Rusia boicoteó el acuerdo nuclear que EEUU buscaba firmar con Irán
Rusia ha sido acusada el lunes de secuestrar como rehén el acuerdo nuclear con Irán y usarlo como un arma más en la batalla que libra contra Occidente por su conflicto con Ucrania. A último minuto, la diplomacia rusa intervino en las negociaciones de Occidente con Irán, para las cuales la venia de Moscú es imprescindible. En Viena, sede de la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA), se mantenían las conversaciones tendientes a restaurar el acuerdo nuclear que negocia la suspensión de una serie de sanciones económicas que EEUU impuso a Teherán. En 2015, el Grupo de los 5 + 1, los 5 integrantes del club atómico oficial (= los 5 miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU; EEUU, Rusia, Gran Bretaña, Francia y China) + Alemania, había firmado un acuerdo que permitía el desarrollo del programa nuclear iraní bajo la inspección de la OIEA. En 2018, el presidente norteamericano Donald Trump se retiró del Tratado, alegando incumplimiento.
Después de meses de negociaciones en Viena se esperaba tener un horizonte claro y una fecha posible para la concreción del acuerdo revisado en virtud del cual se levantarían las sanciones de EEUU a cambio de que Teherán volviera a cumplir plenamente con el compromiso de 2015 que exigía la no proliferación nuclear.
Sin embargo, los esfuerzos diplomáticos se han ido en picada a causa de la demanda de Rusia, que pidió garantías por escrito de que su comercio económico con Irán estará exento de las sanciones estadounidenses.
El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, citó en el fin de semana la “avalancha de sanciones agresivas [sobre Rusia] que Occidente ha comenzado a arrojar”, y dijo: “Esto significaba que Moscú tenía que pedir primero garantías a EEUU, requiriendo una clara respuesta a que las nuevas sanciones no afectarán sus derechos en virtud del acuerdo nuclear”.
“Pedimos que nos den garantías por escrito …firmadas por un colega estadounidense de no menor status que el Secretario de Estado respecto a que actual proceso [de sanciones] iniciado por los EEUU no afectará nuestra cooperación técnico-militar con Irán”, agregó Lavrov.
Una señal de cómo hay ya sanciones en vigencia se pudo advertir el domingo, cuando los vuelos de Aeroflot entre Moscú y Teherán fueron cancelados.
La demanda de Lavrov exige a EEUU que exima el comercio ruso-iraní de las sanciones. Es casi seguro que Occidente rechazará la demanda, porque abriría una gran laguna en el régimen de sanciones. Entonces dependería de Moscú si veta el acuerdo nuclear por completo.
El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, descartó las demandas de Rusia como “irrelevantes”, y sostuvo que las sanciones impuestas después de la invasión de Ucrania “no tienen nada que ver con el acuerdo nuclear con Irán”. Las demandas respecto a las sanciones “simplemente no están vinculados de ninguna manera, así que creo que es irrelevante”, dijo Blinken a CBS News.
Las conversaciones de Viena han sido un oasis de cooperación diplomática entre Rusia y Occidente, ya que elaboraron minuciosamente un compromiso aceptable tanto para Irán como para EEUU. El principal negociador de Rusia en las conversaciones de Viena, Mijail Ulyanov, quien ha sido un intermediario incansable, ahora corre el riesgo de que su trabajo se volatilice por la confrontación de Moscú con Occidente por Ucrania.
Rusia tiene un interés estratégico en boicotear las negociaciones. Irán produce dos millones de barriles de petróleo al día. Si se firma el acuerdo nuclear, estos suministros iraníes llegarían al mercado y se frenarían desabastecimiento y carestía.
Los funcionarios iraníes criticaron la intervención de Rusia e informaron que “los rusos pusieron esta demanda sobre la mesa en las conversaciones de Viena hace dos días. Se entiende que al cambiar su posición en [las] conversaciones de Viena, Rusia quiere asegurar sus intereses en otros lugares. Este movimiento no es constructivo para [las] conversaciones nucleares de Viena”.
Rusia tiene un interés estratégico a corto plazo en echar por tierra o posponer el acuerdo. Irán produce más de dos millones de barriles de petróleo al día, y si estos suministros pudieran llegar a los mercados, se frenaría el aumento de los precios.
Rusia, un productor de petróleo a gran escala, quiere hacer subir el precio del petróleo para apretar las tuercas de las economías occidentales, pero también para aumentar sus propios ingresos.
Israel, un feroz opositor de un acuerdo nuclear revivido, será el único país importante que dé la bienvenida en privado a las acciones de Rusia.
Por vía separada, el principal funcionario de la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA), el argentino Rafael Grossi, estuvo en Teherán este fin de semana tratando de asegurar un acuerdo sobre el futuro régimen de inspección. Grossi esperaba resolver los desacuerdos sobre la demanda de la OIEA para el acceso a cuatro sitios donde supuestamente se llevaron a cabo actividades nucleares no declaradas.
Irán quiere que la OIEA cierre estas investigaciones, alegando que se basan en inteligencia israelí falsa. Mohammad Eslami, el presidente de la Asociación de Energía Atómica de Irán , también buscó garantías para que lo que Irán considera inteligencia israelí no esté incluida en futuras investigaciones de la OIEA sobre Irán.
Las dos partes acordaron intercambiar documentos antes de junio, la fecha que hasta ahora parecía probable para que el acuerdo con Irán vuelva a entrar en vigor. Sin embargo, al parecer, ambas partes dejaron sin resolver cuestiones centrales sobre el régimen de inspección.
Por lo pronto, la OIEA continuará con un régimen de inspección este sí acordado. Las cámaras de vigilancia de esta Organización Internacional permanecerán en su lugar y las tarjetas de memoria de las cámaras se mantendrán bajo control conjunto debidamente sellado.
Traduccíón de AGB
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