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Opinión - Panorama de las Américas

What the Fake in the Andes

Alfredo Grieco y Bavio Panorama de las Américas rojo
30 de julio de 2022 10:35 h

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Cada 28 de julio son las fiestas patrias peruanos, y cada presidente busca aprovechar la fecha para lucirse en Lima con la retórica de logros pretéritos (exagerados) y planes futuros (caros como un Perú). 365 días atrás, después de que la Justicia Electoral zanjara a su favor una agria disputa con Keiko Fujimori sobre el escaso medio punto porcentual que los separaba en el balotaje, Pedro Castillo asumió la presidencia. Era el quinto presidente en jurar desde 2016, cuando una ola de escándalos por corrupción desacreditó aún más a la desacreditada clase política peruana. Para quienes lo votaron en segunda vuelta, este antiguo campesino provinciano, maestro rural, ex dirigente sindical docente, este serrano mal conocido en la ex capital virreinal, en las ciudades, en la costa, representaba la esperanza del cambio, de la demografía siempre pisoteada o relegada que ahora tenía una oportunidad única en el poder.

En su año de gobierno, las energías de este provinciano serrano en la capital nacional y costeña fueron consumidas por un único objetivo, que alcanzó y superó: sobrevivir. El Congreso unicameral peruano tiene potestades para votar en un trámite sencillo la destitución del Ejecutivo si encuentra a su titular incapacitado moralmente para gobernar. Así lo encontró, así llamó a votar cuantas veces la Constitución fujimorista de 1993 en vigencia lo autoriza. La aprobación presidencial es del 20%, pero la del Congreso es más baja. No tiene Castillo ni mayoría ni bancada propia, pero la oposición está dividida, con bandos tan enemistados entre sí como por separado lo están con él.

El Banco Central redujo las expectativas de crecimiento económico peruano para el año próximo a 3,1%. En buena medida porque dos de las mayores minas de cobre no están funcionando, detenida la exploración, excavación y extracción por protestas. Que los ministros del gabinete presidencial muchas veces azuzan. 

La ley de Fisher desafiada, pero no refutada

La velocidad de circulación de los medios de pago introduce un coeficiente multiplicador de su volumen. Los mayores cambios del gobierno de Castillo, de una rapidez jamás desmentida, fueron los que cada semana exhibió la rotación de siluetas y semblantes en la rotación de su gabinete (de la sorprendente pero ni un punto inexplicable buena salud del sol peruano se encargan el Banco Central y la flotación sucia).

A los 10 meses de gobierno, el Poder Ejecutivo liderado por Castillo ha rotado 56 ministros y ministras (incluidos cuatro presidentes del Consejo de Ministros), en promedio un cambio cada seis días. Dos de los ministerios que más titulares han visto pasar son Salud (cuatro) y Desarrollo Agrario (cinco) durante el transcurso de pandemia y en vísperas de una crisis global de alimentos.

La salida de Víctor Maita, el primer ministro nombrado para la cartera de Desarrollo Agrario y Riego significó el abandono de la “segunda reforma agraria” sucesora y complementaria de la primera que ponía la agricultura familiar en el centro de la política agraria que había sido impulsada en 1969  por el ex presidente General Juan Velasco Alvarado.  El centro de la política agraria quedó asentado en la gran agroindustria de exportación, que tendría el deber de “apoyar” a la agricultura familiar a cambio de incentivos tributarios reduciendo la prometida segunda reforma agraria, que había sido recibida en un inicio con gran expectativa por los pequeños agricultores a un mantenimiento de la orientación de la política agraria de las últimas tres décadas.

En el ministerio de Economía y FinanzasPedro Fancke del partido de izquierda Nuevo Perú, liderado por Veronika Mendoza, que fuera la garantía de Castillo en la contienda electoral como reaseguro de responsabilidad fiscal al mismo tiempo que abogaba por una reforma tributaria que aumentara los impuestos al sector minero y a las rentas de capital, fue reemplazado por Óscar Graham, un economista ortodoxo con una larga carrera en el sector quien ha sostenido con EEUU una política de acuerdo con los mercados en desmedro de implementar alguna política redistributiva.

El 19 de julio, el presidente Castillo comunicó por tuit la salida del ministro del Interior,  Mariano González poco después de que se anunciara la creación de un equipo de élite de la Policía para apoyar las investigaciones del Equipo Especial de Fiscales Contra la Corrupción del Poder, que por encargo de la recientemente nombrada Fiscal de la Nación, Patricia Benavidez  concentra varias de las causas que involucran a personas próximas al primer mandatario. González quien en una entrevista televisiva, declaró: “El señor Castillo está obstruyendo la justicia porque está impidiendo que el trabajo de los agentes de inteligencia especializados busquen a los prófugos” fue reemplazado por Willy Huerta, el séptimo ministro encargado de esta área de gobierno.

Constituciones, constituyentes, plebiscitos

Al sur del Perú, el peso chileno se deprecia, y la aprobación del presidente Gabriel Boric, también. Con PBI más alto, Chile tiene 30 mil millones de dólares menos de reservas. La victoria electoral en diciembre del ex dirigente estudiantil fue el resultado de la realización por su antecesor en La Moneda, el empresario multimillonario Sebastián Piñera, de lo que es sólo una promesa para el ex líder sindical docente en el Palacio Pizarro: convocar una convención constituyente. La Convención Constitucional chilena inició sus labores en fecha y las concluyó en fecha, y redactó un nuevo texto completo de Ley Suprema que aspira a reemplazar el pinochetista plebiscitado en 1981, y aún vigente.

Gabriel Boric es ahora un presidente en campaña: busca el voto para el Apruebo del proyecto constitucional. Por ahora, gana el Rechazo, aunque las encuestas hagan ver que cada vez gana por menos. Sigue habiendo 15 puntos de distancia entre el Rechazo y el Apruebo. La intervención presidencial no ha sido inútil. Tampoco ha sido irrelevante el programa Chile Vota Informado, que dirige la ministra vocero de Gobierno, Camila Vallejo, ex líder estudiantil como el propio presidente. Mucho menos perjudicial, el Bono Invierno, aprobado en la segunda semana de julio: el Apruebo subió 2% en la encuesta CADEM. El 'plebiscito de salida' de la Constitución es la elección que más entusiasma, o polariza, a Chile en este siglo. Boric tiene un Plan B. Si el Apruebo pierde, hizo saber el joven presidente, se puede plebiscitar una nueva Constituyente, que redacte un nuevo texto de Constitución.

Peñas arriba y abajo de las cumbres

En la fallida foto de familia de la Cumbre de las Américas en la hispana ciudad californiana de Santa María de los Ángeles, Joe Biden está flanqueado por dos aliados firmes en su alianza, pero menos en sus puestos. Un presidente saliente, Iván Duque, y un presidente vacilante, Guillermo Lasso. Los dos son empresarios, el colombiano y el ecuatoriano. Los dos países sufrieron en octubre de 2019 estallidos sociales en protesta por aumentos de los combustibles y las tarifas decididos como herramientas fiscales por los gobiernos; en Colombia, en 2021, la ferocidad de la protesta fue proporcional a la magnitud del despropósito de gravámenes incobrables que una reforma impositiva legislaba.

Hoy Lasso se esfuerza por mantener bajo el precio de los hidrocarburos, reclamo social primero. No es imposible que organice algún esquema sin insostenibles despilfarros ruinosos para no abandonar sin subsidio a indígenas y campesinos. El 7 de agosto asume el gobierno en Bogotá el primer binomio de izquierda de la historia colombiana, el del ex guerrillero y economista Gustavo Petro y la militante ambientalista afrocolombiana Francia Márquez. Duque ve acercarse el fin de su gobierno que, salvo contingencias imprevistas, será también el de su carrera política. La gran estrella de la Cumbre, a quien más entrevistas pidieron los medios, fue el chileno Gabriel Boric, tan fotogénico, tan rigurosamente ajustado a ciertas iconografías chic como su coetáneo el presidente de Ucrania, fotografiado esta semana en Kiev por la revista Vogue junto a su compañera y Primera Dama .

Montañas más altas, presidentes más jóvenes

Del hemisferio norte al sur, siguiendo la cordillera de los Andes, las mayores alturas están entre Chile y Argentina y la mayores edades de presidentes y opositores en EEUU. El promedio etario actual del funcionariado en La Moneda de la administración Boric es de 35 años. Esta semana, la cancelación por Joe Biden, contagiado de covid, de todos sus compromisos cara a cara, para desgracia de su par argentino Alberto Fernández, (con el chino Xi Jinping será vía teleconferencia gigante), recordó algo que ya se sabe y que sin embargo se mantiene en decidido segundo plan con discreta perseverancia. Que el presidente demócrata norteamericano tiene 79 años y que pertenece entonces a la población de mayor riesgo para las enfermedades infecciosas. O, más brutalmente, para todas las enfermedades y para todos los traumatismos, incluidos por cierto los aciagos males de la memoria.

En julio de 2022, Biden el más anciano inquilino entre los gobernantes de la Casa Blanca. Cuando en noviembre de 2024 celebre EEUU elecciones, Biden tendrá 82 años cumplidos. Y 80 su rival, el republicano Donald Trump que buscará recuperar en Washington DC ese domicilio de 1600 Pennsylvania Avenue del que se juzga injustamente desalojado por Biden en las presidenciales de 2020.

De momento, Biden y Trump son considerados (todavía) los candidatos naturales que sin primarias representarán en 2024 a las fuerzas opuestas del bipartidismo norteamericano. Tal naturalidad comienza a chocar contra datos que la colocan en un relativo entredicho.

Biden es objeto de una altísima desaprobación, y sujeto de una muy baja aprobación. En particular, se le reprocha el desdén con que su administración, en un comienzo, consideró los números de una inflación (y ahora recesión) que ahora lucen menos pequeños, menos efímeros.

Sin ser en absoluto determinantes, las audiencias televisadas en el Congreso que revelan y magnifican la participación de Trump en la jornada del 6 de enero de 2021 no lo favorecen. Hay algo, sin embargo, que puede perjudicarlo, y mucho. En las encuestas, los candidatos que ‘The Donald’ favoreció, y que vencieron en las primarias republicanas, están muy abajo en estados claves como Ohio y Pensilvania para las elecciones de este noviembre al Senado. Si fueran derrotados, se abriría un nuevo escenario. Uno en el cual los dos candidatos presidenciales más votados en la historia norteamericana, con 80 y 74 millones de votos respectivamente, pudieran estar ausentes del menú electoral de noviembre 2024.  

El decano y el benjamín de los presidentes americanos se unen en una servidumbre electoral común, aunque no sea la única para uno y otro. Las victorias de sus campos tanto el plebiscito chileno de septiembre como en las elecciones legislativas están aseguradas en un electorado comparable, cuya abundante asistencia a la votación querrían asegurarse. Es el voto joven de los sectores pudientes. Boric es fuerte en Santiago y en Valparaíso. Y especialmente fuerte entre las comunas santiaguinas más ricas, en Providencia, Las Condes, Vitacura, Ñuñoa, Barrenechea. Las que gobierna la derecha, pero donde las familias están divididas, y donde cada sub-35 votará por el Apruebo. Biden es fuerte en la izquierda de su partido, y confía en que la movilización por el aborto en la juventud blanca de claes medias pueda favorecer a los demócratas, o mitigar el triunfo republicano en las elecciones de medio término. Nada demuestra que esto vaya a ser así.

La candidata izquierdista demócrata más joven, más congruente con Boric, es Alexandria Ocasio-Cortez. Latina, atea, feminista, la representante por el Bronx cumplirá 35 años, la edad mínima para postular a la presidencia, en octubre de 2024. Un mes antes de las elecciones presidenciales de EEUU.

AGB

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