Las sospechas de EEUU sobre un posible apoyo de China a Putin elevan la tensión por la guerra en Ucrania
Estados Unidos ha comunicado a sus aliados de la OTAN y a varios países asiáticos que China ha dado señales de estar dispuesta a proporcionar ayuda militar a Rusia, a petición de Moscú, para apoyar su invasión en Ucrania, según han informado a la agencia Reuters y al Financial Times fuentes estadounidenses familiarizadas con los cables diplomáticos dirigidos a Europa y países de Asia.
Este lunes, el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, se ha reunido en Roma con el principal responsable de la política exterior china, Yang Jiechi, en medio del revuelo causado por las informaciones, publicadas por varios medios estadounidenses este domingo, de que Rusia ha solicitado a China apoyo militar y asistencia económica, incluso drones. Tras la reunión de más de ocho horas, marcada por esta sospecha, los representantes de EEUU y China han subrayado la importancia de mantener “abiertas las líneas de comunicación” entre ambas potencias, según la Casa Blanca.
Moscú ha desmentido las informaciones sobre la petición a China, afirmando que tiene suficientes recursos militares para cumplir todos sus objetivos en Ucrania, y Pekín –que en público ha abogado por una solución diplomática, pero no ha criticado la invasión– también las ha negado y las ha calificado de “desinformación”.
Los cables, enviados por el Departamento de Estado de EEUU, no especifican el nivel ni el calendario de la ayuda que podría proporcionarse, según el Financial Times, que informa de que la petición rusa y la respuesta china han hecho saltar las alarmas en la Casa Blanca. Según Reuters, el cable también decía que se esperaba que Pekín negara estos planes.
En una rueda de prensa, el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, ha advertido de que habrá “consecuencias” para China si ofrece ayuda a Rusia y apuntó que Pekín “puede hacer más que cualquier otro país” para poner fin a la invasión rusa de Ucrania. “Hemos sido muy claros tanto de manera privada como pública con Pekín sobre que habrá consecuencias por ofrecer ese apoyo”.
La preocupación por la escalada del conflicto ha llegado a la ONU. Este lunes, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, ha exigido que cesen las hostilidades en Ucrania “inmediatamente”. “La perspectiva de un conflicto nuclear era impensable, y ahora entra dentro de las posibilidades”, ha advertido, añadiendo que “la guerra muestra que la acción climática y toda la economía del mundo están a merced de la geopolítica. Que se escale la guerra por accidente o a propósito amenaza a toda la humanidad”.
Por su parte, el ministro de Exteriores ucraniano ha pedido, una vez más, más ayuda y sanciones a los países occidentales. “A los que en el extranjero temen ser 'arrastrados a la Tercera Guerra Mundial'. Ucrania se defiende con éxito. Necesitamos que nos ayuden a luchar. Proporcionadnos todas las armas necesarias. Aplicad más sanciones a Rusia y aisladla totalmente. Ayudad a Ucrania a obligar a Putin a fracasar y evitaréis una guerra mayor”, ha tuiteado Dmitro Kuleba.
Las advertencias se repetían este lunes, en el que se ha celebrado una nueva ronda de negociaciones entre Kiev y Moscú, mientras las autoridades ucranianas denunciaban el bombardeo de varios distritos de la capital, así como en la segunda ciudad, Járkov. Un primer convoy de más de 160 coches ha partido este lunes de la sitiada ciudad sureña de Mariúpol, donde los principales intentos para organizar un corredor humanitario para evacuar a los civiles habían fracasado hasta ahora mientras muchas voces alertan de un desastre humanitario. No obstante, el Ayuntamiento ha dicho que el convoy con ayuda humanitaria todavía no ha podido llegar a la ciudad.
Bombardeos antes de las negociaciones
La nueva ronda de negociaciones ha tenido lugar por videoconferencia, algo que según la parte ucraniana llevan haciendo de manera continua desde hace días. Sin embargo, las conversaciones se han aplazado hasta este martes, según ha anunciado el asesor del presidente ucraniano Mijaíl Podoliak. “Se ha hecho una pausa técnica en las negociaciones hasta mañana. Para trabajar adicionalmente en los subgrupos de trabajo y clarificar posturas individuales”.
Poco antes de que se retomaran las negociaciones, el país amanecía bajo nuevos bombardeos. En Kiev, por la mañana, los servicios de emergencias de Ucrania informaban de que una persona ha muerto y tres han sido hospitalizadas tras un ataque en un edificio residencial de nueve plantas en el distrito norteño de Obolón. Además, el alcalde de la capital ha dicho que los restos de un cohete han caído en el distrito de Kurenivka, y con un fallecido y seis heridos. La planta de aviones Antónov, según la ciudad de Kiev, también ha sido bombardeada.
En la región de Rivne, en el noroeste, el gobernador ha dicho que al menos nueve personas han muerto y otras nueve resultaron heridas en un ataque aéreo contra una torre de televisión. Y al este, en la ciudad de Járkov, la segunda más importante del país, un edificio residencial de cuatro pisos en el centro se ha derrumbado como consecuencia de un ataque aéreo, según los servicios de emergencia. No está claro si hay víctimas, pero el alcalde ha dicho que hay civiles que han muerto y resultado heridos y ha asegurado que la situación en la ciudad sigue siendo tensa porque los ataques no cesan.
Las autoridades también han informado de ataques en otras partes del país como la ciudad sureña de Mykolaiv y una instalación subterránea de almacenamiento de gas en Olyshivka, en la región ucraniana de Chernígov, al norte de Kiev, han resultado dañadas por un proyectil este lunes, según la compañía estatal Naftogaz.
Rusia ha dicho que en la ciudad de Donetsk, controlada por los separatistas respaldados por Moscú al este, al menos 20 personas han muerto en un ataque con misiles que ha atribuido a las fuerzas ucranianas. Vídeos y fotos verificados por el New York Times muestran a decenas de civiles muertos y heridos en una calle del centro, y múltiples puntos de impacto y explosiones a lo largo de la calle. Un portavoz militar ucraniano ha dicho que el misil era ruso.
Hasta ahora, Rusia ha logrado la mayoría de los avances en las ciudades del sur y el este, mientras sus fuerzas han permanecido más estancadas en el norte y alrededor de Kiev.
160 coches con civiles pueden salir de Mariúpol
Un día más, Ucrania ha anunciado la apertura de una decena de corredores humanitarios para llevar suministros y ayudar a los civiles atrapados a salir de determinadas zonas mientras las acciones militares, en teoría, se detienen temporalmente. Este lunes se han abierto corredores en las regiones de Kiev y Lugansk, al este, así como de Mariúpol a Zaporiyia, vía Berdiansk. 4.000 personas han sido evacuadas a través de siete rutas, ha dicho la viceprimera ministra, Iryna Vereshchuk, que ha vuelto a denunciar la violación del alto el fuego por parte de Rusia en algunas zonas.
Las autoridades de la sitiada Mariúpol han informado este lunes de que hay vecinos que han logrado salir de la ciudad conduciendo sus propios coches. A mediodía, dijo el Ayuntamiento en Telegram, 160 coches particulares habían abandonado la ciudad por el corredor humanitario y han atravesado la ciudad de Berdiansk en su camino hacia el noroeste, hacia Zaporiyia. Un responsable del Ayuntamiento ha explicado a Reuters: “Los rusos abrieron un puesto de control y los que tenían coches y combustible comenzaron a salir”. “La ciudad continúa siendo bombardeada, pero esta carretera no está siendo bombardeada. No sabemos cuándo llegarán los primeros autos a Zaporiyia, todavía hay muchos puntos de control rusos que deben pasar”.
Sin embargo, posteriormente, las autoridades locales han informado de que el convoy con ayuda humanitaria que salió de Zaporiyia aún permanece en la zona de Berdiansk por el incumplimiento del alto el fuego por parte de las tropas rusas. Este martes se volverá a intentar que continúe hasta Mariúpol.
Los principales intentos para brindar una salida segura a los residentes atrapados en Mariúpol se vieron frustrados la semana pasada debido a los ataques. Las organizaciones humanitarias han alertado de que las condiciones se deterioran en Mariúpol, una de las zonas más castigadas del país. Lleva días sin electricidad, calefacción (con temperaturas extremas) y agua tras los bombardeos, y se han enterrado muertos en fosas comunes.
Ucrania y Rusia acordaron por primera vez el 3 de marzo establecer corredores humanitarios, pero su aplicación hasta la fecha ha sido lenta y limitada. Moscú ha culpado estos días a Kiev de que las operaciones de evacuación de civiles no den resultados. Las autoridades ucranianas rechazaron propuestas rusas porque varias de las rutas canalizarían a las personas hacia Rusia o su aliado Bielorrusia.
Más de 636 civiles muertos, según la ONU
Los últimos datos de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos elevan a 1.761 las víctimas civiles, entre ellas 636 muertos –46 de ellos menores– y 1.125 heridos desde el 24 de febrero. La mayoría han sido causadas por “armas explosivas con una amplia área de impacto, incluyendo bombardeos de artillería pesada y sistemas de misiles de lanzamiento múltiple, y ataques aéreos”. Pero creen que las cifras reales son muy superiores.
Estas estadísticas todavía no incluyen las cientos de víctimas que han denunciado ciudades como Volnovaja, Izium y también Mariúpol, donde las autoridades locales afirman que han muerto más de 2.100 personas en los ataques. Una de las mujeres fotografiadas en el ataque al hospital de la ciudad el 9 de marzo y su bebé han muerto, según ha informado Associated Press.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha verificado 31 ataques a la atención médica –24 dañaron o destruyeron instalaciones sanitarias, mientras que en cinco casos afectaron a ambulancias. “Pedimos el cese inmediato de todos los ataques. (...) Atacar a los más vulnerables –bebés, niños, mujeres embarazadas y personas que ya padecen enfermedades y dolencias, y a los trabajadores sanitarios que arriesgan sus propias vidas para salvarlas– es un acto de crueldad desmedida”, han dicho varias agencias de Naciones Unidas.
Cientos de miles de personas continúan escapando en busca de seguridad. La agencia de la ONU para los refugiados (Acnur) calcula que 2,8 millones de personas han huido a los países vecinos desde el comienzo de la invasión. La enorme mayoría, 1,7 millones, ha llegado a Polonia, pero también a otros países que comparten frontera como Hungría, Moldavia, Rumanía, Eslovaquia y Rusia.
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