Siguen los combates en Sudán y ya hay decenas de civiles muertos
El Ejército y un grupo paramilitar de Sudán libraban hoy combates por el control del convulso país por segundo día seguido, pese a presión externa para cesar hostilidades que ya dejaron cerca de 60 civiles muertos, incluyendo a tres empleados de la ONU.
Fuertes combates en los que participaron aviones, vehículos blindados y camiones con ametralladoras montadas sacudieron hoy la capital de Jartum, la ciudad contigua de Omdurman y puntos conflictivos de todo la gran nación árabe del noreste de África.
Se cree que las fuerzas rivales del Ejército sudanés y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) tienen decenas de miles de combatientes cada una sólo en la capital sudanesa.
Los enfrentamientos son la culminación de meses de tensiones entre el Ejército y las FAR, su antiguo aliado.
Esas tensiones ya habían retrasado un acuerdo con los partidos políticos para que el país volviera a su breve transición a la democracia, que se descarriló por un golpe militar en octubre de 2021 dado conjuntamente por el Ejército y las FAR.
Un sindicato de médicos que desde el golpe es la principal fuente de información sobre las víctimas de represión o combates dijo que al menos 56 civiles murieron y unos 600 resultaron heridos en estos dos días de enfrentamientos entre el Ejército y las FAR.
El sindicato, llamado Comité Central de Médicos, agregó que se creía que había decenas de muertes adicionales entre las fuerzas enemigas.
Tanto el Ejército como las FAR afirmaron tener el control de lugares estratégicos en Jartum y en otras partes de esa zona del centro-este del país.
Ambas partes dijeron anoche que no negociarán.
El Ejército, encabezado por el general y líder golpista Abdel Fatah al-Burhan, pidió el desmantelamiento de las FAR, a las que calificó de “milicia rebelde”.
El jefe de las FAR, el general Mohammed Hamdan Daglo, dijo a la red de noticias saudita Al Arabyia que descartaba negociar y pidió a Burhan que se rindiera.
Mientras tanto, la presión diplomática iba en aumento.
Diplomáticos, incluido el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken; el secretario general de la ONU, el jefe de política exterior europea, el jefe de la Liga Árabe y el jefe de la Comisión de la Unión Africana instaron a las partes a dejar de pelear.
En el Vaticano, el Papa Francisco dijo hoy que seguía “con preocupación” los acontecimientos que se desarrollan en Sudán.
“Estoy cerca del pueblo sudanés... e invito a la oración para que depongan las armas y prevalezca el diálogo, para retomar juntos el camino de la paz y la armonía”, dijo el pontífice en declaraciones al público en la Plaza de San Pedro.
También hoy, el organismo de la ONU para la alimentación (PMA) dijo que suspendió temporalmente las operaciones en Sudán después de que tres de sus empleados sudaneses murieran ayer en combates y un avión utilizado por el PMA resultara dañado.
“No podemos hacer nuestro trabajo de salvar vidas si no se garantiza la seguridad de nuestros equipos y socios”, dijo Cindy McCain, directora ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos (PAM), en un comunicado.
Cerca de 16 millones de personas, o un tercio de la población de Sudán, requieren asistencia humanitaria, según la ONU.
En Jartum y Omdurman hubo combates hoy alrededor del cuartel general militar, el aeropuerto internacional y la sede de la televisión estatal, informaron medios locales.
Un funcionario militar dijo que los combatientes de las FAR se enfrentaron con las tropas en el cuartel militar la madrugada del domingo y que se produjo un incendio en una instalación para tropas terrestres.
En la capital se vieron humaredas por encima de los cuarteles de los paramilitares y del aeropuerto internacional, informó la agencia de noticias AFP.
Los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, en desacuerdo sobre otras crisis en todo el mundo, pidieron el fin inmediato de las hostilidades y el regreso al diálogo.
Los Estados árabes con intereses en Sudán -Qatar, Egipto, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos- hicieron llamados similares.
Blinken dijo hoy que consultó con los ministros de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos.
“Acordamos que era esencial que las partes pusieran fin de inmediato a las hostilidades sin condiciones previas”, dijo el jefe de la diplomacia estadounidense en un comunicado.
Los rivales luchaban hoy en varios lugares de Sudán, incluida la región occidental de Darfur, donde decenas de miles de personas viven en campamentos para personas desplazadas después de años de una guerra civil con acusaciones de genocidio.
Las FAR agrupa a exmilicianos de la guerra de Darfur.
En la provincia de Darfur del Norte, decenas de personas resultaron muertas y heridas desde el sábado en un campamento para personas desplazadas, dijo Adam Regal, portavoz de una organización benéfica de Darfur.
En Nyala, la capital de la provincia de Darfur del Sur, las dos partes lucharon por el control del aeropuerto de la ciudad, dijo Al Arabiya, que citó a un oficial militar no identificado.
La fuente dijo que los combates también se extendieron a la región oriental, incluidas las provincias de Kassala y al-Qadarif en las fronteras con Etiopía y Eritrea.
Estos combates comenzaron ayer sábado por la mañana, cuando Daglo anunció la toma del aeropuerto internacional y del palacio presidencial de Jartum y llamó a la población y a los soldados a levantarse contra el ejército.
El Ejército desmintió que las FAR hubieran tomado el aeropuerto internacional y aseguró que unos paramilitares se “infiltraron e incendiaron aviones civiles, incluyendo uno de la aerolínea saudita Saudi Airlines”, un incidente confirmado por Arabia Saudita.
La Liga Árabe, a petición de Egipto y de Arabia Saudita, inició hoy una reunión de emergencia para discutir la situación en Sudán.
Las desavenencias entre ambos bandos sudaneses se centran principalmente en el futuro de los paramilitares del FAR y su integración dentro de las Fuerzas Armadas.
Aunque el Ejército no rechaza su integración, quiere imponer sus condiciones y limitar su incorporación en el tiempo.
El general Daglo exige una amplia inclusión y, sobre todo, un puesto para él en el Estado Mayor.
Esta disputa bloquea la transición democrática exigida por la comunidad internacional para reanudar su ayuda a Sudán, uno de los países más pobres del mundo.
CRM con información de la agencia Télam
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