Agustín Rossi: “Los integrantes de Revolución Federal son una derivación de los neonazis”
El titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Agustín Rossi, aseguró que los integrantes de Revolución Federal “son los extremismos violentos de derecha, que son una derivación de los neonazis, denominados aceleracionistas” y alertó porque “hay un sector de la dirigencia política que pareciese estar legitimando o tolerando ese tipo de actitudes”.
En una entrevista con la agencia NA, Rossi advirtió que se trata de “un fenómeno que empieza a crecer en la Argentina”, por lo que justificó la denuncia presentada contra esa agrupación, en el marco del atentado fallido a la vicepresidenta Cristina Kirchner, ocurrido el pasado 1 de septiembre.
En relación al rol del presidente Alberto Fernández en 2023, el titular de la AFI consideró que le “parece lógico que alguien que tenga la posibilidad de ser reelecto se imagine siendo reelecto”.
Rossi asumió su actual cargo el pasado 8 de junio en reemplazo de Cristina Caamaño, durante uno de los tantos enroques de funcionarios que el gobierno del Frente de Todos (FdT) llevó a cabo desde su inicio.
Si bien es la primera vez que lo ocupa, cuenta con experiencia en la categoría.
Previamente, y desde el comienzo del mandato del oficialismo hasta agosto de este año, se había desempeñado como ministro de Defensa, mismo puesto que ocupó los últimos dos años del mandato final de Cristina Kirchner.
–¿Cómo describe la realidad del país?
AR: --La mayoría de las preocupaciones de los argentinos pasa por un tema básico que es la economía. Y ahí entra la teoría del vaso medio lleno y vaso medio vacío. En el lleno la economía viene creciendo, el año pasado, este y el que viene, tres años de crecimiento económico continuo que hace mucho tiempo que no teníamos, eso ha permitido una generación de empleo importantísimo, los niveles de desocupación hoy son bajísimos. En mi ciudad, que es Rosario, el último trimestre de este año el índice de desocupación dio 4,5%, el menor de los últimos cuarenta años para tener una dimensión. Los dos elementos del vacío medio vacío, después, son política de precios y de ingresos. Inflación y salarios son temas que debemos resolver en este último tramo de gestión.
-PASO, internas, elecciones de Brasil. ¿El debate de la clase política representa a las preocupaciones del grueso de la sociedad?
--En general, la agenda la política involucra a una cantidad de sectores y muchas veces la agenda de la sociedad no tiene las mismas prioridades. Si me preguntás “¿los argentinos saben del resultado de Brasil?”. Sí, lo saben. Ahora, si me preguntás “¿los argentinos estaban tensionados por el resultado de las elecciones de Brasil?” No lo sé. La dirigencia política sí. Para alguien que se tiene que levantar a las 6 de la mañana y termina a las seis de la tarde y tiene una hora y media más de colectivo o tren para volver a su casa claramente las cuestiones económicas le impactan mucho más como otras en comparación a si hay PASO o no.
-¿Cuál es su postura sobre las PASO?
--Creo que acá se intenta discutir las PASO con reelección de Alberto Fernández y yo creo que son dos cosas diferenciales. Yo defiendo las PASO porque es un sistema electoral que fortalece la idea de la estabilidad del sistema político, porque tenemos dos grandes coaliciones que reflejan o sintetizan las aspiraciones del 90 por ciento de los argentinos. Si no las hubiésemos sancionado en 2009, probablemente tendríamos un mayor fraccionamiento del sistema político, habría una mayor cantidad de partidos políticos porque permiten que el que sea disidente pueda expresas esa disidencia dentro de la coalición o partido político. Segundo punto, siempre hay que fomentar la participación popular. Es mucho más legítimo que los candidatos surjan de la votación del conjunto de la sociedad y que la sociedad participe de esa selección de candidatos.
-¿Por qué hay un sector del oficialismo que plantea eliminarlas?
--Hay que preguntarles, yo siempre soy respetuoso y ratifico mis argumentos. Creo que lo que están planteando mucho es una suspensión transitoria que es el paso previo a la eliminación, Tendrás sus argumentos, yo tengo otro. Era el presidente del bloque de diputado FPV cuando se votó en 2009 defendí la votación en general y en particular y sigo manteniendo esa buena idea de Néstor y Cristina.
-¿Por qué hizo esa diferenciación entre su postura sobre las PASO y el tema de la reelección de Alberto Fernández?
--Porque muchos dicen que si querés la continuidad de las PASO es porque Alberto se va a presentar y yo defiendo la continuidad de las PASO desde otro lugar, desde una mirada más estratégica y menos cercana a la coyuntura. Creo que sería malo para el sistema político argentino no tenerlas y para nuestro espacio político que se nutre de la diversidad.
-¿Y Brasil?
--En este caso se trata del rumbo que va a tener el país más importante de América Latina, octava economía del mundo, influyente en todo lo que significa MERCOSUR y UNASUR, y cómo funciona el sistema político y electoral de nuestro país. Es una muy buena noticia para Brasil y América Latina que haya ganado Lula, creo que Bolsonaro es de las expresiones que nación al calor del triunfo de Trump en los Estados Unidos, creo que son expresiones que se adaptan al sistema democrático pero que en su gen tienen una mirada profundamente antidemocrática y yo celebro que el pueblo brasileño haya decidido otro camino, si bien Lula se va a enfrentar a una oposición fuerte. Además, hay otra mirada historia: Lula es una de las grandes personalidades latinoamericanas.
-¿Qué rol tendrá el presidente Alberto Fernández en 2023?
--Me parece que tiene un rol importantísimo como presidente de la Nación y me parece lógico que alguien que tenga la posibilidad de ser reelecto se imagine siendo reelecto. No hay nadie en la política argentina, sea intendente o gobernador, que no se imagine cuatro años más en el poder. Después, la realidad marcará cuales son las decisiones que se tomen.
-¿Cómo debe evaluarse la gestión?.
--El desempeño de Alberto hay que contextualizarlo. Sin dudas que hay una cantidad de singularidades que le ha tocado gobernar al presidente Alberto Fernández: una pandemia, una guerra y una deuda enorme con el FMI. Son tres elementos novedosos para un presidente en los últimos 30-40 años y eso siempre tiene que estar presente a la hora de analizar el contexto a la hora de analizar el Gobierno.
-¿Qué autocríticas hacen desde el Gobierno?.
--Es muy difícil hablar de autocriticas cuando uno es Gobierno. Nosotros en cuanto a la gestión económica tenemos el dilema del vaso medio vacío, tenemos que conseguir bajar la inflación y mejorar los ingresos de los argentinos, esos son los desafíos que tenemos. Y eso implica mejorar la redistribución del ingreso.
-¿Qué cambió desde el intento de atentado a Cristina Kirchner?.
--Yo creo que hay varios cambios. Es un hecho conmocionante para la vida política y social del país. Cuando Cristina habló por primera vez en ese encuentro que tuvo con religiosos, habló del intento de asesinato de Yrigoyen, y quizás habría que poner en esa misma sintonía el intento de asesinato de Lisandro de La Torre en el senado de la nación, esos dos hechos ocurrieron en la década del treinta del siglo pasado. La Argentina no estaba acostumbrada a hechos de estas características y exige una mirada distinta.
-¿Cuál fue el trasfondo de lo que pasó?
--Acá hay un fenómeno que empieza a crecer en Argentina, por eso nosotros presentamos la denuncia contra Revolución Federal, que son los extremismos violentos de derecha, que son una derivación de los neonazis, denominados aceleracionistas ahora, y han tenido mucho crecimiento en Estados Unidos y en Europa. Esa expresión empieza a crecer con algunas acciones aquí en Argentina cuyas prácticas políticas no condicione con el sistema democrático y hay un sector de la dirigencia política que pareciesen estar legitimando o tolerando ese tipo de actitudes. Obviamente que en Estados Unidos esto apareció potenciado por Trump, lo del asalto al Capitolio tiene que ver con este tipo de grupos. En Argentina, en cuanto a lo de Cristina, yo hubiese esperado una condena unánime de la dirigencia política.
-¿No existió?
--No existió, Patricia Bullrich no condenó. La presidenta del principal partido opositor no condenó, es comparable como que Cafiero, el presidente del principal partido opositor, no hubiese condenado el intento de golpe de estado en 1987 por los Carapintadas contra el presidente Alfonsín. El peronismo unívocamente apoyó a Alfonsín. Y eso significó que asonadas militares con el tiempo siempre fueron de menos impacto. Monte Caseros fue menos que Semana Santa, los intentos posteriores de (Mohamed Alí) Seineldin tuvieron menos impactos que los anteriores. Acá eso no existió, lo máximo fue una sesión especial el sábado siguiente en la cámara de diputados, que Cambiemos dio acuerdo el proyecto de declaración, pero el PRO se levantó y se fue condicionado por la declaración de su presidenta de partido.
-¿Cómo se la convence a esa dirigencia política que no quiere tener seguridad personal? Por ejemplo, Máximo Kirchner ha dicho que no quiere.
--Bueno, no voy a puntualizar. Para que una custodia funcione el primer convencido tiene que ser el custodiado. El otro tema es la seguridad de la dirigencia política. Al otro día del intento de asesinato de Cristina, el presidente convocó a una reunión de gabinete donde yo sugerí que todos los dirigentes políticos más importantes del oficialismo y la oposición reforzasen sus sistemas de seguridad nacional, porque estos hechos pueden tener un efecto espejo en algún momento. Y eso noche me pude encontrar con un eurodiputado español que me comentaban que allá que toda la dirigencia política tiene un sistema de seguridad porque convivieron con esto durante muchísimo tiempo.
-¿Tiene diálogo con Cristina?
--Sí.
-¿Y qué inquietudes le transmite?
--Las preocupaciones que pueden ser obvias para cualquiera.
-¿Cuál va a ser el destino de la vicepresidenta el año que viene?
--No lo sé, Cristina es una dimensión de la dirigencia política distinta, no hay nadie que hay generado lo que generó ella en la sociedad argentina desde Perón y Eva en adelante.
-Y a nivel personal, ¿pensás en una candidatura?.
--No, lo que yo espero es terminar mi gestión desde la AFI. Estoy agradecido con el presidente por haber confiado dos veces en mí, primero para el Ministerio de Defensa y ahora para la Agencia Federal de Inteligencia. Trata de hacer las cosas lo mejor posible. Obviamente que participare del proceso electoral de alguna manera, pero no pienso en candidaturas.El titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Agustín Rossi, afirmó que parte de su tarea es “poder dar a los decisores la mayor cantidad de información para que la toma decisiones se lleve adelante con el menor margen de error”.
Manuel Casado de la agencia NA
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