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La motosierra en áreas sensibles

El ajuste de Milei pone en jaque a las direcciones de Vacunas y VIH: trabajadores sin contrato y riesgo de cierre

El presidente Javier Milei junto a Mario Lugones, durante la jura como ministro de Salud.

Juan José Domínguez

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En medio del ajuste impulsado por el gobierno de Javier Milei, las direcciones de Vacunas y de VIH enfrentan una incertidumbre que va mucho más allá de los contratos demorados. Estas áreas, clave para la salud pública argentina, están siendo arrastradas al limbo burocrático, mientras los trabajadores denuncian el riesgo de una desarticulación silenciosa. La pregunta no es solo qué pasará con sus funciones, sino cómo afectará esto a la vida de millones de personas que dependen de sus políticas y recursos.

En la administración pública los contratos habitualmente salen los primeros días de enero. Es normal que la gente, al comienzo del año, trabaje sin tener aún un contrato firmado. Y en general, o en su gran mayoría, la primera semana salen de vacaciones. Pero este año es distinto: una importante cantidad de empleados están trabajando en el Ministerio de Salud de la Nación, donde al día 16 del mes muchos de ellos no saben nada sobre su continuidad en áreas sensibles del Estado. En general, siempre se filtra y circula entre los empleados la lista de contratos a renovar. Resulta que este año, según pudo saber elDiarioAR, los únicos que no estaban en esa lista son los trabajadores de las direcciones nacionales de Vacunas y de VIH.

Previamente, las de Vacunas y VIH fueron las únicas dos direcciones a cuyos empleados les renovaron los contratos solamente por 15 días, hasta el 31 de enero, un dato que los empleados toman como indicador de que las autoridades ministeriales están preparando un recorte que podría incluir despidos..

Después de esa ausencia del personal de Vacunas y VIH en los listados de futuros contratados, los gremios mantuvieron una reunión con la viceministra, Maria Cecilia Loccisano. Los empleados recuerdan que la actual funcionaria libertaria fue echada de la gestión de Cambiemos del Ministerio de Salud como consecuencia, en aquel momento, del faltante de antirretrovirales, la medicación vital para que pacientes con VIH no desarrollen el sida y puedan llevar una vida normal.

Según reprodujeron en diálogo con elDiarioAR, la viceministra de Salud —de profesión abogada y cuyo cargo formal es secretaria de Gestión Administrativa— dijo que estaban “evaluando qué iban a hacer con las direcciones de VIH y Vacunas porque no estaba tan claro que continuaran como tales” y que ese era el motivo de la falta información sobre renovación de contratos de empleados de esas áreas.

“Es muy simbólico que las únicas dos direcciones donde no renovaron los contratos sean esas”, dijo un trabajador del Ministerio de Salud a este medio y expresó su preocupación por el achicamiento de personal: el miércoles, de hecho, la cartera que conduce Mario Lugones (fundador del Sanatorio Güemes, que pertenece al gremio de los gastronómicos, que lidera Luis Barrionuevo, de quien se afirma que son socios en negocios) anunció que decidió no renovar 1.400 contratos de empleados dependientes de esa cartera, debido a irregularidades que supuestamente la actual gestión detectó en la contratación de personal durante el gobierno anterior, el de Alberto Fernández cuyos ministros de Salud fueron, primero, Ginés González García (fallecido en octubre último) y después Carla Vizzoti, así como a duplicación de funciones de algunos trabajadores y al incumplimiento de tareas por parte de otros.

“El ajuste produce una desprofesionalización del Sistema Salud, precariza la gestión en Salud. Hay países sin política de Salud. El nuestro, hasta ahora, la tiene. En otros países como Guatemala, El Salvador, Nicaragua, la política de salud depende mucho de la OPS (Organización Panamericana de la Salud), de la OMS (Organización Mundial de la Salud), porque no tienen capacidad técnica. El nuestro sí la tiene. Por eso esta motosierra sin la debida evaluación del caso ataca el corazón de la tradición argentina de salud pública”, dijo el trabajador del Ministerio consultado por este medio.

Dos áreas clave

La Fundación Huésped se hizo eco de la situación de los trabajadores de la direcciones de VIH y Vacunas del Ministerio de Salud, que están trabajando sin contrato. La organización destacó que “la dirección de VIH compra test, reactivos y ARV (antirretrovirales) para miles de personas con VIH y Tuberculosis que se atienden en el sistema público”, y que “también asiste si hay problemas con obras sociales o prepagas, realiza campañas y analiza datos para determinar políticas”.

A su vez, remarcó que “la dirección de vacunas se encarga de comprar, distribuir, gestionar brotes, monitorear casos, entre otros” y destacó que “la Argentina cuenta con uno de los Calendarios de Vacunación más completos de la región y, gracias a eso, logramos erradicar varias enfermedades”.

“Entonces ¿podrían dejar de funcionar estas direcciones? No solo es poco ético, sería incumplir el derecho internacional y una acción anticonstitucional y anticonvencional, por el artículo 12 del Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales. ¿Y si echan gente? Esto afecta directamente a la capacidad de las direcciones: menos campañas de prevención, menos vigilancia y control de casos, menos diagnóstico, más barreras de acceso a los tratamientos, menos investigación. Es decir, afecta a la salud de todas las personas. Nadie sabe qué va a pasar después del 31 de enero. Es decir, en menos de 15 días”, alertó Huésped.

Qué respondieron en el Gobierno

elDiarioAR se contactó con colaboradores del ministro Lugones, quienes aseguraron tajantemente: “No se van a cerrar las direcciones. De hecho el Ministerio de Salud confirmó su estructura con el decreto 1138/24 publicado en el BORA (Boletín Oficial) el 31/12/2024”. En el anexo 4 de dicha resolución se indica entre las acciones “fortalecer, desarrollar e implementar políticas de prevención primaria y secundaria del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), Hepatitis Virales y Tuberculosis”.

Es el primer punto de una larga lista de acciones bienintencionadas pero sin especificidades. En cambio, en el anexo 5 de la resolución, en el capítulo “Derogaciones” no figura la Dirección de Respuesta al VIH, ITS, Hepatitis Virales y Tuberculosis III, lo que según fuentes del ministerio significa que esa área no se cierra, pero sí otras: la Dirección de Adolescencias y Juventudes; la de Articulación de Políticas Públicas en Territorio; la de Asistencia Directa por Situaciones Especiales; la de Estrategias de Integración del Sistema de Salud, la de Géneros y Diversidad; la de Investigación en Salud; la de Municipios y Comunidades Saludables, y la de Integración del Sistema de Salud, entre otras.

Respecto de la incertidumbre sobra la renovación de contratos justo en las direcciones de Vacunas y VIH, en el Ministerio de Salud dijeron a elDiarioAR: “Son demoras en los listados de renovaciones del personal. En un par de días deberia solucionarse”.

Que las direcciones de Vacunas y de VIH estén en vilo no es un problema administrativo sino una muestra más de lo que el ajuste de Milei significa para áreas esenciales del Estado. Los especialistas en Salud lo vienen advirtiendo: los recortes implican menos prevención (en consecuencia más costos a futuro para el sistema de salud, público y privado), menos acceso y más desigualdad. Lo que parece un trámite inconcluso podría convertirse en la señal más clara de un retroceso histórico.

JJD

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