1° de Mayo: la CGT mantiene el reclamo por paritarias y la inflación, pero les deja la calle a los movimientos sociales y la izquierda
A diez días de una nueva celebración del Día del Trabajador, la CGT se quedó en el reclamo discursivo por paritarias y la inflación, y le dejó la calle del 1° de Mayo a los movimientos sociales oficialistas y de la izquierda, que convocan a masivas concentraciones en dos puntos emblemáticos del microcentro porteño: la Plaza de Mayo, y el cruce de la Avenida de Mayo con la 9 de Julio.
La reunión de la CGT de este jueves fue la primera en el año de su consejo directivo, encabezado por el triunvirato que conforman Héctor Daer, Pablo Moyano y Carlos Acuña. Pese a algunas críticas a la situación económico-social , la intención fue mostrarse en línea con la Casa Rosada. Ya el dirigente camionero –hijo de Hugo Moyano– había acompañado el lunes el anuncio de bonos a trabajadores informales y jubilados por parte de Alberto Fernández y el ministro Martín Guzmán.
El cónclave sindical en la sede de Azopardo duró más de cuatro horas y la conclusión principal fue discursiva: el pronunciamiento de que se “mantenga el sistema de paritarias para la discusión salarial ante el elevado proceso inflacionario, según ya se había acordado”, según expresó ante los medios Daer, ex diputado nacional y hombre fuerte del sindicato de Sanidad.
En la variada agenda de temas políticos, sociales y gremiales que se trataron, Daer destacó el apoyo al adelantamiento de las paritarias con una “necesaria y real dinámica”. Apuntó a que los formadores de precios en el país “son pocos” y se mostró en línea con la iniciativa oficial de cobrar un impuesto a la “renta inesperada”. Señaló que existen sectores exportadores que en el último tiempo aumentaron los precios más de un 30 por ciento, y exigió su distribución en “un país que lo requiere como nunca”.
Un tono más crítico al Gobierno planteó el titular de la Unión Ferroviaria (UF), Sergio Sasia. “La CGT analizó la situación económica y social, con especial preocupación ante el avance de la inflación, la desocupación y los elevados índices de pobreza, entre otros temas. Se requieren políticas de Estado para potenciar la producción, la industria y la generación de empleo”, sostuvo en declaraciones a la agencia Télam.
En tanto, el titular del Sindicato de Vendedores de Diarios y Revistas (Sivendia) de Capital Federal y el Gran Buenos Aires y senador bonaerense por el Frente de Todos (FdT), Omar Plaini, adelantó que ante la difícil coyuntura económica “el Gobierno deberá adoptar algún tipo de decisión más fuerte respecto de lo que sucede con los formadores de precios en la Argentina”. El gremialista aseguró que “la gobernabilidad no está en discusión”, pero apuntó a que “el tema es saber cómo resuelve el Gobierno el tema de los elevados índices de pobreza y la defensa del poder adquisitivo salarial”.
La calle, de los movimientos sociales y la izquierda
Sin la central obrera en la calle, el feriado del 1° de Mayo será protagonizado por dos marchas diferentes: una encabezada por las organizaciones sociales oficialistas nucleadas en la Unión de Trabajadores de la Economía Popular –la UTEP, que integran el Movimiento Evita, Somos-Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa (CCC)–; la otra, por el trotskista Frente de Izquierda-Unidad.
El acto de la UTEP se concentrará el domingo a las 14 en la Avenida de Mayo y 9 de Julio, y según confiaron sus organizadores a elDiarioAR, esperan convocar a 400 mil personas.
Aunque acompañan las últimas medidas tomadas por el Gobierno, las organizaciones sociales afines al kirchnerismo llevarán a la movilización un rosario de reclamos, entre los que se destacan leyes para impulsar la economía popular y formalizar el registro de las 7 millones de personas que trabajan en la informalidad. Puertas adentro en el Gobierno ya sobrevuela la posibilidad de crear un ministerio específico al respecto.
“Además de las leyes del sector de la economía popular queremos respaldar fuertemente la propuesta del Ejecutivo de capturar renta extraordinaria para pagar la deuda interna. Esa pelea nos encuentra unidos a todos los movimientos populares, no se trata de una disputa palaciega, esto es más profundo, se trata de enfrentar a quienes ganan permanentemente a costa del descarte social, y no les importa la pobreza y la desigualdad”, apuntó Esteban “Gringo” Castro, secretario general de la UTEP, que compartirá escenario con Gildo Onorato, del Evita; Dina Sánchez, del Frente Popular Darío Santillán; Norma Morales, de Barrio de Pie, y Juan Carlos Alderete, líder de la CCC y uno de los diputados del Frente de Todos que votó en contra del pacto con el FMI.
En principio no tomaría la palabra Juan Grabois, con llegada a Cristina Kirchner, aunque en el último acampe de 48 horas de la izquierda se mostró junto a Eduardo Belliboni, dirigente del Polo Obrero.
Justamente Belliboni será uno de los voceros del acto de la Izquierda y agrupaciones piqueteras, que se espera para las 15 en Plaza de Mayo, con una agenda mucho más cargada de consignas críticas al Gobierno y al sistema político hegemónico. Junto a la movilización desde la UTEP, el domingo del Día del Trabajo podría haber en las calles, según los cálculos de los organizadores, más de medio millón de personas.
“El 1° de Mayo reclamaremos por las reivindicaciones de los trabajadores: el aumento inmediato del salario mínimo y las jubilaciones, el aumento y apertura irrestricta de los programas sociales, contra la precarización laboral, los despidos. Contra el pacto con el FMI del gobierno del Frente de Todos y Juntos por el Cambio y por una salida de los trabajadores a la crisis”, adelantó Belliboni. Se espera que su discurso sea acompañado por referentes políticos del trotskismo, como Romina Del Plá y Gabriel Solano por el Partido Obrero, y Nicolás Del Caño y Myriam Bregman del PTS, entre otros.
MC
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