Radiografía de las víctimas por incendios en España
El incendio que devoró este jueves un edificio en Valencia, el de la residencia de mayores de Madrid en el que murieron tres mujeres este domingo o la tragedia en tres discotecas de Murcia el pasado octubre, que costó la vida a 13 personas, son solo algunos ejemplos recientes del drama que deja a su paso el fuego en España. A la espera de que los bomberos puedan entrar a la estructura del bloque calcinado, los servicios de emergencias confirmaron ya diez víctimas mortales y varias no localizadas.
En España, fallecieron en 2022, el último año del que hay datos disponibles, 235 personas a causa de incendios. Son los datos del informe que elabora cada año la Fundación Mapfre, en colaboración con la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos (APTB) y los servicios de extinción de incendios de diversas localidades.
Como puede apreciarse en el gráfico anterior, la evolución de las muertes anuales por incendios no presenta una tendencia mantenida. Si bien es cierto que en el periodo de 1980 a 2010, cuando comenzó a analizarse el dato de forma anual, el índice de fallecidos por cada millón de habitantes experimentó una reducción de más de la mitad, de 9,3 a 4 personas, desde entonces esta tasa a variado de los 123 casos en el año 2018 hasta los 235 de 2022.
Como puede apreciarse en el gráfico anterior, la evolución de las muertes anuales por incendios no presenta una tendencia mantenida. Si bien es cierto que en el periodo de 1980 a 2010, cuando comenzó a analizarse el dato de forma anual, el índice de fallecidos por cada millón de habitantes experimentó una reducción de más de la mitad, de 9,3 a 4 personas, desde entonces esta tasa a variado de los 123 casos en el año 2018 hasta los 235 de 2022.
“El dato clave es que se registraron 235 muertos en total en nuestro país, entre el 1 de enero y el 31 de diciembre del pasado ejercicio (el informe se publicó en noviembre de 2023), 176 de ellos en vivienda”, indica el estudio, que señala que “nos sitúa en entornos que no se conocían en nuestro país desde principios de la década de los 90 del siglo pasado”. Los casos de Valencia, Murcia o el de la residencia de Madrid suponen una excepción por el número de víctimas. El mismo trabajo indica que de los 199 incendios mortales identificados en 2022, en 175 solo se perdió una vida; en 20 hubo dos fallecidos; en uno tres; y en dos, cuatro.
Aquel año destacó por su gravedad y por el número de muertes el incendio ocurrido en una residencia de mayores en Moncada, también en la Comunidad Valenciana, donde murieron nueve personas tras un fuego que se originó por causas eléctricas. En la última década han muerto en España más de 40 personas por fuegos ocasionados en residencias de ancianos.
Del total de víctimas mortales, 220 lo fueron por incendios y otras 15 por explosiones, seis de ellas por fugas de gas en vivienda, cinco por manipulación de fuego o herramientas en presencia de productos inflamables, una por acumulación de gas y otras tres por causa desconocida. El propio informe reconoce que “el elevado número de fallecimientos por explosión no es identificable” ni hay “ningún patrón ni causa atribuible directamente que justifique este número”.
El perfil de las víctimas de incendios
La edad es un factor de riesgo para morir por un incendio. Según los datos del informe, la mitad de los fallecidos en 2022 tenían más de 64 años; casi el 40% entre 30 y 64; y solo el 5% entre 15 y 29; mientras, los menores de 14 supusieron el 3% de los casos mortales.
¿A qué se debe? La edad no debería ser por sí mismo un factor de riesgo, pero viene acompañada de otras variables socioeconómicas. “El hogar de las personas mayores suele ser un entorno de riesgo, en el que se suma la limitación de las capacidades, la soledad, viviendas con unas instalaciones obsoletas y, en definitiva, un mayor número de variables de riesgo”, indica el informe.
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