Sobre el gobernador Arcioni y la megaminería: tengo estas promesas y, si no les gustan a las mineras, tengo otras
De chiquita, al igual que a la mayoría de mi generación, me la pasaba escuchando la canción del Reino del Revés. Me podía quedar horas y horas imaginando cómo sería ese reino en donde todo funcionaba exactamente al opuesto.
Unos años más tarde, hay algunas cosas que al imaginarlas del revés me siguen pareciendo divertidas, pero otras, no tanto. Por ejemplo lo que pasa en Chubut con la megaminería y, el cambio, de extremo a extremo de su actual gobernador, que al parecer, se maneja con las lógicas del Reino del Revés.
Mariano Arcioni era vicegobernador de Mario Das Neves cuando asumió el mando provincial en 2017, tras el fallecimiento del gobernador. El mandato de Arcioni terminaba en diciembre, pero el 9 de junio de 2019 fue reelecto al frente del distrito con el espacio Chubut al Frente hasta el 2023. Hasta ahora, todo normal.
Lo curioso es su cambio en el discurso con respecto a la megaminería. En 2017, al hacer campaña para ser diputado nacional, centró uno de sus spots sobre su postura de “NO a la megaminería que le quieren imponer desde Buenos Aires”. No solo eso, sino que en reiteradas entrevistas durante ese tiempo reafirmó que estaba muy en contra de instalar proyectos mineros en la provincia.
En este spot de campaña muestra a una familia, viajando en un auto escuchando la radio, hasta que anuncian que quieren instalar un proyecto minero en la provincia. Ahí, la adolescente piensa“ ¿no saben que contaminan el agua?” e inmediatamente enfocan al nene que reflexiona “siempre se quieren llevar nuestros recursos” y la mamá mira a la cámara diciendo “¡qué bueno que tenemos a alguien que no lo va a permitir!”. Ahí aparece Arcioni diciendo: “Pensamos igual que vos. Por eso con Mario Das Neves cuidamos nuestros recursos. Porque sabemos que así cuidamos el futuro de nuestra provincia”.
Pero esto empezó a cambiar cuando fue electo gobernador por segunda vez, en 2019. En noviembre del 2020 se viralizó un video en donde él decía “ Somos una provincia minera por excelencia. A mí no me van a callar o me van a detener unos 500 o más ruidosos.” (se refería a las movilizaciones populares masivas en contra de la instalación de un proyecto minero).
Es decir: pasó de hacer campaña oponiéndose a la megaminería a ser el mayor propulsor de instalar un proyecto de este tipo. “Estos son mis principios, si no les gustan, tengo otros” decía Groucho Marx y podríamos decir que Arcioni modifica la frase por “Estas son mis promesas, si a las mineras nos les gustan, tengo otras... ”
Pero Arcioni no es el único, el lobby de las mineras existe hace tiempo y en todo el mundo, aunque al menos, algunos intentan ocultarlo aunque sea un poco más. No es el caso del diputado provincial del PRO, Sebastián López. Hace unas semanas se conoció una cámara oculta de él, pidiendo “cien lucas” para actuar en favor del lobby minero. El video -difundido por el diario Perfil- muestra al diputado Sebastián López, dialogando con un empresario minero al que le ofrece sus servicios de “rosca”. Desde su equipo aclararon que el video es de la época de la campaña, en 2019, cuando él todavía no era diputado, pero sobre el pedido de “cien lucas”, nada. Además, en diciembre, los medios locales difundieron un audio de la legisladora Leila Lloyd Jones, del oficialista Chubut Somos Todos, donde acusa a algunos de sus pares de recibir diez millones de pesos. En el audio le explicaba a otra persona que habló con manifestantes pro minería que le habían hecho un escrache en la puerta de la casa y que le exigían trabajo. A ellos, ella les respondió que le vayan a pedir “a los diputados que votan a favor, que a ellos les pagaron 10 millones de pesos y les dan unos contratos que los pueden hacer trabajar a ustedes en las mineras”.
El reino del revés parece condensarse en la postura de varios políticos de la provincia de Chubut cuando se trata de hablar de megaminería . Muchos de ellos, deciden priorizar sus ganancias por sobre la voluntad del pueblo, a quienes ellos deberían proteger. Y eso, no lo vamos a perdonar.
NK
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