Fernández apuntó al “costo de la guerra” para que el FMI flexibilice las metas del 2023 y Georgieva aceptó abrir el debate
La discusión ya no es sobre lo que queda del 2022 porque, según Sergio Massa le anticipó a Alberto Fernández, las revisiones del tercer y cuarto trimestre se cumplirán y pasarán, sin trabas, la aprobación del FMI.
La pulseada se concentra en el 2023, último año de mandato de Fernández y temporada alta de elecciones. Allí se aglutina, ahora, el espadeo con el FMI y apunta, en principio, en una dirección: poner sobre la mesa el “costo de la guerra” para los países del Sur e insistir para que el FMI flexibilice las metas del año próximo.
La reunión con Kristalina Georgieva comenzó a las 17:22 y se estiró hasta pasadas las 18:15. Fernández, que estuvo escoltado por el ministro Sergio Massa, el canciller Santiago Cafiero y el embajador argentino en Washington, Jorge Argüello, sumó un planteo extra: que el FMI no compute como déficit los aportes que el Estado argentino hace como contraparte para obras y programas financiados por organismos multilaterales. Son factores que se retroalimentan porque ambas cuestiones impactarían sobre el cumplimiento de las metas con el FMI.
Sobre esos dos ejes, aunque el primero ocupó más tiempo de la charla, circuló el encuentro entre Fernández y Georgieva que comenzó a las 17:22 de Bali y concluyó cerca de las 18:15.
Georgieva anticipó que el FMI acepta empezar a discutir el “costo de la guerra”, que según las cuentas que hacen en el gobierno, asciende a 20 mil millones de dólares. Al finalizar la reunión, la titular del organismo de crédito destacó la política económica que instrumento el gobierno en los últimos meses. “Es muy importante que Argentina mantenga ese rumbo exitoso”, dijo y agregó que la conversación con Fernández fue “muy buena; hablamos sobre el impacto de la guerra en Ucrania y de la importancia de que Argentina siga con el objetivo de bajar la inflación”.
Qué dijo el Presidente
Por su parte, el Presidente remarcó tras la reunión la Argentina “ya no solamente depende de sí misma, sino, de cómo evoluciona el mundo”. De acuerdo a Fernández, “nos fue muy bien con Kristalina Georgieva, estaba muy contenta y agradecida por lo que estamos haciendo. Los argentinos tenemos que entender que necesitamos paz”, remarcó.
“Pedimos que se revisen las sobrecargas de la deuda contraída que nos parece algo ilógico, y Georgieva nos dijo que lo iba a llevar al directorio para revisarlo”, contó el mandatario. Y agregó: “Argentina está haciendo un enorme esfuerzo para cumplir con los objetivos planteados. La economía sigue creciendo, tenemos que ocuparnos de la inflación, bajarla, pero tenemos que saber que estamos yendo por buen camino”, destacó en declaraciones a Radio 10 tras la reunión con el equipo del FMI.
Asimismo, Fernández consideró que “desde el primer día que lo vi a Emmanuel Macron le comenté que Trump había impuesto una mirada sobre Venezuela que no era asi. Nosotros sabemos que hay que respetar los derechos humanos, tenemos que ayudar a que el pueblo venezolano se reencuentre con eso”, afirmó.
Sobre el índice de inflación, que en octubre reflejó una suba del 6,3% y acumula más del 76% en lo que va del año, el Presidente sostuvo que su Gobierno hizo “todo lo posible para darle nuestro apoyo a los intendentes para que puedan controlar los precios”, al tiempo que agregó que es trabajo “de todos bajar la inflación para terminar con ella cuanto antes”.
Según el Presidente, “la inflación de este mes fue la misma que la del mes pasado. Por suerte se ha estancado, pero tenemos que trabajar para bajarla”.
En cuanto a su salud, dijo estar “bien” y agradeció “a los que se preocuparon. Fue un mal momento, tuve un problema estomacal”, relató, para después destacar la reunión con su par chino, Xi Jinping: “Fue muy buena y le agradezco mucho que haya sido así, porque logramos la libre disponibilidad de dólares, que es muy importante para nuestro país”.
El documento final del G20 y el pedido al FMI de revisión de sobrecargas
Este es el texto del documento final en el que Argentina reiteró la necesidad de revisar la política de sobrecargas del FMI:
“Los líderes de los países miembros del G20 solicitaron este miércoles en su declaración final de la cumbre en la ciudad de Bali, Indonesia, la revisión de la política de sobrecargos del Fondo Monetario Internacional, en línea con el planteo que el Gobierno argentino viene realizando en los últimos meses en distintos foros, en sus negociaciones bilaterales con el organismo de crédito y en concordancia con la iniciativa planteada por nuestro país en la cumbre del G20 de Roma en octubre del año pasado.
El documento final señala en su punto 33 que los mandatarios firmantes “estamos comprometidos a apoyar a todos los países vulnerables para que se recuperen juntos y más fuertes” y destaca “los compromisos por un monto de USD 81.600 millones a través de la canalización voluntaria de Derechos Especiales de Giro (DEG) o contribuciones equivalentes”, exhortando en ese sentido al compromiso de todos los países capaces de cumplir la ambición global total de USD 100.000 millones de contribuciones voluntarias para los países en desarrollo.
También en el documento conjunto se resalta la puesta en funcionamiento del Resilience and Sustainability Trust (RST), destinado a la ayuda de los “países de bajos ingresos, los pequeños Estados y los países vulnerables de ingresos medios” a abordar los desafíos estructurales a largo plazo que plantean riesgos macroeconómicos, incluidos los derivados de las pandemias y el cambio climático. Asimismo, se solicitan compromisos adicionales y contribuciones oportunas al RST y al Poverty Reduction and Growth Trust (PRGT), a fin de satisfacer las necesidades de financiamiento.
La declaración final, de 17 páginas y 52 puntos que refieren a distintos temas, fue la única adoptada por consenso en marco G20 desde el 24 de febrero pasado y para su aprobación fue esencial la voz unificada de los países emergentes en pos de mantener la relevancia del foro internacional y como ámbito plural de diálogo entre estos países y las naciones desarrolladas.
La declaración refleja la postura argentina en pos del compromiso para evitar el hambre de los más vulnerables, utilizando todas las herramientas disponibles para hacer frente a la crisis alimentaria mundial. A ello se suma promover un comercio agrícola abierto, transparente, inclusivo, predecible y no discriminatorio; en especial, señala la necesidad de actualizar las reglas multilaterales de comercio agrícolas, facilitar el flujo de los bienes agrícolas, y disminuir sus distorsiones.
Confirma de igual manera el compromiso para “tomar acciones coordinadas para hacer frente a los retos de seguridad alimentaria, incluyendo la suba de los precios y el déficit global de materias primas y fertilizantes”. Indica además la necesidad de actualizar las normas internacionales del comercio agrícola y la importancia de su facilitación.
Además el comunicado enfatiza la importancia del Acuerdo multilateral de la OMC sobre Subsidios a la Pesca, alentando su pronta entrada en vigor.
Con respecto a la situación en Ucrania, se refleja el costo de la guerra en la economía mundial, en la vida de las personas y en la seguridad alimentaria y energética. Los Estados expresaron sus posiciones nacionales conforme fueron sus respectivas votaciones en el Consejo de Seguridad y la Asamblea General de las Naciones Unidas, la mayoría habiendo condenado la invasión.
En el espíritu del énfasis argentino por la inclusión social, el documento reconoce que la conectividad digital asequible y de alta calidad es clave para la inclusión y la transformación digital y alienta la promoción de las habilidades y la alfabetización digital para aprovechar los beneficios de la economía digital, en particular para mujeres, niñas y personas en situaciones vulnerables.
El G20 reitera la necesidad de que los países desarrollados cumplan con sus compromisos en la lucha por el cambio climático, para movilizar conjuntamente USD 100 mil millones por año desde el 2020 y hasta 2025, y continuar deliberando sobre la necesidad de establecer el financiamiento partiendo de un piso de USD 100 mil millones por año, para cumplir con los compromisos internacionales climáticos de mitigación y adaptación“.
Qué le pide Fernández al FMI
Hay dos temas repetidos: la revisión del sistema de sobrecargos y la consideración del impacto de la guerra en la revisión de las metas. Alberto Fernández incluirá en el temario un ítem “sorpresa” sobre el cálculo del déficit de los países que tienen acuerdo con el organismo.
El tema es así: Fernández, por sugerencia de Sergio Massa -que también estará en la reunión- le pedirá a Georgieva que el FMI no compute como déficit las partidas que se destinan a financiar parte de las obras y programas que cuentan con fondos de organismos multilaterales.
De ese modo, si el FMI aceptara la propuesta, Argentina podría reducir el déficit estimado porque parte del mismo podría no computarse como tal y, de ese modo, estará más aliviado para cumplir las metas acordadas.
Básicamente, los tres temas que Alberto Fernández pidió en la mesa con Georgieva son:
- Levantamiento de los sobrecargos en las tasas: afecta a Ucrania y a la Argentina por igual. Inadmisible que a un país en guerra le cobren sobrecargos.
- Revisión de las metas por la guerra. ¿Qué va a ser el fondo con los países que fueron víctimas de la guerra? Que los créditos tomados durante la guerra no se tomen como déficit.
- Cómo se computan los fondos que invierten los países en los fondos de los bancos de desarrollo (Banco Mundial, CAF, BID, etc). En su reciente visita a FMI, Sergio Massa planteó esta inquietud al director para el Hemisferio Occidental del organismo Ilan Goldfajn, hoy candidato de Brasil a la presidencia del BID. Puntualmente se pidió al FMI que la cuotaparte que ponen los países no sea considerado déficit sino inversión.
PI
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