantado las encuestadoras en este país.
Para ganar en primera vuelta era necesario el 50% más uno de los votos; y al no alcanzar esa cifra, la Presidencia de Brasil se definirá en un balotaje el próximo domingo 30 de octubre. El Tribunal Superior Electoral (TSE) contabilizó sólo los votos válidos para elegir presidente, es decir, no incluye a los sufragios en blanco o los anulados.
La campaña del Partido de los Trabajadores (PT) cree que hubo un “voto silencioso” a favor del presidente Bolsonaro que no detectaron las encuestas, que le daban a su candidato entre el 50 y 51% de los votos.
“Se esperaba un voto silencioso hacia el presidente, que debería tener más del 36% de los votos. La campaña fue atípica por eso”, dijo a Télam uno de los históricos dirigentes del PT, que habló en condición de anonimato.
El dirigente comentó que la expectativa es que los votos donde el PT debería recuperar terreno, e incluso vencer la primera vuelta, son los de los estados del nordeste, sobre todo en los más populosos como Pernambuco, Ceará y Bahía.
El equipo de campaña de Lula estaba en el hotel Novotel Jaraguá de San Pablo siguiendo el escrutinio y estaba previsto que el candidato del PT ofrezca un discurso después de las 20. Bolsonaro, por su parte, estaba siguiendo el resultado en el Palacio de Alvorada, residencia oficial de Brasilia, después de haber votado en Río de Janeiro por la mañana.
Las mesas abrieron de manera puntual a las 8 y cerraron en general a las 17, aunque muchas de ellas continuaron abiertas varias horas después a la espera de que votaran los ciudadanos que formaban fila frente a los colegios. Es por ese motivo que el conteo del Tribunal Superior Electoral (TSE) presentaba importantes demoras en el escrutinio.
En el exterior también mantuvieron las nueve horas para sufragar, pero con los horarios de cada país, por lo que se conocen ya algunos resultados finales. En ese sentido, Da Silva ganó las elecciones en Australia, Nueva Zelanda y China, mientras que Bolsonaro se impuso en Japón. Las mesas de Portugal, por otro lado, debieron extender el horario por la importante afluencia de votantes, según datos oficiales.
En Buenos Aires había 11.570 personas habilitadas para ejercer su derecho al voto. Más del doble que en 2018. elDiarioAR recorrió esta mañana las filas de votantes que llegaban a la esquina de Juncal, en el barrio porteño de Recoleta, daba vuelta la manzana y avanzaba por la 9 de Julio.
El voto en Brasil es obligatorio para los ciudadanos de entre 18 y 69 años y opcional para los que tienen 16 y 17 y los mayores de 70. El TSE contabiliza apenas los válidos para elegir presidente, es decir, no incluye a los sufragios en blanco o los anulados.
Los comicios son claves porque también eligen a los 513 diputados de la Cámara baja y a 27 de los 81 senadores nacionales, a la vez que renuevan las asambleas legislativas de los estados.
En los principales estados la disputa está en altísima temperatura como en los comicios nacionales: así ocurre en San Pablo, el más populoso del país con 46 millones de habitantes; Minas Gerais y Río de Janeiro.
MB
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